Rafael. Maestro shibari.

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A Rafa y su doble personalidad.

No hay nadie que conozca a Rafa. No al menos del todo. La mayoría de sus amigos le describiría como un osito amoroso, un gigantón lleno de bondad y sin ninguna maldad en su corazón. Alguien alegre, empático, sociable y del Athletic, claro. Rafa trabaja en una gran fábrica a turnos y cuando no trabaja, sale habitualmente por el barrio, socializa, habla con todo el mundo y se divierte. También va a todos los partidos que puede a San Mames a animar al club de sus amores. Siempre tiene una sonrisa en la boca, el largo pelo rizado muy alborotado y buenas palabras para todo el mundo. En el trabajo es el mejor compañero que podrias desear, siempre dispuesto a echar una mano y colaborar en cualquier cosa que haga falta. No se pierde una comida del trabajo ni ninguna fiesta a la que esté invitado. Pero ese no es del todo el Rafa real. Ese Rafa trabaja casi todos los fines de semana, pero cada dos meses tiene doce días libres y es en esos periodos de tiempo donde aparece la parte oculta del iceberg.

Cada dos meses Rafa, el último día de trabajo, sale a las seis de la mañana y se mete en la cama sin poner el despertador. Suele despertarse a las tres de la tarde y tranquilamente come y se mete a la ducha. Se depila entero y se aplica cremas hidratantes con esencias sensuales. Rafa se mete en un traje hecho a medida de una marca italiana con sus bóxer negros de Armani, se perfuma y se peina el pelo hacia atrás con mucha gomina para coger el coche. El viaje siempre es el mismo, de Bilbao a Madrid.

No, no hay nadie esperándole en la capital, si acaso un amigo, que tampoco lo es tanto, Jaime. Rafa va directo y sin parar en ningún sitio, a un pequeño hotel de Colmenar Viejo, que regenta Jaime. Tiene reserva para todas las semanas libres que están marcadas en su calendario de trabajo. Siempre la misma habitación y el precio pactado de año en año. Rafa deja sus cosas en la habitación y cena en al bar del propio hotel con calma. No tiene ninguna prisa. Siempre hay alguien que se queda detenidamente mirando a Rafa, por su tranquilidad, por su imagen o por su embergadura. Rafa mide metro ochenta y cinco y pesa noventa y tantos kilos, pero no tiene grasa. En lugar de eso tiene la espalda de un campeón olímpico de natación. Pero las piernas de una mujer y por supuesto nada de culo. Rafa es una pirámide invertida, pero muy apuesto. A pesar de todo está concentrado, en mitad de una metamorfosis, mientras revuelve el café no mira a ningún lado ni a nadie. Tampoco el partido de la tele que Jaime ha puesto para joder. Está jugando su Athletic, pero a este Rafa eso no le importa. Cuando se siente preparado va a la habitación y con mucho mimo se coloca la corbata, repasa su peinado y hasta el afeitado de su cerrada barba, que lleva siempre apurada al máximo. Se perfuma y baja hasta su coche para adentrarse en la ciudad. El destino también es conocido, un bar. El primer día en la ciudad, en el barrio de Salamanca. Llega a las doce y media de la noche y solo pide un botellín de agua. Se sienta cerca de la puerta y espera a terminar de convertirse en Rafael. No le lleva demasiado tiempo y ya empieza a emitir sus señales. Diez minutos después de entrar al bar que está lleno de gente, Rafa sabe a que personas va a ver más tarde y a cuales no. Cuando se siente preparado sale y en unos metros entra en Divinis, un local de ambiente swinger con Spa. El primer día, o mejor dicho la primera noche siempre es la más tranquila. Rafa no paga entrada aquí porque es Vip. Entra y va a su taquilla, la misma siempre. Se desnuda completamente y coje un albornoz para moverse por las zonas comunes. Después va a la sauna. No le suele gustar empezar aquí, más bien usa este espacio para romper el hielo con la gente. En la piscina va adentrandose en su papel y no pocas veces, ha terminado esta fase de su circuito follando a alguna pareja. A él, a ella o a ambos. Más tarde suele ir al Jacuzzi que ahí si que le gusta hacerlo. Muchas veces este Jacuzzi se convierte en una bacanal, donde nadie sabe quien es pareja de quien o que mano te está tocando. O que polla acaba de embestir tu culo o tu coño. Pero es un circuito que a Rafa nunca le lleva más de un par de horas. Después va al bar y socializa. Habla con la gente y les instruye a los más nuevos. También les ofrece lo que muchos buscan sin saberlo. Mucha gente se mete en este mundo para salir de sus rutinas de pareja, sin saber donde se meten. Rafa es una institución y conoce la naturaleza de las personas. También conoce el ambiente más atrevido de la ciudad. Mañana no será un spa su destino, será una discoteca swinger y el nivel de las salas irá aumentando hasta el quinto día, la quinta noche, que es la última que sale del hotel. Ese día Rafa acude todas las veces a un club Bsdm y después pasa dos días sin salir del hotel antes de volver a casa. Esa noche es para la que Rafa se prepara mentalmente, las cuatro anteriores.

