Ariana Grindelwald, una chica bruja de la alta sociedad que intenta vivir con la presión de ser hija y nieta de dos magos extraordinarios, ella intenta demostrar que es digna de poseer dos grandes apellidos.
A medida que crece conoce a Tom Riddle qu...
Habían pasado los días y los rumores de que Harry era el heredero de Slytherin se habían extendido por todo el castillo.
Todos le temían y nadie se atrevía a acercarse, más que sus amigos y yo, cuando tenía la oportunidad.
En varias ocasiones intente hablarle, sin embargo este se mostró un poco distanciado y me dijo que estaría bien. Supuse que quería su espacio y así lo hice.
Mientras tanto, Tom no estaba tan bien, el me había dicho que le había contado a Matheo, aunque no me lo dijo, sabía que estaba asustado, sabía que no quería ser como su padre.
Y a pesar de todo eso, habia logrado arreglar las cosas con el.
Tom Riddle y Ariana estaban sentados en la sala común, ambos en rotundo Silencio.
El frío se espandia en la habitación, pues estaba nevando, y lo único que los reconfortaba era la presencia del otro, y el suave sonido de la chimenea, quien hacía lo posible para disminuir el frío.
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Era media noche, Ariana había estado leyendo toda la tarde, y mientras estaba terminando de escribir una carta para su abuelo, se percató de la presencia de unos pasos que eran determinados y sutiles, ella sin levantar la vista, supo de inmediato que se trataba de Tom.
Ella había memorizado el sonido de sus pasos, y aunque cualquiera lo tomaría como algo raro, a ella no le parecía extraño en absoluto.
Este sin percatarse de la presencia de la ojiazul, se sentó en uno de los elegantes sofas, mientras su vista se mantenía perdida, viendo la madera quemándose en la chimenea.
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Ariana había estado observandolo desde lejos, pues este se había encargado de alejarse de todos, preocupandolos, pero si embargo no podían hacer nada, y tampoco se arriesgarian a que los embrujara.
Ella había permanecido lejos pero cerca de el, asegurándose de no incomodarlo pero tampoco dejarlo solo. Tom Riddle lo sabía, el no era tonto, ni mucho menos, no por nada era el mejor se la clase junto con ella claro.
Solamente que no se molestó en alejarla más, como lo había hecho con otras personas.
Por qué digo otras personas? bueno, hace unos días el le había gritado a Delphi Lestrange que se alejará, pues está no había parado de seguirlo y agobiarlo en cualquier lado que iba.
Tom Riddle era un chico verdaderamente equilibrado, que no se quebrara ni se estancaba en ninguna situación o alguna inquietud, ni mucho menos explotaba, al menos no lo demostraba, pues para el era demostrar su punto débil.
Volviendo con lo otro, este sorprendentemente habia estallado en cólera por el continuó comportamiento de la mencionada (aunque no tan sorprendente)
Luego de haberle gritado frente a todos, su rostro cambio a uno que era de profundo cansancio y frustración y sin decir o hacer más, salió rápidamente del lugar dejando a todos sorprendidos.
Lestrange permaneció atónita por lo ocurrido, y aunque claramente no le afectó mucho el hecho que había sido prácticamente humillada frente a todo el comedor, ella estaba más enfocada en descubrir la manera de estar al lado de Tom, quien a este punto no sabía que más hacer para que ella se alejará.
Lestrange permaneció unos minutos asi, para después gritarle a unos pobres estudiantes que pasaban por ahí y ordenarle que desaparecieran, pues no tenía nada que hacer ahí.
Luego se fue.
Ariana habia presenciado todo, ella no se asustó, sabía que en cualquier momento el iba a a pasar.
Ella decía que si guardamos todo lo que sentimos habrá un momento que no nos quedará más espacio y exploraremos en el peor momento.
Ella sabía que probablemente el volvería a alejarla si está se acercaba sin embargo no le importó las constantes recomendaciones de Pansy.
Ella lo busco donde sabía que estaría, La torre de Astronomía.
Al llegar, se encontro a Tom, quien contemplaba el paisaje, mientras trataba calmarse.
—No deberías estar aquí—Hablo el mayor de los Riddle fríamente sin ver a la pequeña Ariana que se estaba preparando mentalmente para cualquier cosa.
—Lo se, pero... Me evitaste durante semanas y...—Este suspiro fuerte.
—Tom...No estas bien—El no se atrevió a mirarla.
—Lo estoy, solo necesito estar solo—Respondió de la misma manera cortante.
—Te equivocas Tom, si sigues alejando a todos vas a undirte más y...se que no estás bien, se que te afecta mucho...Pero—El la volvió a ver con esos ojos que hace mucho tiempo ella no veía, esos ojos que tenian frialdad, indiferencia y un toque de arrogancia, aunque también esos ojos llenos de ansiedad y frustración.
—Tu no lo sabes Ariana—Ella bajo la cabeza intentando encontrar las palabras correctas.
—Quizás tengas razón, no sé cómo se siente, aunque no tengo dudas de que eres una buena persona Tom—Ella se acerco cuidadosamente hacia el, y aunque este retrocedió ella no se detuvo.
Ella se posicionó a su lado mientras ponía sus manos en el barandal.
—Eres una buena persona que le han pasado cosas malas—Se limitó a decir la castaña.
El pelinegro levantó la cabeza sorprendió por sus palabras, pero claro, estamos hablando de Tom Riddle, es obvio que no lo demostraría.
¿Como es que ella siempre sabe que decir? ¿como es que ella puede romper cualquier barrera? y peor aún ¿como es que siempre sabe lo que pasa?
Esas preguntas no paraban de aparecer en la cabeza de Tom.
Sintió una vibración eléctrica en el cuerpo, sensación que jamás había sentido, talvez era el estrés, se dijo así mismo.
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—Eres una increíble persona Tom, solo...No dejes que la oscuridad te consuma—Ella tuvo la intención de abrazarlo, sin embargo se detuvo al recordar que este odia el contacto físico y se fue.
Por primera vez el maldijo que ella se detuviera, al fin y al cabo, el era solo un niño que quería sentirse seguro.
