Capitulo dos

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Todos estaban trasnochados, dormían en la mansión Manobal, algunos en el piso de la gran sala y en los muebles y los otros esparcidos por la gran casa.

Lisa jadea con fastidio y se mete a la ducha para darse un baño, todo estaba en silencio, no se oía ni a una mosca.

Se pone un vestido como los de siempre y sale de la casa, su chófer la espera afuera.

— Buenos días señorita Lisa —Dice sonriendo, Lisa también sonríe y asiente.

— Digamos que bien, Félix —Le dice, Félix sonríe y le abre la puerta para que entre. Lisa entra y él procede a irse a la otra parte del coche para manejar.

En la carretera había tráfico, así qué aprovecha y contesta la llamada que le entra de imprevisto. Sin siquiera darse cuenta de quién era.

Es un milagro que me contestes, Lisa...

Y no pudo escuchar porqué rápidamente despegó el celular de su oído y colgó, suspira y guarda su teléfono nuevamente en la cartera. Al parecer Jeon Jungkook no entendía que ella no quería oírlo.

El auto sigue en movimiento, para dirigirse a la empresa de su madre, la cuál ella era la encargada de mantenerla.

Cuando llega muchos lucen preocupados y asustados, y aunque es normal en algunos casos, está vez es diferente, porqué no están así por la presencia de Lisa.

Lisa sube al ascensor y se encuentra con Nancy que traía dos carpetas pegadas a su torso tapando su escote.

— Hola Lisa —Saluda, Lisa sonríe y la saluda. Ella es una mujer muy amiga suya, es secretaria de otros compañeros suyos.

Sale del ascensor y arrima a su oficina, el día estaba tan pesado para ella que quería relajarse un poco en el sofá de su escritorio, sin embargo, cuando abre la puerta la primera impresión que se lleva es a Jungkook sentado en su asiento.

— ¿Qué haces aquí, Jungkook? —Le pregunta molesta mientras cierra la puerta y se adentra más a la pieza.

— Te llamaba justamente para eso, pero no me dejaste explicarte nada —Dice, Lisa se mantiene seria.

— Vete —Masculla, Jungkook pone una de sus piernas encima de la otra y la mira desafiante. Lisa expulsa fuego.— ¿Te quedaste sordo acaso?, Lárgate.

— ¿Por qué no te sientas y me dejas explicarte mi motivo de la visita? —Pregunta, Lisa no lo piensa y se queda allí parada.

— Quiero que te vayas-

— Es una conversación de trabajo, Lisa —Le dice, Lisa suspira y dudosa se sienta frente suyo. Lisa cruza una pierna haciendo notar sus piernas blanquecinas, no obstante para poder que Jungkook las vea tendría que agacharse.— Lindo vestido —Comenta, Lisa se mantiene seria.— Bueno... Está mañana tu madre ha conversado conmigo sobre-

— Me importa un culo.

— ¿Por qué eres tan grosera, Lalisa? —Pregunta irónico, Lisa no dice nada y cruza los brazos empezando a molestarse.

— ¿Podrías ir al grano?, porqué me importa más un maldito café que tú vida de mierda —Le dice sinceramente.

— ¿Te invito a un café para conversar mejor, Lisa? —Pregunta con algo de descaro, Lisa suspira para no pegarle.

— No y habla rápido, porqué estoy que me largo —Le advierte.

— Tu madre ha decidido darme este puesto de trabajo, Lisa —Le dice, Lisa rápidamente levanta la mirada, esa noticia es tan inesperada que se asombra.

» 𝘓𝘢 𝘳𝘦𝘣𝘦𝘭𝘥í𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘫𝘶𝘳𝘪𝘢 🌬️ +18 || Lizkook Where stories live. Discover now