Si alguna vez estamos juntos...

Capítulo 21

MELODY

-Mel, mi punto es que...no importa lo que suceda, siempre vas a ser la chica más hermosa y perfecta para mí y...

Unos toquecitos en la ventanilla del asiento del conductor interrumpen las palabras de Jacob. Desde el otro lado, Violet nos dedica una sonrisa y saluda con una de sus manos. El chico baja del auto y le abre la puerta para que mi mejor amiga suba al asiento trasero, ella le agradece y, para cuando el chico sube nuevamente al auto, es momento de marcharnos.

Violet no ha parado de parlotear de camino a casa de Farrel, la chica nos cuenta sobre su idea y ella y yo reímos ante ciertas ocurrencias que se le escapan en el momento. Jacob interviene de vez cuando, su mirada se mantiene en la carretera en todo momento, aunque ha reído en más de una ocasión por los disparates que mi mejor amiga y yo decimos...existía algo diferente en su mirada, es como si su cuerpo estuviese con nosotras pero su alma estuviese siendo rodeada como en una emboscada de sus pensamientos.

Por un momento, mientras Violet está ocupada masajeándose con Matheo -en realidad no sé si es con él, pero por la sonrisita tonta que observo de su parte a través del espejo retrovisor, puedo deducir fácilmente que se trata de el-, aproveché ese pequeño silencio en el vehículo para observar de reojo al conductor, su mirada oscura está por completo en el camino, por un segundo, él me observa de reojo, para después regresar su mirada al frente.

Durante ese silencio, en mi mente se proyectó lo que había sucedido antes de que Violet llegara e interrumpiera las palabras de Jacob.

-Permíteme dudarlo.

-Pues, no sé si esto resuelva tus dudas sobre mis palabras. Pero me has parecido hermosa y perfecta desde el día en el que peleábamos por una bolsa de carbón, y...-Jacob hace un esfuerzo por ocultar la sonrisa que le trae ese recuerdo, del día que nuestros padres nos presentaron de pequeños-, de tanto forcejear la misma se rompió, caímos al suelo y el carbón sobre nosotros, tu reías por nuestra torpeza mientras tu ropa y tu rostro estaban manchados de carbón. En ese momento recuerdo no haber dicho nada, ni siquiera me quejé por la situación en la que estábamos, ni siquiera me importó que mi padre me regañase por terminar en esas condiciones, nada de eso me importó, estaba concentrado en la niña rubia frente a mí que no paraba de reírse, como sus mejillas se coloraban y ella era tan creativa que con sus dedos índices los paso por encima del carbón y sobre sus pómulos dejó una línea negra horizontal, haciendo lo mismo con mi rostro e invitándome a jugar-ríe.

Sonrío ante ese recuerdo.

-Mel, mi punto es que...no importa lo que suceda, siempre vas a ser la chica más hermosa y perfecta para mí y...

Jacob y yo nos conocemos desde hace mucho. El día que nos conocimos estaba muy feliz porque mis padres pasarían un fin de semana en casa, estarían conmigo y aprovecharía para ponerme al corriente con ellos. Puedo recordar claramente a mis padres empacando las maletas, a papá saliendo con ellas por la puerta para meterlas en el auto, ninguno me quería dar algún tipo de información, sus palabras eran "Pasaremos el fin de semana en un lugar en donde te vas a divertir mucho, Melody", solo con esas palabras ya estaba lleno de ilusión. Durante el camino mis padres conversaban cosas de adultos que en su momento no comprendía, mientras que yo leía desde mi asiento y veía de vez en cuando el paisaje.

Un bosque frondoso, era lo llamaba mi atención en todo momento, mientras el aire fresco colándose por la ventana lograba alborotar mi cabello, recuerdo haber dejado la lectura de lado por un momento y simplemente me dediqué a observar el campo, los árboles y el cielo despejado. Llegamos a una especie de cabaña, era enorme, en sus laterales contaba con la compañía de algunos robles y samanes, la madera con la que estaba construida aquella casa era de caoba, tenía ese aspecto rústico pero elegante, un sello dorado se elevaba por encima de la entrada principal.