Call Of Duty '[Headcons & One Shot's]'

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'G H O S T  x  P R I C E  x  S O A P'
nsfw

Su masajista
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Los 141 se toman su entrenamiento muy en serio.

Sin embargo, su línea de trabajo militar no es ajena a las lesiones relacionadas con el servicio. Dolor de espalda, esguinces de tobillo, calambres musculares, lo que sea y el 141 lo ha tenido. Y ahí es donde entras: el masajista barato, joven e inexperto encargado de cuidar de ellos. Estás recién salido de la escuela y todavía estás trabajando para ponerte en pie, pero estarás maldito si no cuidas de estos veteranos lo mejor que puedas.

Sin embargo, como lo diría la vida, te encargas de mucho más que solo un pinchazado ocasional en el cuello.
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Price es más alto que tú. Eso, y muy obviamente acostumbrado a tener el control. Su rango y reputación lo regalan. Incluso en tu primera reunión, te sientes silenciosamente enamorado de su estatura. Es amable y encantador, está acostumbrado a hacer chistes, pero también está acostumbrado a que las cosas vayan a su manera. Es seguro y maduro, algo que te falta mucho.

Y desde el momento en que le das la mano por primera vez, una cosa se vuelve muy, muy obvia: su atracción por ti no tiene ninguna vergüenza.

Extendido en tu mesa con solo una toalla cubriendo su polla abultada, manos carnosas deslizando sobre el pelo de su pecho mientras espera a que prepares los aceites.

"Listo cuando quieras, cariño".

Y todo el tiempo, no puedes evitar temblar de admiración a sus grandes bíceps y pecho, las manos casi temblando de inquietud por la hermosa y tentadora masa de hombre que hay debajo de ti.

Y como el hombre desvergonzado que es, absorbe cada segundo de él. Flexiona sus brazos en tu agarre, solo para ver cómo el calor se precipita hacia tus mejillas. A propósito, bordea la toalla un poco más abajo, solo para que te muerdas el labio cuando la punta de su polla apenas se asoma por encima de ella.

No se avergüenza de estar expuesto a ti. Diablos, le gusta. Le gusta ver la forma en que te deshaces sobre sus brazos desnudos y sus piernas construidas, le gusta verte tratar de ocultar la forma en que te muerdes el labio cada vez que viertes un poco más de aceite sobre su piel.

Siempre es educado y amable.

"¿Un poco más a la izquierda, cariño?"

Siempre dice por favor y gracias.

Y, sin embargo, no puede evitar burlarse de ti con la promesa de su cuerpo desnudo, cepillarse el brazo contra ti cuando reajuste su posición sobre la mesa.

Y cuando se corrige y te lleva de vuelta a la recepción después de cada cita, su mano nunca deja de descansar en la parte baja de la espalda, guiándote junto con él, dejándote disfrutar de su olor y tacto.