-Be... Becky... ¿Que haces?. Tu padre puede entrar en cualquier momento.- le dijo una asustada Freen al ver que la hija de su mejor amigo empezar a tocar su entrepierna.
-Quiero comprobar con mis propias manos, si lo que mi padre me contó borracho u...
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Desperté al sentir el sol entrar por ventana. Me removí un poco en mi cama. Estire mi brazo para tocar el lugar donde debería obviamente Freen, ya que después de lo de anoche estaba más que segura que nos habíamos quedado dormidas juntas, después de compartir unos cuantos besos más sin decirnos nada más.
Pero para mi sorpresa el lugar estaba vacío. Abrí mis ojos bien grande y recorrí mi habitación a lo mejor Freen estaba en el baño. Mire sobre la mesita de luz al lado de mi cama y el reloj mostraba las 7:00 de la mañana.
Me levanté de la cama e inspeccione la habitación y no había rastros de la ropa de Freen y para asegurarme bien fui hasta el baño y no había nadie.
-¿Claro Rebecca que pensabas?- me dije- Tiene lo que tienen los hombres, porque creíste que era diferente.- y golpeé mi frente con la palma de mi mano.
Me dirigí a la ducha y entre en ella para tomar un baño con agua caliente. Mi cuerpo lo necesitaba, a pesar de que Freen fue muy cuidadosa en todo momento no puedo evitar dejar de sentir el dolor en mi entre pierna, Dios si que Freen es grande.
Después de encargarme de mi cuerpo salí para vestirme con un vestido que llegaba un poco más abajo de mis rodillas con el abertura en mi pierna derecha.
Tomé el camino a la sala para salir de casa ya iba ser hora de ir a la tienda de mi padre y él seguro debía estar desayunando.
No puedo evitar sentirme algo mal, algo triste. A pesar de a ver sido yo quien invito a Freen a pasar la noche conmigo. Me siento mal por el sólo echo de que se haya ido sin decirme nada.
-¿Ni siquiera una puta nota Freen?- me pregunté mientras cruzaba el jardín para entrar a la casa de mis padres.
-Buenos días cariño.- escuché la voz de mi padre. Asentí y tomé lugar al frente de él.
-Buenos días papá.- dije un poco desaminada.
-Ni una puta nota, maldita seas Freen.- refunfuñe en voz baja agarrando una tostada.
-¿Que sucede hija?- me pregunto mi madre a tomar lugar al lado de mi padre y sirviéndose café en una taza.
-Nada mamá sólo me levanté de mal humor.- dije y ella asintió.
-¿Estas en tus días hija?- me pregunto mi madre y negué.
Pero algo en mi cabeza hizo click.
No habíamos usado protección con Freen anoche.
-¡¡Mierda!!- dije a ver que había tirado mermelada dentro de mi café- Debo... Eemm... Vuelvo en un segundo.
Me levanté de la mesa y corrí hacia mi dúplex. Debía encontrar esas pastilla del día Después, sabía que tenía algunas por ahí. No era que las tomaba siempre pero a veces Nico estaba bastante apurado a la hora de tener sexo que olvidaba colocarse el preservativo.
