Primera Cita

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Había olvidado lo que era dormir con pañales. O como lo llaman los comerciales en la televisión para que los adolescentes no se sientan mal "Protección Para Las Noches". Damián despierta mojado luego de varios días durmiendo seco. El mismo sabe cuándo hacerse encima y cuándo no.

Por su parte su mejor amigo sigue durmiendo al lado de él usando la misma protección para las noches que él. Levanta la sabana para comparar a quién de los dos le luce mejor y es obvio que a un chico tan atlético como él le queda todo mejor que a un escuálido patas largas que no puede correr ni cinco minutos sin perder el aire.

Sale de la cama para empezar un nuevo día. Esta vez el día parece radiante como la luz del sol que entra por la ventana. Son las nueve de la mañana y aquella estrella tan brillante ilumina más que otros días. Separa las cortinas para que la potente luz ilumine el rostro de aquel perezoso que sigue durmiendo.

Su broma surge efecto haciendo que Gerardo trate de cubrirse con la sábana, pero Damián se la arrebata para que no pueda seguir disfrutando de aquella cómoda cama "Ya despierta huevón. Tenemos muchas cosas que hacer hoy".

Presionado por el anfitrión del lugar, el invitado trata de despertarse, mientras se encuentra sentado a la orilla de la cama, entrando en razón para empezar aquel radiante día. Observa sus piernas casi desnudas, dándose cuenta que estaba vistiendo un pañal. Había olvidado que anoche durmió con eso puesto.

Voltea a ver a su mejor amigo quien también luce la misma prenda. Nota que a pesar de estar vistiendo el mismo producto, él de Damián luce distinto, un color más amarillento y algo pesado.

"¿Te hiciste pipi?" Pregunta algo sorprendido.

"Pues claro. Que hueva pararse al baño si tengo un pinche pañal puesto. Además ¿Qué me andas viendo ahí abajo? Déjate de mariconadas y apúrate, tenemos muchas cosas que hacer hoy". Exclama apurado Damián, mientras se quita su calzón de plástico húmedo y se lo avienta a Gerardo quién intenta esquivarlo pero le cae en sus piernas. "Si tanto te llama la atención verlo, ahí lo tienes. Pero en serio a darse prisa".

Sabe que a su mejor amigo le gusta tratarlo de esta manera, sin embargo algo en el hoy se siente distinto. Damián es de las personas que no le gusta estresarse, así que ¿Por qué tanta la urgencia de empezar el día? Usualmente cuándo se quedan a dormir juntos, esperan hasta medio día para levantarse.

Esta mañana cada quien toma un turno para ducharse. Damián le entrega su ropa seca. Tira los pañales sucios a un cesto de basura escondiéndolos de los adultos, prometiendo que ninguno hablará con alguien más del tema. Una vez listos, salen de la habitación.

Mamá ha preparado de comer algo delicioso para su pequeño y su amiguito. Luego de varios días, Damián esta de regreso en la mesa usando su celular mientras consume sus alimentos. A papá no le agrada que haga eso, pero ahora hay invitados no puede tratarlo como el niño grosero que se esta comportando.

A la familia Alvarado siempre le gusta recibir la visita de Gerardo, agradece por todo e intenta ayudar en todo lo que pueda. Claro que la señora Alvarado nunca lo permite, pero se siente complacida de que un joven tan amable sea amigo de su hijo.

En la tarde van a un centro comercial sin la supervisión de los adultos. Aún Gerardo no sabe lo que planea su mejor amigo, pero ha prometido estar con él para que se sienta mejor. Con la autorización de sus padres tiene el fin de semana para compartirlo juntos.

Entran a una tienda de ropa, Damián busca algunas prendas. Él siempre trata de estar a la moda o en su defecto imponer la propia. A Gerardo le gustaría tener un estilo propio, verse mejor sin tener que usar la ropa que le heredan sus familiares o las baratijas que consigue su mamá en los tianguis.

Detrás De La Puerta CerradaWhere stories live. Discover now