𝟐𝟓

261 50 28
                                    

Cross lloraba, lloraba mucho

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cross lloraba, lloraba mucho.

Habían pasado semanas, casi un mes desde que había formalizado su relación con Dream y no estaba feliz.

Si pudiera decir cuál fué la peor decisión de su vida, entonces sería esta sin dudas.

— Limpiate esas lágrimas y deja de llorar. — El rubio manejaba con un rostro de disgusto y enojo.

— No puedo... — Sorbia su nariz mientras intentaba limpiar esas lágrimas con sus propias manos.

— No fué para tanto. — Rodó los ojos.

— Me dolió... — Dijo entre titubeos, su brazo le dolía.

Hace una hora Cross se había topado con un amigo cercano, Epic era el amigo más íntimo que tenía, con él había la suficiente confianza como para tomarse de la mano o darse besos en la mejilla solo como un juego.

¿Lo malo? Dream los vió.

Cross fué jalado con intensidad y fuerza del brazo, tanto que sentía como sus huesos podrían crujir en cualquier momento, era tan aterrador y vergonzoso ser trato de esa forma en público.

Eso nos regresa al presente.

— Es tú culpa, no sé porque te estabas tomando de la mano con ese tipo.

— ¡Era mi amigo!

— ¡Los amigos no se besan! — Suspiró. — Ahora todos pensarán que mi novio me es infiel, gracias Cross.

— No me gusta ser tú novio, eres muy malo... — Aún gritaba su brazo, probablemente le dejaría un buen moretón, no era la primera muestra de agresión y violencia que había recibido, se había manifestado con gritos o amenazas, pero esta era la primera vez con daño físico.

El soñador paró el auto y sin pensarlo tomó del rostro al albino con fuerza. — Escúchame. — Su mirada era tan fría que provocaba escalofríos. — Seré tu novio quieras o no, porque estás obligado, no te queda de otra, así que vive con esto o muerete, ¿Entendido cariño? — Dejó un pequeño beso en su frente.

— Si... — Cross se resignó muy rápido, pues era verdad, no tenía de otra.

— Bien. — Siguió conduciendo, a Dream no le provocaba ningún tipo de celos aquel chico, solo temia que su reputación fuera dañada. Odiaba que las cosas no salieran como quisiera. — Quita esa cara, te compraré algo lindo. — Pero también sentía culpa muy en el fondo. — ¿Qué te gustaría?

El menor tomó con fuerza el cinturón de seguridad con nervios mientras se encogía en su propio asiento aún con las mejillas mojadas de lágrimas. — Ropa.

No le gustaba que la gente gastará dinero en él, pero tal vez esta era la única muestra de afecto que podría recibir, entonces siempre aceptaba ir de compras.

𝕮𝖔𝖓𝖊𝖝𝖎𝖔́𝖓 Where stories live. Discover now