Cap 28: Obstáculo.

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Kazuki: [molesto] Podrías haberte quedado en casa.

Diablillo: sabes que no. Admitelo angelito. Me necesitas.

Kazuki: ¡¿Qué te necesito?! ¡¿Que mierda dices?!

Diablillo: si no estuviéramos nosotros los demonios y los diablillos, vosotros los ángeles no serviríais para nada.

Kazuki: tal vez no, pero podríamos estar viviendo nuestra vida y no tener que cuidar de otra. Seriamos libres.

Diablillo: y yo quiero ir a China. ¡¿crees que yo disfruto intentado matarla?!

Kazuki: [bufar] ¡Menos cuentos demonio! Esa es vuestra naturaleza. No conocéis otra cosa que matar y torturar.

Diablillo: ¡Yo también cumplo ordenes, ¿sabes?! Lo mismo que tú estas pegado a Azuka desde que nació, yo estoy para recogerla en su momento.

Kazuki: [mirarlo de reojo] ¿Recogerla? ¿Bromeas? Tú eres un simple diablillo que colocó Kuroyami en la pulsera que le regalo a Azuka para molestarme más todavía.

Diablillo: te equivocas. Ese niñato no es mi amo. Yo en realidad sí que llevo toda mi vida con Azuka, lo que pasa es que tú madre me daba demasiado miedo como para aparecerme. Y tampoco es que tú tengas cara de buena gente para ser un ángel. Jajaja.

Kazuki: ¡Cállate diablillo!

Diablillo: llámame Kuku.

Kazuki: ¿Kuku? [Mirarlo levantándo una ceja] ¿No tienes nombre real o qué?

Diablillo: [encogerse de hombror] me acabó gustando.

Kazuki: no pienso llamarte Kuku.

Diablillo: ¿Por qué? ¿por qué así me podrías coger cariño? [Sonreír]

Kazuki: Antes prefiero comerme una rata, en cuanto me la trague lo pensaré.

Kazuki: Antes prefiero comerme una rata, en cuanto me la trague lo pensaré

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Diablillo: ¡Oh, entoces tiene rápida solución!

Miró a los alrededores y enseguida encontró su presa saliendo de una arcantarilla.

Diablillo: ¡Te pillé!

Kazuki: [Asqueado] ¡Ni se te ocu

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Kazuki: [Asqueado] ¡Ni se te ocu...!

Pero antes de que pillara al pobre roedor, un gato gordo marrón pardo se le apareció bruscamente cortándole el paso.

Diablillo: [enfadado] ¡Ey! ¡Era mi presa!

Gato: ¡Te equivocas! ¡Este es mi territorio y todo lo que hay aquí es mío!

Gato: ¡Te equivocas! ¡Este es mi territorio y todo lo que hay aquí es mío!

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Kazuki: descuida, no volverá a hacerlo. Sólo estamos de paso.

Diablillo: [frustrado] ¡Pero casi lo tenía!

Kazuki: [pegarle con su cola en la cabeza] ¡Cállate!

Diablillo: ¡Tú, viejo! ¿Eres doméstico, verdad? ¿Quién te crees que eres para robarle la posible comida a otro?!

Kazuki: [tenso] diablillo, cállate.

Gato: ¡Este es mi territorio desde que era joven y no pienso dejar que nadie haga lo que le plazca!

El gato se erizó cuan grande era y sacando una de sus zarpas, le pegó un zarpaso al diablillo que por los pelos logró esquivarlo. Asustado salió corriendo y se pegó a Kazuki.

Gato: ¡Controla a tú cachorro o a la próxima no fallaré!

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Gato: ¡Controla a tú cachorro o a la próxima no fallaré!

Kazuki: ¡Te digo que estamos de paso! [Mirar al diablillo] Tú, cállate y vámonos.

Diablillo: ¡Pero...!

Kazuki: [sacarle los colmillos] ¡Ya!

El diablillo pasó delante atemorizado por el gato marrón y Kazuki lo siguió, cuando rebasó al gato marrón que los miraba fulminándolos con la mirada, de imprevisto kazuki sacó una zarpa y le dejó una cicatriz que le marcaba desde la mejilla hasta la ceja.

Kazuki: eso por no meterte con alguién de tú tamaño.

El gato marrón quedó petrificado de la sorpresa y Kazuki alcanzó al diablillo con paso presumido.

Diablillo: [brillar de la emoción] ¡Me has protegido y defendido!

Kazuki: ¡¿Qué?! No seas tonto. No lo hice por tí.

Diablillo: [sonreír enseñando los colmillos] ¡eso no es verdad! No me engañas angelito.

Kazuki: demonos prisa.

Diablillo: ¿Aún estoy a tiempo para traerte una rata?

Kazuki: ¡Olvida eso!

Diablillo: [buscar por los alrededores] pero si esperas un segundo aún puedo...

Kazuki: que no, nos vamos. No voy a esperar ni un segundo más.

 No voy a esperar ni un segundo más

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