Ainhoa. Semen En su boca.

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A Ainhoa. Ser directa te ha llevado a ser única para mí. Nunca escondes nada y es algo admirable.

Un día como otro cualquiera estábamos tomando zuritos por la parte vieja. A veces los viernes solíamos hacer eso, al salir de trabajar quedábamos y pasábamos un par de horas todas juntas mientras comíamos de pintxos bañados en media docena de zuritos. Lo hacíamos solas, la cuadrilla de toda la vida; Izaro, Olatz, Ainhoa y yo. Esos días aprovechabamos para hablar de nuestras vidas porque el resto del tiempo juntas era dedicado a la música en los ensayos del grupo o a la fiesta, cuando salíamos de juerga. A mi me gusta siempre hablar con Ainhoa en esas ocasiones porque de todas, es la que lleva una vida más estravagante. Ainhoa es artista. Su pasión es la escultura a parte de la música y de tocar su guitarra eléctrica. Tenemos ya entre 32 y 37 años y es la única que nunca ha tenido pareja formal. Ella siempre ha tenido varios amigos horizontales, como les llamamos nosotras, al mismo tiempo. Reconozco que me encanta hablar de sexo con ella porque al igual que en todo lo demás, no tiene nunca ningún problema para contar cualquier cosa. Ese día estaba más alegre de lo habitual. Sonreía y bromeaba con todas nosotras y eso es algo poco frecuente. Yo la pregunté por qué estaba tan feliz y ella me dijo directamente que se había despertado con un hombre entre sus piernas. El día anterior uno de esos amigos cenó con ella en su piso y se quedó a dormir. Todas sabemos que a Ainhoa no le gusta que sus chicos se queden a dormir en su piso, pero aquel día ese, se quedó y despertó a Ainhoa con pretensiones de seguir con el juego sexual que habían tenido la noche anterior.

Aquello me pareció buen argumento para sentirse bien, pero había algo que me parecía sospechoso. Seguí preguntando y ¡ sorpresa!. Ese chico se fue a trabajar a las ocho de la mañana después de tener sexo con ella. Ainhoa poco más tarde fue a trabajar en su estudio y como se sentía aún encendida, le dedicó tiempo a una escultura suya bastante especial. Es la talla en caliza de un hombre sentado en un banco, un poco reclinado hacia atrás y tremendamente desnudo. Exactamente el tiempo dedicado se centro en perfeccionar la erección de la escultura. Algo que fue haciendo que ella valorara una idea que tenía desde hacía tiempo. Antes de las diez de la mañana tomó una decisión sobre eso y fue a tomar café a un bar cerca del estudio, donde solia coincidir con gente conocida. Entre ellos, Markel. Un amigo de la cuadrilla. Yo no sabía hasta ese día que Markel era uno de los amigos horizontales de Ainhoa, pero me contó que se le llevó al estudio y follaron en los sofás del fondo hasta que él tuvo que ir a trabajar. Mi sospecha de que todo no se terminaba ahí, se despertó cuando de pronto vi en el bar que estábamos a Andoni Velarde. Ese sí que es follamigo de Ainhoa y en cuanto le vi sonreír, supe que había quedado con ella. Directamente le pregunté a ella cual era esa fantasía.

Ainhoa-. Siempre me he preguntado como me sentiría si un día, follara con todos los hombres que puedo, uno detrás de otro. Después de Markel, he estado en casa de Mikel y cuando hemos quedado nosotras, venía del estudio de follar con Alain. Ahora he quedado con Andoni y no voy a parar hasta que no pueda más.

No quise preguntar más, la verdad. Ella se fue del bar con Andoni y las demás seguimos tomando zuritos hasta más tarde de lo habitual, un viernes. Yo ese fin de semana no trabajaba y cuando íbamos a volver a Pasaia, me encontré con dos amigos de la academia y me quedé con ellos a tomar un café. Serían ya las seis de la tarde. Resulta que después del café, tomamos una copa antes de que ellos se fueran y yo decidí ir de escaparates. Cuando cerraron las tiendas, tomé una copa de vino y me encontré con dos amigas de la uni que habían salido de marcha. Me invitaron a ir con ellas, pero tenía las bolsas de dos compras que había hecho. El estudio de Ainhoa está en la parte vieja de Donosti. Lo había hecho muchas veces, llamarla y dejar cosas allí para salir de fiesta, pero la curiosidad por saber cómo llevaba mi amiga su fantasía, me ayudó a enviar el mensaje. Ella solo respondió que estaba en el estudio, que me pasara a dejar lo que quisiera. Lo hice. Llegué, llamé al portero y la puerta se abrió. La música dice mucho de las personas. En el estudio se escuchaba música tantrica. Nunca había escuchado eso allí. Entré para dejar las bolsas y me quedé unos buenos diez minutos viendo de lejos, al fondo del estudio, como Ainhoa estaba follando a un tío encima de una silla de madera. No me marché hasta ver que el afortunado era Mario Vega. La imagen de las curvas de ella desnuda cabalgando, me parecieron muy sensuales y tengo que reconocer que fijé la atención en la polla de él, entrando y saliendo de ella al ritmo de su galope. Dejé las bolsas y me fui a buscar a mis amigas de uní. Fuimos a bailar a disfrutar de la noche y de la fiesta. A la una de la madrugada, Ainhoa que sabía que yo estaba por Donosti, me llamó para tomar algo con nosotras y vino a donde estábamos. Me contó con tal detalle cada una de las veces que había follado ese día, que me puse a cien. Admito que lo estaba ya de pensar y de recordar verla haciéndolo con Mario, pero oírla expresar las diferencias entre uno y otro que había vivido hoy, me excitaba. Ainhoa me relató que hasta ese momento, ese día, había follado con once chicos y que la habría gustado llegar a doce, por igualarlo con el número habitual de condones de una caja. Mientras hablábamos, mis compañeras se despidieron y se fueron y en su lugar empezaron a aparecer los típicos chicos que quieren conocer a dos chicas jóvenes. Antes casi de darme cuenta, estábamos Ainhoa y yo ligando con dos que no conocíamos de nada. Yo ya me imaginaba a mi amiga cumpliendo con su docena. De pronto ella me apartó a una esquina para hablar en privado.

Ainhoa-. Ane, tía. Esto es una puta locura. Estaba cansada e iba a ir a mi casa a dormir ya, pero estos dos...

Yo-. Venga va. Fóllate a uno y así cumples tu fantasía. Además los dos son guapos y educados.

Ainhoa-. Que va. Ya no quiero eso... Estoy fatal...

Yo-. ¿ Y que quieres, follarte a los dos?. Trece es un mal número jajaja.

Ainhoa-. No. No quiero eso. Antes te he visto en el estudio mirando.

Yo-. Joder, perdona. Pensaba que no me veríais y que tampoco te importaba...

Ainhoa-. ¿ Importarme?. Al verte mirando.. Ha sido el mejor polvo del día.

Yo-. Ya he visto, ya. Menuda polla Mario jajaja

Ainhoa-. Ha sido el mejor polvo, porque me ponía que me estuvieras viendo tú...

Yo-. ¿Y que quieres, que vuelva ahora a verte follar con uno de estos, o con los dos?. Jajaja

Ainhoa-. No. Elige uno y vamos al estudio.

¿ Como?. Mi amiga me estaba proponiendo ponernos a follar con esos chicos las dos a la vez en el estudio... Demasiado para mí. Bueno. Era demasiado hasta que ella me dijo que sólo quería que el chico que estuviera conmigo y yo, la viéramos a ella con el otro, que ellos no tenían que vernos a nosotros. Diez minutos más tarde, yo estaba en el sofá del fondo mientras Mikel, el más joven de los dos amigos, empezaba a meterme mano. No le hacía demasiado caso a él, la verdad es que mi atención estaba puesta en Ainhoa, que ya estaba en la cama que hay medio escondida detrás de una escalera. Ainhoa ya se había desnudado y estaba haciéndole un oral a Rafa, el otro de los chicos. Me fijé bien en la técnica de Ainhoa, porque era de lo más erótica. Ella lo hacía de tal forma que desde donde estábamos nosotros se viera todo con detalle, aunque donde estaban había luz y donde los otros no. A la vez que Mikel llegó a desnudarme y empezó a hacerme a mi un oral, Ainhoa se penetró con la polla de Rafa soltando un erotico grito de placer. Mikel me clavó dos dedos en ese instante. Yo empecé a disfrutar de las atenciones de él, pero si lo hacía no veía bien las evoluciones de los otros, así que paré y coloque una silla de madera enfrentada a la cama, a unos cuatro metros, pero en la penumbra. Le pedí a Mikel que se sentara. No hubo más preámbulos, me senté encima de su polla y empecé a follar. Tampoco se quejó.

Estoy segura de que Ainhoa no fingía. La veía follar y era todo tan expresivo y natural que creo firmemente que cada vez que se intuía un orgasmo en ella, era real. Yo pensaba todo el tiempo que ella estaba rememorando cada una de las veces que había follado ese día con sus doce amantes. Cada vez que ella se corría yo me ponía más cachonda y follaba de forma más dura a Mikel. Al de dos o tres orgasmos de Ainhoa, Mikel se corrió. Yo me di prisa en recuperarlo, jajaja. Le quité el condón y con la boca hice posible a toda velocidad ponerle otro. Se lo puse y volví a lo anterior, a follarle sentada a horcajadas sobre él, mirando a Ainhoa y a Rafa. Poco después, demasiado poco para mí, Mikel volvió a descargar dentro de mí. Esta vez, yo me sentía más cerca y provoqué mi propio final. En cuanto intuí que él iba a correrse, me empecé a masturbar muy fuerte. Casi en el momento que terminaba el orgasmo de Mikel, empezaba el mío. No deje de mirar a Ainhoa mientras me corría. En realidad en ese momento miraba como ella le hacía una mamada. Me corrí y justo después lo hizo Rafa en la boca de Ainhoa. Me dio tanta envidia que volví a ponerme de rodillas ante mikel y a saborear su semen. Después le pedí que se fuera y me quedé sentada en la silla viendo como mi amiga volvía a follar a Rafa mientras me masturbaba.

Relatos eróticos breves.Where stories live. Discover now