La cuarta noche, Rafa cena a las diez de la noche en el hotel y no sube a su habitación hasta una hora más tarde a prepararse. Después va a un bar cerca del centro. Después a la nueva pastelería. Tampoco paga la entrada. Los gerentes saben que Rafa trae aquí a más gente que toda la publicidad que hacen del local. Cuando Rafa entra imponente con su traje negro italiano, la gente le hace pasillo para no molestarle y él camina decidido recorriendo el local hasta que encuentra lo que quiere. Siempre hay alguien que le para para hacerle alguna proposición. Los que no le conocen, suelen pensar que es estúpido porque ni siquiera dice una palabra ante ellos. Para que Rafa te dedique una sola palabra en este local, antes te ha tenido que ver en acción. O directamente tu, haber sido el centro de sus acciones. Esta vez si que se detiene con Amanda. A pesar de que Amanda no tiene más que 32 años, se conocen desde hace mucho. Ella es Ama, dominadora o sádica. Pero cuando empezó a adentrarse en este mundo, fue Rafa el primer hombre que la sometió a ella y eso es algo que jamás olvidará. Eso jamás se olvida. Amanda está vestida con un body de cuero negro y una máscara también de ese material. Lleva una fusta en la mano y a su lado hay otra mujer que apenas se ve debajo de una caperuza roja con capa, que le llega hasta debajo de las caderas. No se ve nada más que pudiera llevar y tampoco si lleva máscara o no. Amanda es la que habla y a pesar de su rol, se humilla delante de Rafa y baja la cabeza antes de hablar.

Amanda-. Amo Rafael. Tengo un presente para ti.

Rafa levanta la cabeza de Amanda para mirarse a los ojos. Hay más calor en sus miradas que en un río de lava. Después suelta su barbilla e inmediatamente Amanda vuelve a humillar su mirada bajandola.

Amanda-. Esta Zorra es Ninfa. Necesita aprender a controlarse. Quiero regalartela por lo bueno que has sido siempre conmigo.

Rafa mira a la otra mujer detenidamente. Ella también está mirando al suelo y no se atreve a mirar a Rafa. Alrededor de ellos se ha creado una gran espectación y parece que hasta la música se ha apagado. Rafa no dice ni una palabra, pero Amanda le quita la caperuza de la cabeza y deja al descubierto una melena larga peinada en doradas trenzas que se asemejan al trigo en verano. Después de la barbilla levanta su rostro para que él pueda verla bien la cara. Es una muñeca, es preciosa. Tiene los ojos más azules que ha habido nunca en este local. Amanda sabe que a Rafa eso le importa menos que nada. Le quita la capa completamente. Todo el mundo que hay alrededor de ellos alucina con el cuerpo de Ninfa. Tampoco es lo que más le estimula a Rafa. Amanda obliga a Ninfa a girarse despacio delante de los ojos de él, que por fin Habla.

Rafael-. ¿ Quién es el sujeto?.

Amanda-. Ninfa. 24 años. Trabaja para mí y es indomable. Llevo semanas intentando que se centre, pero es incapaz. En cuanto la dejó sola, se va con los perros en celo y mira que se lo tengo dicho. Por eso la he puesto ese nombre. Es una zorra insaciable y ya no sé que hacer.

