Capitulo II

58 4 12
                                    

Decir que Harry quería escalar al lugar más alto del Palacio y lanzarse contra el suelo, era una expresión demasiado suave al lado de lo que realmente tenía ganas de hacer.

Para su desgracia (y sorpresa), sería una completa falacia decir que absolutamente nadie en el salón lo estaba observando, algunos sólo por un segundo, otros miraban su cuerpo de manera minuciosa. Lord Styles podía decir que tanto hombres como mujeres lo estaban analizando de pies a cabeza y eso lo estaba haciendo entrar en pánico.

En palabras cortas, el Marqués estaba llamando la atención y lo único que quería era que lo sepultaran lo más rápido posible a tres metros bajo tierra. Sin el vestido, claramente, puesto que su hermana sería capaz de desenterrarlo, revivirlo y volver a asesinarlo si notaba que el vestido que había hurtado tenía siquiera una mancha.

-¿Lord Horan?- exclamó el rizado de manera suave, agudizando la voz gradualmente.

Frunció el ceño al no obtener ninguna una respuesta, así que, un poco incómodo y con dolor de pies debido a los tacones que llevaba puestos, levantó su vestido para no arrastrarlo y comenzó a caminar por todos los lugares en los que creía que podía estar su mejor amigo. Esfuerzo hecho en vano, puesto que Niall no se divisaba por ninguna parte.

-Me dejó solo -murmuró el rizado un tanto molesto -. El muy estúpido me dejó solo para ir a cortejar a otros seres humanos. Claro, prioridades.

El rizado movió sus manos exasperado y suspiró con cansancio mientras ponía los ojos en blanco. No entendía porqué estaba tan sorprendido; eso solía pasar frecuentemente.

Nuevamente tomó su vestido rosado y ya un poco más acostumbrado a caminar con tacones (torciendo un par de veces su tobillo derecho) se alejó completamente de la multitud, quedándose en la esquina más oscura del salón, donde se encontraba una pequeña mesa llena de bebidas y panecillos, los cuales hubiese consumido con impaciencia si no fuera porque aún sentía que si respiraba se iba a quebrar una costilla.

Después de unos minutos observando la comida con un poco de pena (realmente tenía hambre y todo se veía muy apetitoso), miró hacia el frente y se encontró con una visión que lo hizo poner los ojos en blanco por enésima vez en menos de una hora : Niall coqueteando casualmente con un mesero.

Para muchos el accionar del Duque era amabilidad pura, pero Harry conocía a su amigo más que a nadie en el mundo y tenía claro que sus intenciones eran de todo menos amistosas.

Otro suspiro escapó de sus labios puesto que la historia se repetía con vestido o sin uno: Se iba a quedar solo toda la noche... Como siempre.

Se cruzó de brazos casualmente y apoyo todo su peso en contra de una de las paredes del palacio, disfrutando de la vista. Las pinturas, llenas de verde, dorado, azul y colores pastel lo distrajeron de todo lo que sucedía a su alrededor y la marquetería color oro que adornaba cada puerta, ventana, techo y mesas era tan espléndida que era fácil perderse en los detalles.

La única vez que se distrajo fue cuando sintió que los murmullos en la sala crecían de manera gradual, haciendo que toda su concentración se dirigiera hacia donde todo el salón parecía mirar; había llegado su amiga, Juliette Adelaine Poisson, junto con su esposo y lucía dolorosamente espléndida.

Sonrío de lado y la miró un poco embelesado. Tenía una aura tan magnética que era difícil que cualquier hombre pudiera resistirse a mirarla siquiera por un segundo. Tal vez no podía ver su rostro completamente, pero lo poco que podía observar lo hizo suspirar.

Después de unos segundos mirándola se reprendió mentalmente.

"Está fuera de tus estándares, Harry, recuérdalo", se dijo con un poco de pesar.

Lady Styles [ Larry stylinson] Where stories live. Discover now