chapter thirty

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Cuándo la reunión termino salí de ese cuarto atónita, no sabia como reaccionar. Baje las escaleras y Theo se acerco a mi. No lo mire, no podía.

-¿Tú sabías esto? -Me pregunto.

-Es obvio que no, Theodore -Le respondí de mala manera.

No quería tratarlo mal, pero no me encontraba bien, no quería hablar. Pero al parecer todos querían hablar conmigo.

-¡Emilia! -Grito Draco atrás mio. Cuando voltee lo vi bajando las escaleras apresuradamente, tratando de alcanzarme.

Volví a mirar al frente, y continúe mi trayecto. No le preste atención hasta que llegue a la planta baja y se interpuso enfrente mio.

-¿Qué significa esto? -Me pregunto.

No le respondí. Me límite a mirar el piso intentando pensar en otra cosa.

-Responde, joder -Me suplico por lo bajo, intentando que nadie nos escuche.

Tragué saliva y Theodore me agarró de la muñeca.

-Déjala, Draco -Intervino mi mejor amigo- No quiere hablar.

Draco se agarró el pelo frustrado y se fue. No quería quedarme aquí, quería volver a Hogwarts, pero tenía que esperar a Mattheo, teníamos que volver juntos al castillo.

-Me quedaré contigo hasta que él llegue ¿Esta bien? -Me pregunto Theodore. Asentí -Emilia, tienes que ser fuerte.

-Lo se -Le susurre sin ganas- Soy muy joven para casarme Theodore, no quiero estar con él.

Me abrazo por el hombro y me acercó a él. Dejo un beso en mi frente.

-Lo se, Lia.

Alguien carraspeo detrás de nosotros haciendo que nos alejemos.

-Te recomiendo que te mantengas alejado de mi prometida, Nott -Dijo Mattheo, con un tono amenazante.

Lo mire mal, y después a Theo.

No podía imaginarme una vida con Mattheo Riddle. Apenas comenzaba este "compromiso" forzado y ya me impedía estas abrazada de mi mejor amigo, nunca nadie podía prohibirme eso.

-Nos vemos en el castillo, Lia -Se despidió Theodore.

-Theo no -Suplique- No tienes que obedecerle.

Mattheo observaba la escena divertido. Parecía disfrutar esto y todo lo que a mi me molestaba, amaba verme mal y no entendía porqué.

Quizas esa era su manera tan loca de amar. Quizás él la amaba de una manera diferente. Quizas nadie le habia enseñado a hacerlo.

Mattheo Riddle era una persona muy extraña, muy diferente, muy complicada de leer. Yo no lo amaba, ni me estaba esforzando en amarlo, pero no podía negar que a su lado me sentía segura, me sentía bien, porque pese a que era el villano en esta historia, me habia dado a entender de una manera que no lograba comprender, que él no iba a dañarme a mi.

Pero la protagonista nunca se enamora del villano.

-Emilia, no insistas -Me advirtió Theodore en un tono severo.

¿Por qué se comportaba así? Aunque era demasiado obvio, tenía miedo. Nunca había visto a Theodore tener miedo de alguien, pero Mattheo no era una persona cualquiera, Mattheo lo podía hacer desaparecer en dos segundos, y yo no podía permitir eso. Entonces, habia que seguir sus reglas.

Asentí y mire a quien ahora, era mi futuro esposo. ¿Quién lo diría? ¿Quién pensaría que una chica de solo 17 años estaría atada de por vida a un chico que no amaba? ¿Quién pensaría en una chica de solo 16 años, casada?

-¿Vamos? -Le pregunté seria.

-Vamos.

Poco después ya estábamos en el castillo, más precisamente en un cuarto.

-¿Dónde estamos? -Le pregunte confundida, no entendía nada- ¿Por qué todas mis cosas están aquí?

Cuando examine mínimamente la habitación, vi que mi tocador estaba aquí, repleto de mis cosas. Era como estar en mi habitación, solo que no lo era. Y solo habia una cama.

-De ahora en adelante dormiremos juntos -Me informo- Como marido y mujer. Ridículo.

-¿Tú planeaste esto? -Le pregunte en modo de reclamo- Tú le dijiste a tu padre para casarte conmigo ¿Cierto?

-¿Acaso crees que yo quiero casarme con una niñata como tú? -Me devolvió la pregunta de forma asquerosa- Es obvio que no. Eso del amor y de los noviazgos es un asco -Camino por el cuarto pasando la yema de sus dedos por el tocador- Aunque no te puedo negar que lo sabía, pero ya sabes, no puedo negarme a las decisiones de mi padre. De lo contrario, me hubiera resignado al instante.

Entonces, su padre decidió que Mattheo y yo nos casemos, pero no entendía ¿Por qué Voldemort querría eso? ¿Qué tenía yo de especial?

Tenía tantas preguntas y tan pocas respuestas. Me sentia agotada física y emocionalmente, no iría a las clases que me quedaban, no quería seguir estudiando. Quería dejar el colegio y no volver jamás, olvidarme de todo esto que estaba viviendo, solo quería ser yo, Emilia. Volver a tener cinco años y jugar con la varita de tio Lupin en el patio de casa, volver a cuando todo era normal.

Amaba Hogwarts, era mi hogar, pero me habia generado tantos problemas desde que llegué aquí, que no estaba segura si me gustaba del todo, aunque en Hogwarts habia conocido a mis mejores amigos y a lo más cercano a una familia que tenía.

Los cuadros del castillo, me habían visto recorrer los pasillos una y otra vez mientras crecía. Me habían visto correr desesperada con las lágrimas brotando de mis ojos, me habían visto reír, me habían visto enamorarme y con el corazón roto, me habían visto de tantas maneras que ya perdía la cuenta. Cosas como esta incrementaron la confianza y el cariño en el colegio, pero no siempre era tan pintoresco.

-Otra vez te quedaste tildada -Mattheo me saco de mis pensamientos cuando golpeo mi frente con su dedo índice.

-Dejame -Me tire en la cama y mire el techo del que ahora, era mi cuarto- El cuarto este...¿Era tuyo antes? -Pregunte tímida ante el incómodo silenció que se habia generado en ka habitación.

-Asi es, y solo espero que no lo pongas de cabeza como haces con todo. Respeta como estaba antes -Me pidió mientras abría la puerta y se marchaba.

Se había ido, como si nada hubiera pasado, pero mientras conviva con Mattheo, me tendría que acostumbrar a la apariciones y desapariciones, a lo "anormal".

———★———
Hello!!
New cap.
Voten y comenten, los amoo.

[Corregido]

triángulo amoroso •°•Mattheo.R-Draco.M•°• (en proceso)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang