— ¿Crees que es chistoso, Lalisa? —Le pregunta molesto, Lisa estaba cruzada de brazos incrédula, no podía creer que había ido ebrio a las cinco de la mañana a tocarle la puerta del apartamento.
— ¿Crees que es chistoso lo que estás haciendo? —Le pregunta ella aún más molesta— Mira las horas que son, lárgate de mi casa.
— También es mi casa —Refuta molesto, Lisa resopla e intenta cerrarle la puerta en la cara como por cuarta vez pero él vuelve a interponerse.— Déjame entrar...
— No, vete.
— ¿Estás con ese idiota? —Pregunta— ¿Ya me cambiaste, Lalisa? —De pronto su voz se quiebra y empieza a sollozar llorando.
Lisa se maldice, sabe que puede ser más mierda de lo que piensa pero en esos momentos no podía dejarlo afuera.
Y para aumentar su dilema empieza a llover fuerte, mientras el sol empieza a salir, Lisa se maldice en voz baja y suelta la manija de la puerta para entrar a Jungkook a la casa.
Cierra la puerta y lo sienta en el sofá.
— ¿Dónde demonios estabas? —Le pregunta molesta— Mírate como estás, pareces gallo de pelea —Dice.
Lisa busca en los gabinetes el hervidor eléctrico para calentar leche y darle, lo conoce perfectamente, sabe que eso lo calma.
— ¿Dónde dejaste a Ji- Eun, Jungkook? —Pregunta— ¿Cómo eres tan descarado para venir a buscarme y dejar a tu esposa sola en casa con este-
— No me hables de ella —Dice, notandose el fastidio con el que lo pronuncia. Lisa se calla y calienta la leche.
Para luego caminar y dársela a Jungkook en una de sus tazas, las cuales tiene allí. Jungkook sonríe y la toma de un solo sorbo, Lisa recibe el vaso limpio y va a lavarlo.
Mientras lo hace Jungkook se levanta para sacar un cigarro y fumarlo afuera. Lisa al ver lo que planea hacer limpia la espuma de sus manos y corre a él para no permitirle que abra la puerta.
— Ya estás aquí, no voy a permitir que te vayas —Le dice cruzándose de brazos mientras se interpone en la puerta, Jungkook sonríe.
— Entonces, ¿Me vas besar? —Pregunta con descaro, Lisa tuerce los ojos.
— No. —Dice seria— ¿Por qué debería hacerlo? —Pregunta curiosa aunque se mantenga seria, como si estuviera enojada.
— Porqué no me dejas irme —Dice, Lisa resopla y toma aire mirando hacia otro lado.
— Te estoy cuidando, ¿Para hacerlo tengo que besarte, Jeon? —Le pregunta, Jungkook no expresa nada y Lisa respira fuerte nuevamente. Lisa lo toma de la mano y lo arrastra a la habitación, dónde lo lanza a la cama.— Duérmete, debes descansar.
Jungkook cierra los ojos dejándose llevar por aquellas delicadas manos de Lisa, la amaba tanto que no quería permitir que se alejara.
— Te amo —Murmura, Lisa tuerce los ojos mientras le desabrochaba la camisa. Tiene que admitir que estaba muy guapo hoy en el restaurante donde se lo encontró, lucía muy hermoso.
— Como sea, duérmete. —Le dice mientras sigue quitándole la ropa para ponerle un pantalón cómodo de pijama.
— Bésame, te necesito —Suplica en susurros, Lisa lo ignora mientras le quita los zapatos y los deja a la entrada de la habitación. Siempre ha sido una chica muy organizada y no le gusta ver todo a la maldita sea.
Lisa va al baño y se lava la cara, trayendo un palito para limpiar su rostro. Estaba sudando y no quería dormir con él así.
Mientras lo limpia, Jungkook intenta acariciar su mejilla, sin embargo, ella le da manotazos para quitar su intensa mano.
— Basta, Jungkook —Masculla— Quédate quieto —Ordena molesta, Jungkook sonríe leve.
— Te ves tan tierna cuando te enojas, Lili —Susurra, Lisa se sonroja. Y no lo hace por lo que dijo, sino por como lo dijo. Su debilidad siempre ha sido escuchar a Jungkook susurrar, y más cuando lo hace en su oído.
Recuerda en sus momentos más íntimos, dónde le susurraba cosas sucias para hacerla mojar más y poder meterle los dedos, porqué siempre ha sido un maldito ninfómano... Y bueno, ella también, entonces no lo culpa.
Pero mierda, ¿Cómo iba a resistirse en esos tiempos? Si tiene sus dedos gruesos y largos como a ella le gusta, sus venas se marcan mostrando su masculinidad y es tan fuerte que puede romperla con la mano.
Ahora se resiste porqué ahora está casado, pero puede sentirse caliente al sentir sus debilidades nuevamente. Extraña tanto coger con él.
— Jungkook —Menciona con los ojos cerrados— Quiero que intentes dormir, ¿Sí? —Pregunta, Jungkook sonríe.
— Tengo frío —Vuelve a susurrar y maldición, Lisa estaba muriéndose. Ya podía sentir lo suave de su coño, estaba tan mojada.— ¿Por qué no me abrazas y me trasmites calor?
Sigue susurrando, porqué aunque esté ebrio, es astuto, es inteligente, sabe lo que hace y lo que provoca. Es un cabrón que busca sexo y recuperar lo que sinceramente es suyo, lo que siempre le ha pertenecido.
— ¿Te traigo una cobija térmica? —Pregunta inocente. Mentiras, se burla de él.— Me parece que tengo una en el armario...
Lisa camina al armario y saca una gran cobija térmica. Jungkook está completamente serio.
— Con esa cobija podemos arroparnos los dos, ¿No crees? —Pregunta coqueto, aún intentando estar aún más cerca de ella.
Lisa resopla.
— No, tengo calor y eso me mataría del sudor —Se excusa— Dormiré con una sábana a parte...
— ¡Mierda Lisa! —Exclama Jungkook molesto, asustando a Lisa por lo instantáneo que sonó.— ¡Quiero que te arropes con está y me des de tu calor!, ¿No puedes complacerme aunque sea está vez? —Pregunta molesto. Lisa no responde.— Y no me digas que no quieres, porque se te nota que así lo quieres, ¿Por qué no te arropas con está y duermes a mi lado?
— Dormiré a tu lado, pero no voy arroparme con eso —Reprocha cruzándose de brazos, como la chica rebelde que siempre ha sido.
— Entonces voy a arroparme con la misma sábana que tú —Le dice, Lisa tuerce los ojos y rendida se acuesta a su lado.
Dándole la espalda, sin embargo, no le sirve ya que después de unos minutos así, siente los fuertes brazos de Jungkook abrazarla por la cintura.
Y a pesar de que se siente acogedor busca una manera de alejarse.
Pero termina aceptando que le toca soportar esa noche sus caprichos. Y unos minutos después sus piernas rozan. Calentura.
Baby_Writer
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» 𝘓𝘢 𝘳𝘦𝘣𝘦𝘭𝘥í𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘫𝘶𝘳𝘪𝘢 🌬️ +18 || Lizkook
ChickLit¿𝐓𝐚𝐧 𝐦𝐚𝐥𝐨 𝐞𝐬 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐩𝐨𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐮 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚𝐬𝐭𝐫𝐚? La lujuria se representa como un deseo sexual excesivo, que nunca podrá detenerse. - Se demora en actualizar (depende) • No acepto copias a menos de que...