Si a Hongjoong le hubieran dicho que cuidar de un bebé como lo era su pequeño wooyoung era facil. Perfectamente se estaria riendo en su cara.
Su pequeña masa de grasa, era el dolor de cabeza de ambos padres primerizos. Ahora, como seria cuidar a un...
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Todo debía de estar perfecto. Desde el color de los manteles hasta el detalle más minimo de la silla. No podían haber errores en aquella preparación, había mucho tiempo invertido entre la tematica, la comida que se serviria, incluso hasta la música había sido hablado de forma detallada, para que fuera la correcta tanto como para los adultos como para los niños. Nada debía de salir mal aquel día.
Era 26 de noviembre. Wooyoung estaba cumpliendo cinco años ese día y ellos como sus padres claramente le iban hacer la mejor fiesta de cumpleaños a su no tan pequeño Bebé. Realmente sus cumpleaños siempre fueron mucho más familiares, cosas entre los tres o de vez en cuando sus amigos y claramente el pequeño de ellos. No eran cosas extravagantes, despúes de todo, su bebé amaba pasar tiempo en familia y disfrutar de un buen pastel casero hecho por su papi que estar repleto de cosas inecesarias.
Pero este año sería diferente, despues de todo Wooyoung estaba en su ultimo año del kinder antes de pasar a la basica, claramente el niño era sociable y no había dudas de que la mayoria de los niños de su salón se habían convertido en sus amigos, a tal punto que había sido el mismo pequeño que había llegado de la nada una semana pidiendo permiso de que en su cumpleaños pudiera invitar algunos de ellos para comer el delicioso pastel de su papi.
Ambos habían estado de acuerdo ante la inocente petición, de igual forma su pequeño nunca pedia cosas, de hecho, solia ser timido en esos aspectos y siendo mayormente Hongjoong que terminaba prestando atención a sus pequeñas miradas a ciertos juguetes, juguetes que al final iban a las manos del pequeño. Así que, cumplirle aquel deseo de tener una pequeña fiesta de cumpleaños era lo de menos.
Si no fuera por que ambos padres se habían tomado aquella petición como una demostración de los geniales que podrian llegar a ser con el niño.
No sabían bien que hacer desde un principio, las ideas eran muchas e incluso le llegaron a cuestionar al pequeño San en uno de esos domingos, lamentablemente su respuesta infantil fue que Wooyoung amaba los besitos babosos y los juegos de espia, por lo que quedo descartado por completo. Al menos hasta que pudieron ver al menor jugar sobre los pobres sillones, con un muñeco de león y el peluche bastante destrozado del perro, ahí, llegaron a la conclusión de que el cumpleaños de su bebé debía de ser en el zoológico.
Había sido complicado obtener aquel lugar por completo para sus invitados y mucho dinero sobre todo. Pero al menos, lo habían conseguido, incluso habían logrado arrendar varias zonas de actividades y un gran paseo por el lugar. De la comida había sido un poco más dificil, ultimamente Wooyoung había negado muchos alimentos, siendo mucho más cerrado, por lo que tuvieron que recurrir a pequeños snacks y postres que el menor le gustaran, como las galletas rellenas, las palomitas y el algodón de azúcar, sin olvidar los picados para los adultos y claro, el pastel de vainilla con crema y frutillas, por que al parecer su pequeño había obtenido tenerle asco al dulce del chocolate.