Rafael-. Y me haces una ofrenda con esa tara..

Amanda-. No mi amo. Te regalo a esta Zorra porque es insaciable y quiero que tengas el mejor material para tu obra. Ella es un lienzo de alta calidad.

Rafael-. ¿ Cuanta calidad?.

Amanda-. La he sometido más de diez horas sin descanso y al día siguiente la pillé follandose a un perro en celo, en el trabajo.

Lo que acaba de decir Amanda es lo primero que dice que ha provocado una luz en los ojos de él. Mira a Ninfa fijamente y empieza a verse excitación en él. Levanta levemente una ceja. El movimiento es tan leve que solo Amanda lo advierte por estar tan cerca de él. Amanda no soporta estar tan cerca de él sin consecuencias, después de aquel primer día. Ella sabe porque ha levantado la ceja y vuelve la mirada a Ninfa que está con la cabeza agachada y mirando hacia arriba a Rafa a los ojos. Amanda no se lo piensa y abofetea fuerte a Ninfa. En cualquier otro entorno esa bofetada sería hasta denunciable, por la fuerza, por la humillación. Aquí esa bofetada a abultado muchas braguetas y mojado coños. El de Ninfa ya lo estaba, pero lo ha aumentado. Se muerde el labio inferior volviendo a bajar la mirada.

Rafa-. ¿ Que quiere ella?.

Amanda-. He intentado que está zorra sea humilde, pero no lo he conseguido. No tengo tus habilidades mi amo.

La mirada de reprobaciin de Rafa a Amanda es dura. Mucho. Ella de pronto rectifica mirando al suelo. Sabe que él no quiere discursos quiere ir al grano. Amanda sabe lo que quiere Ninfa de Rafa y lo dice. Quiere " todo".

A Rafa le llama la atención y sus ojos ya no tienen una lucecita, ahora son dos punteros láser escudriñando el cuerpo de Ninfa. Por fin hace una especie de mueca que en realidad es su forma de asentir. Se acerca más a Ninfa. Es educado.

Rafa-. Hola Ninfa. Quiero hablar contigo en privado. ¿ Te importaría?.

Amanda se da la vuelta y comienza a caminar fluyendo encima de unos tacones negros de aguja de más de trece centímetros. Rafa se lleva a Ninfa a una barra y pide agua para los dos. Han dejado atrás sus roles y hablan directamente como cualquier persona. Los asiduos a este local saben que hoy va a ser una noche épica. Las señales son nítidas. El sudor en la piel de Ninfa y la excitación de Rafa podían ser, pero es más determinante el tiempo que están hablando y otro detalle. Después de los primeros cinco minutos, Rafa pide un botellín de agua cada poco y se lo da a ella, que lo bebe a toda velocidad. En realidad están negociando todo lo que va a pasar entre ellos dos, esta noche. Ya no volverán a hablar hasta que todo termine. Él puede que en algún momento se dirija a ella para darle alguna instrucción y ella solo podrá responder a sus preguntas, si las hubiera o decir la palabra de seguridad para que él, pare. Aquí no hay originalidad. Esa palabra es " rojo". Ella ha expresado lo que siente, lo que añora, lo que desea y lo que le gustaría. Ya no hay más negociación, se levantan los dos.




En la fase bondage del Bsdm hay algunas técnicas orientales que fueron adoptadas como propias. Tecnicas usadas para someter a los prisioneros, atándoles con cuerdas de cáñamo de unos ocho milímetros de grosor y ocho metros de largo. Hay que ir elaborando una red de cáñamo sobre la piel del sometido ejecutando precisos y complejos nudos, esactamente en puntos determinados del cuerpo que se tratan en otras ciencias como la reflexología. Esos nudos sobre puntos nerviosos afectan al sistema nervioso central provocando particulares alteraciones, pero además la presión de las ataduras está muy estudiada para multiplicar ese efecto a través del control de la presión sanguínea o de la propia oxigenación de la sangre, limitándola. ¿ Que es peligroso?. No sabéis cuanto, pero Rafa lleva más de treinta años estudiando esta ciencia y se le da de lujo. Con 18 años empezó en este mundo y ya tiene casi cincuenta.

