st𝗳𝗼𝘂𝗿: caos.

147 25 1
                                    


things get damaged
things get broken.

i thought we'd manage,
but words left unspoken...













──Oye, enano.

Siente que toman su hombro y lo sacuden, haciéndole salir del pequeño boceto que trazaba apenas con un lápiz sin punta casi y en una hoja casi totalmente arrugada.

Él levanta la vista, encontrándose con Argyle y una chica vestida y de cabello negro corto, que sostenía suavemente su mano y que lo miraba con una expresión de tranquilidad y pacifidad que, realmente, le tensó.

Mira al peli-largo, esperando a que prosiguiera con su hablar.

──¿Serías tan bueno de salir de acá e irte a pasear por ahí un rato?

Frunce su ceño y abulta los labios; no le complace que le estén informando que van a hacer cositas en esa camioneta y que después tenga que subirse de nuevo a ella.

──Bueno pero-...

──¡Gracias! ──interrumpe con su lenta alegría de drogado──. Eres más simpático que tu otro amigo páliducho.

Acto seguido, lo toma del brazo y lo hala hasta que _____ sale casi cayéndose contra el suelo, de no ser porque la misma chica lo toma unos segundos antes de meterse a la camioneta con Argyle, cerrándole la puerta en la cara.

Suspira: en ningún lugar de esa maldita travesía a sido capaz de estar gusto.

Deja la hoja y el lápiz en el suelo, ordenándose la ropa y sacudiéndose la tierra, caminando lentamente y murmurando incoherencias de la pura rabia.

Se sienta en la pandereta a regañadientes, llevándose las piernas al pecho y abrazándolas, apoyando su mentón en sus brazos y suspirando, enojado.

Al parecer el número que descubrió no llevaba a nada directamente, pues al llamar, solo se escuchó un ruido extraño y electrónico. Parecido a los ruidos de la Atari. Pensaron que se trataba de algún código o una máquina que hablaba en Morse o Binario. No lo saben. Nada es seguro.

Pero los chicos llegaron a la conclusión de que debían decifrar ese código y al hacerlo los llevaría a la dichosa Nina.

Y como ninguno de ellos sabían o tenían los medios para hacerlo, debían atravesar el país para ir a ver a la única persona que conocían en la faz de la tierra que sabía cómo hacerlo: Suzy.

Llegaron como pudieron, con el ánimo que se pudo caldear en el auto y con un dolor de cabeza por el calor y el hambre.

Finalmente, él, sintiéndose tan ensimismado por todo lo que llevaba sintiendo, el estrés y los nervios de todos sus pensamientos, dijo que mejor se quedaba en el auto. Desde afuera se escuchaba todo lo que pasaba adentro de la casa, por lo cual para no estresarse más, se quedó afuera.

Pero claro, después llegó Argyle y lo mandó a la calle a sostener su estado de emocional como podía.

Sigue teniendo esos sueños. Seguía viendo a la gente en algún lugar aleatorio, con las extremidades dobladas, la mandíbula corrida y los ojos hundidos, con la piel bañada en brillo ensangrentado.

√ | ✮⋆˙ 𝓡 aro pero 𝓾́𝓷𝓲𝓬𝓸  ━ 𝐌𝐈𝐊𝐄 𝐖𝐇𝐄𝐄𝐋𝐄𝐑.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora