XIV.

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Narra Gavi.

Yo creo que nunca en mi vida había corrido tanto con el coche como esa noche, literalmente volé hasta la dirección que me había dicho Pedri, suerte que Aixa le había dicho dónde iban a vivir.

Aparqué en frente de la puerta, eran las 11 de la noche, y desde la puerta podía escuchar los gritos, llamé al timbre y me abrió Aixa.

-Pablo, ¿Qué haces aquí? -me preguntó sorprendida y cerrando lo máximo la puerta para que Daniel no viera que estaba ahí.

-Pedri te llamó y contestó Martina, está aterrada en su habitación y me pidió que viniera-dije mirándola a los ojos y ella suspiró cansada.

-Nena si lo estás pasando mal o no lo amas, dímelo y te sacaré de aquí ya, yo te amo como el primer día y haría lo que fuera por ti -me sinceré, ella me iba a contestar cuando Daniel salió con cara de pocos amigos.

-¿Qué coño hace este aquí? ¿LO HAS LLAMADO TÚ? -preguntó a Aixa gritándole.

-Me ha llamado mi hija gilipollas, y aprende a hablar sin gritar animal -dije entrando a la casa pasando entre los dos, ignorando a Daniel, al cual escuchaba maldecir yendo detrás mía.

Empecé a buscar la habitación de mi hija, llamándola por el pasillo, hasta que oí un llanto, se me revolvió el estómago al acordarme el momento en el que buscaba a Aixa en el hotel cuando Raul quiso abusar de ella.

Entré en la habitación y me encontré a Martina llorando en el suelo, con la cabeza entre sus rodillas, fui hasta ella agachándome a su altura.

-Mi vida no llores, estoy aquí -dije acariciándole el pelo. No me dijo nada, sino lo único que hizo fue abrazarme llorando.

En ese mismo momento sentí como mi corazón se partía, cuando Aixa lloraba o le hacían daño, era un dolor y una rabia extrema, pero esto era diferente, sentía como si me desgarraran por dentro.
Y lo peor de todo es que era mi culpa, si me hubiera responsabilizado como padre desde un principio nada de esto hubiera pasado, hubiéramos criado a nuestra niña juntos, sin la necesidad de estar con otra persona que ni la aprecia.

-Quiero ir contigo -me dijo sollozando abrazada a mi cuello. Me levanté con ella en brazos y salimos al salón dónde estaban Aixa y Daniel discutiendo pero en voz más baja. Aixa nos vio y se acercó corriendo.

-Cariño no llores, todo está bien... -dijo Aixa intentando consolarla, a lo que Martina solo negó y escondió la cabeza en mi cuello.

-¿Me la puedo llevar esta noche? Es tarde, está asustada, no va a poder dormir, y todo porque tú querido novio no sabe comportarse -le dije mirando mal a Daniel.

Éste iba a venir hacia mi y Aixa lo paró y suspiró.

-Le prepararé una mochila, mañana la iré a buscar, pero por dios cuídala con tu vida Pablo -pidió mirándome y yo asentí.

Aixa me dio una sillita para el coche, la puse mientras ella preparaba la mochila de Martina y senté a mi hija en ella.

-¿Por qué mami no está contigo si tú eres mi papá? -me preguntó la niña mirándome.

-Porque mami se enfadó conmigo por algo que hice mal -le dije sincero.

-Pues tú eres mejor que Daniel, el me grita y a mamá también -dijo triste, y a mi me hirvió la sangre.

-Pues cuando pase eso me lo cuentas y papá lo arregla ¿vale? -le dije sonriente y ella asintió de la misma manera.

-Aquí está la mochila, cielo hazle caso a papá ¿vale?-le dijo cariñosa a nuestra hija mientras me daba a mi la mochila.

Superhéroe| Pablo Gavi +18Where stories live. Discover now