Lo primero que ha hecho ha sido desnudar completamente a Ninfa. Se notaba ya la humedad de su coño. Antes de terminar su obra, cuando ya llevaba más de media hora ejerciendo nudos con infinidad de cuerdas sobre ella y ya no podía mover ni un musculo de su cuerpo, completamente sometida por las ataduras, él la ha elevado con ayuda de una chirricla que hay y una polea en el techo del local. El coño de Ninfa no estaba húmedo, chorreaba gotas abundantes al suelo y a pesar de que estaba muy roja y apenas podía respirar, en su cara había una sonrisa de felicidad infinita. Cuando ha terminado, ha girado su obra varias veces despacio y después la ha azotado un par de veces, no demasiado fuerte. Todos los presentes, que miraban atónitos los avances de Rafa sobre Ninfa, jurarían que han visto como ella se corría durante esa breve serie de azotes. La ha bajado y ha empezado a soltar cuerdas. Casi al final de eso, Ninfa ha mirado la bragueta de Rafa deseando tener el bulto que oculta ese pantalón ya, para ella. No debería haber hecho eso. Por supuesto mirar allí con la cara de vicio que lo ha hecho, porque se ha llevado un fuerte bofetón sin ninguna palabra de justificación por parte de él. Tampoco debería haber deseado ser penetrada por Rafa, que lo será más tarde por todas partes, pero cuando eso ocurra, no tendrá final. Rafa es capaz de follar a sus esclavos durante horas seguidas si le excita lo más mínimo. Ninfa no solo le excita, ella es la mejor sumisa que ha tenido en su vida y aunque sabe que queda mucho, no ve el momento de empezar a castigarla con la polla. Ahora toca ir al aspa. Esa extraña cruz roja que hay en estos sitios con anillas en los extremos para atar a las personas y que suelen estar rodeados de artilugios de tortura. Y de placer. Antes de que Ninfa pruebe dentro de su cuerpo la excitación de la polla de Rafa, tendrá que correrse mil veces y hacer que todo el mundo aquí, desee más y más. La experiencia de Rafa es garantía que desde que ate a Ninfa en el aspa, ella no dejará de tener un orgasmo cada menos de diez minutos, hasta que decida bajarse la bragueta y empezar a follar a su sumisa y para eso, quedan horas.



Amanda ahora se ha acercado a un sillón que hay cerca del aspa, de Ninfa y de Rafa. En el suelo a su lado, hay un hombre con un collar al cuello lamiendo los tacones de Amanda. Ella mirando a Rafa, como aplica placer en el cuerpo de Ninfa, retira la tira de cuero de su propio coño y se clava dos dedos disfrutando de la panorámica. Gime. Antes de que amanezca, Ninfa estará condenada por siempre a depender de este tipo de torturas o jamás volverá a desear este placer. Rafa culminará su obra en el cuerpo de Ninfa, también con el suyo propio y más que probablemente dejando dentro de ella la esencia de varios orgasmos con los que le ira regando desde en la boca, hasta los pies, pero siempre donde él intérprete que más placer va a hacer sentir a su sumisa. Amanda, es caso a parte. Amanda disfrutará viendo el placer en la cara de Ninfa, en la de Rafa, pero no renunciará a castigar a su perro cuando le plazca, a follase a quien desee o a masturbarse delante de todo el mundo, si es lo que le apetece.

Puede que mañana por la tarde, Ninfa se despierte en el hotel de Rafa, en su cama, pero si eso ocurre y hay sexo entre ellos, será completamente diferente a este. Sería extraño, porque Rafa solo se ha llevado dos veces a un sumiso a su cama. Hace muchos años a una joven modelo a la que bautizó, él mismo, como Amanda y un par de años después a un señor muy mayor al que todos llaman Yakota y que casi nunca se deja ver ya por estos ambientes por su avanzada edad. Rafa lo único que ve en las personas cuando es Rafael, es el interior más oculto, el que él mismo solo muestra cinco noches cada dos meses.

Relatos eróticos breves.Where stories live. Discover now