Cap 48: Corrompida.

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El fantasma del animal los contemplaba con sus grandes, brillantes e inocentes hojillos y el diablillo no aguantó más y explotó de la risa.

Diablillo: jajajaja, ¿esa exbola de pelo es esa alma tan malvada y peligrosa?

Shinigami: sí. Ríete todo lo que quieras. Pero te aseguro de que estoy diciendo la verdad.

Diablillo: [sonreír de forma orgullosa] yo lo cocecharía en un parpadeo.

Shinigami: oh. ¿Eso crees? Como se nota que no eres un shinigami. No tienes ni idea.

Diablillo: ¡No necesito ser un shinigami para... Aaaaay!

Kazuki le había pellizcado la mejilla y no se la soltó.

Kazuki: haber... Vamos a calmarnos un poco. Shinigami...

Shinigami: oh. Llámame Shin. Acabo de recordar que no me presenté formalmente la otra vez.

Diablillo: yuou meu lluamu Kukou...

Shin: ¿Qué?... Lo siento... Pero no entiendo al niño si no le sueltas la mejilla.

Kazuki: oh, no ha dicho nada importante. No le prestes atención.

Diablillo: ¡mualdiutou! [Retorcerse]

Kazuki: explicame eso de que es peligroso.

Shin: [suspirar] haber... Cuando un ser vivo muere, depende de cómo haya vivido su vida para transformarse en un alma pura o un alma corrompida.

Kazuki: [asentir] Esa parte también la conocemos nosotros los ángeles.

Shin: bien. Pues... Ahí tienes un caso.

Kazuki: [mirar al chihuahua] ¿Estás diciendo que ese bicho es un alma corrompida?

Shin: su dueño lo abandonó en la carretera y murió atropellado. Se niega a ser cosechado sin antes vengarse de su ex amo.

Kazuki: no sabía que eso también se aplicaba a los animales. Pensé que la corrupción era sólo en los humanos.

Shin: ya ves... Nuestro turno de cosecha es muy variado y trabajoso.

Una nueva rafaga de aire sacudió de nuevo a Shin, y lo hizo ondearse como a una bandera en la antena.

Shin: ¡Waaaa! Odio los días ventosos...

Kazuki: [pensativo] si es eso cierto... Quiere decir que cuanto más tiempo esté aquí, más poderoso y peligroso se volverá.

Shin: efectivamente... Pero con este viento me es demasiado difícil...

Diablillo: ¡¿Meu sueultuas yua lua mejuilla?!

Kazuki: Uy. [Soltarle la mejilla]

Diablillo: [frotarse la mejilla inflada y roja] ¡Me duele, bruto...! [Tener los ojos brillosos aguantando las lágrimas]

Kazuki: te lo merecías. [Frotarle suavemente la cabeza a modo de consuelo]

Diblillo: he dicho que yo me llamo Kuku. Y ¿Cómo es posible que te enfrentes a almas macabras y corrompidas, pero te vence un día ventoso?

Shin: [resoplar molesto]  todos tenemos que tener alguna debilidad, ¿no?

Diablillo: sí... Pero el viento... Pf... [Taparse la boca para no volver a explotar de la risa]

Kazuki: [hacer una pinza con los dedos] ¿Quieres volver a quedarte mudo?

Diablillo: [fruncir el ceño]  ¡No! Déjame en paz...

Shin: para ser ángel y diablillo os lleváis muy bien.

Ambos: [mirar a shin, furiosos] ¡Ni en sueños!

Chiuhahua: ¡Wuau!

Los 3 miraron en su dirección y el chihuahua ya se alejaba flotando a toda velocidad por las calles.

Shin: ¡No hay que perderle el rastro! ¡A por él!

Kazuki ayudó a Shin a soltarse de la antena sin salir volando. Y en un parpadeo, tenía al diablillo cogido en el brazo izquierdo y a Shin con su brazo derecho entrelazado al suyo.

Kazuki: ambos pesáis mucho... No podremos seguirle la pista tan rápido.

Shin: habrá que hacerlo. No sabemos a cuanta gente podrá perjudicar mientras ande suelto.

Diablillo: ¡yo puedo volar solo! ¡Sueltame!

Kazuki: [fulminarlo con la mirada] ¿Juras que no te escaquearas?

Diablillo: [negar con la cabeza] digamos que esto ya me está resultando interesante.

Kazuki: de acuerdo... [Soltarlo]

Diablillo: ¡Ja! ¡pardillo! [Hacer ademán de huir]

Kazuki: ¡Eh! [Atraparlo]

Diablillo: jijiji, era broma, pardillo.

Kazuki: ¡¿A qué viene esa estupidez?!

Diablillo: para que hicieras eso.

Kazuki: [fruncir el ceño] ¿Él qué?... [Mirarse el brazo derecho] ¡Oh, mierda! ¡Shiiin!

Shin: [volando muy lejos de ellos] ¡que me voooooy...!

Diablillo: jijijiji, pringao...




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