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POV OMNISCIENTE:

Jadelyn se despertó aún con el colgante en su puño. Ella no era una ladrona y su intención no era quedárselo, pero sentía una fijación por el. Aunque ella ya sabía el motivo de la misma, no quería decirla en voz alta. Se duchó, se peinó y se vistió para ir a la escuela. El colgante reposaba en sus fríos dedos. Bajó las escaleras lentamente y se dirigió a la cocina donde yacía Beck ordenando unas recetas médicas.

-¿Qué te pasó?- Preguntó la joven seriamente al ver tanto papeleo en la mesada.

-Tengo un turno con el dentista-. Respondió el pelinegro sin quitar la mirada de las hojas. -Oh, escucha: Tori, la homenajeada de ayer, perdió un colgante aquí. ¿Lo has visto?- La ojiverde arqueó las cejas. -Por favor dime que sí, sino por obvias razones deberé creer que se lo han robado, y si eso pasó seguramente nunca más vuelva a hablarme-. Exclamó el joven ahora sí mirándola con cierta preocupación. Jadelyn respiró hondo por la nariz sin hacer ruido.

-Creo que hablas de este cacharro-. Exclamó con su típico tono de voz, uno carente de emociones. Su puño cerrado se abrió lentamente, dejándole ver el colgante a su medio hermano.

-¡Gracias, Dios!- El chico miró al techo. -Perfecto. Bueno, debes dárselo, por favor-. Jade ahora lo miró con enfado. -¿Qué?-

-Es tu amiga, dáselo tú, no me metas en tus asuntos-. Apoyó el colgante en la mesa.

-Amaría hacerlo por mi cuenta y no agobiar tu día, hermana, pero debo ir al Dentista, ¿recuerdas?- Volvió a agarrar el papeleo en su mesa. -Solo házlo, ¿sí? Pregunta por ella en los pasillos de la escuela y alcánzaselo, por favor-. Insistió sonriendo cortamente para luego saludarla con un corto beso en la mejilla y atravesar la puerta con el chofer.

Jadelyn suspiró con seriedad y tomó el colgante en sus manos nuevamente. Se preparó un café fuerte bien caliente para afrontar el día de la mejor manera posible. Fue caminando hacia la escuela lentamente, cabizbaja. Le preguntó al portero de la escuela quien era Victoria Vega, y él le señaló a la chica. Era castaña, llevaba su cabello algo ondulado, tenía unos jeans tiro bajo ajustados, unas zapatillas blancas y negras y un suéter de lana rosado chillón. Esta chica estaba rodeada de mucha gente, charlando con ella, riendo con ella.

Jade tragó saliva en una esquina, sacando el colgante del bolsillo de su chaqueta y lo entrelazó en sus dedos. Caminó algunos pasos hacia el gran grupo donde se encontraba Victoria... pero no pudo. La ojiverde no era como su hermano, no era como Beck, a ella los grupos grandes de gente la ponían muy nerviosa e incómoda, prefería estar sola y analizarlos desde la distancia.

Tensó su mandíbula, se frustraba con ella misma. Se fue de allí escaleras arriba.

Por lo visto, debería superar su problema ahora mismo ya que las tres veces que se cruzó a Victoria siempre estaba acompañada por algún grupo de personas a su alrededor. Las tres veces que quiso ir y devolverle el collar le agarraba una presión horrible en el estómago. Se rindió y apenas terminaron las clases se fue corriendo a su casa. Beck estaba allí durmiendo una siesta, le habían retirado dos muelas y su cara estaba toda inflamada. Jade prosiguió a ducharse y volver a su cuarto, seguía viendo el colgante que ahora yacía en su mesada.

Luego de varias horas oyó un suave golpe en su puerta. Se levantó de prisa, abriéndola, pero no en su totalidad. Era su medio hermano, llevaba una musculosa gris y unos pantalones largos del mismo color. En su mano derecha llevaba una bolsa de hielo en donde reposaba su mejilla inflamada. Jade sonrió burlona.

Los hermanos Oliver. (Jade y Tori)🖤Место, где живут истории. Откройте их для себя