» 𝘓𝘢 𝘳𝘦𝘣𝘦𝘭𝘥í𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘫𝘶𝘳𝘪𝘢 🌬️ +18 || Lizkook

Capitulo uno

El viento sopla en la noche gélida, los cuerpos con vestidos femeninos y caros son los que más frío poseen. Algunos observan en los balcones y otros bailan en la pista de la mansión.

La señora Manobal estaba muy contenta, observa atenta el baile de su hijastra mientras tomaba de un Whisky que su esposo le ofreció con la intención de embriagarla.

Lisa los observa desde la primera mesa, ellos se encuentran en la mesa de la mitad. Un ojo para su amante y el otro para su madre, que sonríe mientras bebe dichosa.

Lisa pone los ojos en blanco y sale al balcón, observa las estrellas y varios de los invitados que estaban en los demás balcones se entran. Todos le tienen miedo a Lisa, y a la vez admiración.

Lalisa Manobal, la hija de un matrimonio forzado, es hija única y sufrió la muerte de su padre cuando cumplió los veinte años. Al parecer su madre tenía una amante, porqué cuando su padre murió ella no esperó ni siquiera un mes y a la semana trajo a su amante a la casa.

Desgraciadamente, el nuevo novio de su madre tenía una hija. Lee Ji- Eun. Aquella que se iba a convertir en su hermanastra.

No se llevan bien, pero tampoco mal.

No sé topan, siempre se ignoran a menos de que las pongan a hacer algo juntas, que casi nunca ocurre. Se casaron a la tercera semana que su padre había muerto, eso fue muy hipócrita por parte de Chitthip, pero a ella no le importaba.

La familia de su padre había tomado distancia con su madre, incluso con ella después de eso, sin embargo, aún guardaban amor hacia Lisa porqué total, ella no tiene la culpa.

La madre de Chitthip también se había sentido traicionada y muy avergonzada por lo ocurrido con su hija, pero no pudo detenerla porque la boda parecía ya haber estar planeada.

Hace muy poco la hija de Lee Jin- Kook la había comprometido con el hijo del billonario Jeon Doyun, y aunque al principio Ji- Eun se habia negado, tuvo que hacerlo. No obstante, al ver la belleza del divino hombre no se pudo resistir y olvidó completamente que se había negado y acepto completamente.

Sin embargo, Lalisa no estaba demasiado contenta por eso. Hace unos dos meses había estado saliendo a escondidas con el mismo hombre, aquel que la trataba como una reina. Aunque antes de que lo comprometieran con Ji- Eun, él había estado muy extraño con Lisa, como si ya supiera que lo iban a casar obligatoriamente.

Cuando Lisa estuvo presente en la propuesta de matrimonio, que era una cena muy sutil en uno de los restaurantes más caros de su padre, ya que, ahora su madre era la dueña de todos los lugares que mi padre había dejado. Y a Lisa se iban a pertenecer el día que se casará, sin embargo, ella aún no quería hacerlo y no le preocupaba tener aquellas herencias, así que no lo hacía.

Verlo sentado al lado de Ji- Eun, fue como una puñalada en su pecho, intentaba no verlo a los ojos, pero fue imposible no hacerlo. Estaban frente a frente.

No habían vuelto a cruzar miradas, ni siquiera un saludo, estaban demasiado distanciados. Y ahora que planeaban enviar a Jungkook a la mansión Manobal, estaría en graves problemas.

En estos momentos estaban celebrando la boda, estaban en la fiesta de celebración, intenta no verlo bailar con aquella pelinegra pero es tan difícil.

Por eso había decidido salir al balcón, para desahogarse allá, mientras ve las estrellas y se pregunta porqué su vida era tan mierda con ella.

Puede imaginarse a su padre en las nubes y sonríe.

Un escalofrío la recorre al sentir una presencia a su lado y cuando observa de reojo puede ver la sonrisa del mismísimo demonio.

— No haz pronunciado ninguna palabra en está semana, Lisa, ¿Pasa algo? —Pregunta, Lisa se siente tan mal en esos momentos que desvía la mirada al lado contrario de donde estaba el pelinegro.— Lisa

— No me toques —Masculla alejándose al sentir sus dedos tocar su hombro, el hombre comprende y se aleja.— Eres un insolente —Le dice con rabia, con rencor, con odio.

— No me haz dejado ni siquiera explicarte, Lalisa —Intenta decirle, pero Lisa niega, se rehúsa a escucharlo.

— No necesito explicaciones, Jungkook —Le dice, sintiendo aquella sensación de enojo y tristeza juntas.— Solo necesitaba que me dijeras la verdad —Murmura— Cuando te pregunté si algo pasaba, me hubieras dicho, no te hubieras quedado callado negando todo —Se desespera enojada, expresando su resentimiento hacia él.

— No quería angustiarte-

— Era mejor estar angustiada en esos momentos, a estar como me siento en estos momentos... —Murmura intentando tranquilizarse— Traicionada...

— Lisa escúchame, yo-

— Vete al carajo —Masculla y se da la vuelta para salir del balcón, pero antes voltea la cabeza para decirle.— Espero que sean muy felices —Murmura.

Todos observan como la pelinegra sale de la mansión, con su hermoso vestido largo ceñido a sus caderas, mostrando su delgada figura y pequeña cintura.

La señora Chitthip también la observa, pero no va tras de ella, simplemente sigue bailando con su esposo.

Y Ji- Eun ahora estaba en la cocina comiendo a escondidas una rebanada de pastel, ya que, su estilista le tenía prohibido comer pastel. Estaba pasadita de peso.

Casi llorando Lisa se monta a su carro y en el volante se desahoga llorando. Es importante hacerlo, porqué tiene que sacar todo el odio que tiene por dentro y no se puede permitir tenerle odio a Ji- Eun por un hombre. Por aquel hombre.

Dios, aquel hombre que con solo rozar su piel la ponía tan caliente.

Aquel hombre que siempre la había hecho sentir como una mujer.

Qué la trataba tan bien.

Y tan mal.

Maldito hombre, ojalá...

— ¡Maldito seas, Jeon Jungkook! —Grita llorando, pegándole al volante. Pega su frente al volante y solloza. Levanta la cabeza y baja el espejo para retocar su maquillaje y quedarse a reflexionar unos momentos.

Baby_Writer