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Akira.

Me derrumbé en sus brazos.

No aguanté más.

No le dije nada.

Él solo se quedó conmigo.

Acompañándome en ese horrible momento.

Aunque no lo esperé.

Él lloró conmigo.

Me causó algo en el pecho verlo llorar. Sentí culpabilidad por hacerlo llorar.

Jamás lloró así conmigo.

Y ese solo detalle me hace amarlo más.

No sé en que momento nos quedamos dormidos.

Abrazados.

Quedé demasiado mal por la hipótesis de Alan...

Agradezco tener a Damon a mi lado.

A pesar de todo lo que pasó antes.

Siento que de algún modo estaría perdida sin él.

Me levanto de la cama y salgo por la puerta.

No puedo dejar de pensar.

¿Por qué no me buscó?

¿Por qué...?

El estrés me tiene mal.

Muy mal.

Salgo de la habitación tan rápido como puedo.

Nilo se fue con su abuelo para poder salir a hacer mis propias investigaciones. No confío en que los demás lo hagan.

Tengo que hacerlo yo.

Y no le puedo decir a Damon.

No quiero estresarlo más con su trabajo. Que cabe mencionar, que ha estado complicado, ya que, la casa del capo de la mafia francesa se ha incendiado, y como Damon tiene una venganza personal por cumplir. Necesita que esté viva esa familia para hacerlo.

Aún no se ha reportado ningún muerto. Pero tampoco ningún vivo.

Por eso haré esto sola.

Yo puedo hacerlo.

Necesito hacerlo, para por fin dejar todo atrás.

Damon.

Me despierto, pero no abro los ojos. Levanto mi mano hacia un lado para atraer a Akira a mí. Pero no me encuentro con nada.

Me siento en la cama rápido. Buscando con la mirada a mi mujer.

No está.

No hay ningún rastro de ella.

Me levanto tan rápido como puedo y salgo de la habitación.

—¿Akira?—Llamo.

Pero mi voz hace eco en la casa.

Joder...

Esta mujer no está.

Y viendo que los idiotas de sus guardas espaldas si están...

Significa que salió.

Y lo hizo sola.

Busco su nombre en mi celular y llamo.

Suena una.

Dos.

Tres veces...

Y nada.

Joder...

La última vez que salió sin seguridad. El tio de la loca de la china la secuestró. Y le hicieron perder la memoria.

Tengo trabajo que hacer.

Pero a la mierda.

Camino de manera rápida al garage y veo cuál es el auto que falta.

Bingo.

Falta el tesla negro. Su favorito.

Dado que es su favorito. Mandé a colocar un chip de rastreo. No pensé que lo ocuparía, pero ahora es lo único que me permite sabe si está bien. Y en donde está.

Dominame [Segundo Libro]Where stories live. Discover now