número siete.

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— ¡Justin! Que sorpresa — exclamó Hailey y se hizo a un lado, dejándolo pasar.

— ¿Cómo estás, cariño? — apretó su cintura y depositó un beso en su mejilla.

Hailey sonrió incómoda y pasó la mano por su pelo — Estoy bien. Toma asiento — señaló a los muebles color café.

Justin se sentó en el de dos plazas y sacó el disco que hizo para ambos de sus bolsillos.

— Necesitamos hablar — Hailey en lugar de sentarse junto a Justin se sentó en la mesa ratonera de madera, que estaba frente a donde Justin estaba sentado.

Justin se extrañó por su tono y se incorporó en el mueble — He estado pensando y .. — pausó — Llegué a la conclusión a que es mejor que dejemos lo que tenemos.

— ¿Qué? — frunció el ceño — ¡Pensé que estaba haciendo lo correcto!

Hailey cerró los ojos dolida y se peinó su ceja — No es por algo que hiciste .. Es que ambos somos tan diferentes, Justin. Tú eres como fuego y yo soy agua.

— Pensé que por eso nos completabamos — contestó Justin.

Hailey suspiró, Justin le estaba haciendo esto aún más difícil — Yo quiero estudiar, mientras tú quieres fiestear. Justin, mereces algo mejor. Alguien que te acompañé a tús rumbas, que haga del tonto junto a ti y qué te apoye en tus sueños — entonces Justin pensó en Thea, porque Hailey practicamente la estaba describiendo.

Justin agachó el rostro — Compartí momentos inolvidables junto a ti, juro que siempre estarán en mis recuerdos. Pero tal vez nuestra relación no fue más que una etapa, y es tiempo de seguir adelante. Estoy segura de que estarás bien sin mí, y yo por igual. Me concentraré en mis estudios y eventualmente encontraré a alguien con quien pasar el resto de mi vida. Al igual que tú — finalizó.

— Entiendo .. — asintió.

— Entonces, ¿Estamos bien? — Justin suspiró y se puso de pie.

Asintió y se dio la vuelta, dispuesto a salir de allí. Ni siquiera la miró en todo el momento, no tenía el valor. Se sentía avergonzado, avergonzado porque después de todo el esfuerzo que Justin puso en aquella relación y ella decide tirarlo por la borda.

Aunque también se sentía aliviado. Siempre pensó que los requisitos que imponía salir con Hailey eran un tanto egoísta, pero después de pensarlo un tiempo accedió. Porque de eso es que se trata el amor ¿No? A su entender, los hombres están hechos para complacer a sus mujeres.

Manejaba con calma por las calles de Nueva Jersey, para ser sábado por la noche el tráfico estaba calmado. Pero el clima era un asco, hacía muchísimo frío y el cielo estaba libre de estrellas, indicando que estaba nublado y podía llover.

Justo cuando estacionó frente a la casa hogareña las gotas de agua comenzaron a caer. Logró mojarse un poco en el trajecto desde el auto hacía el porsche de la casa.

Tocó el timbre y segundos después Thea apareció detrás de la puerta. Vestía un suéter bastante infantil cosido por su abuela, Justin hubiese sonreído de ternura tiempo atrás, pero no estaba en el húmor de hacerlo. Su pelo estaba recogido en su típico peinado, y llevaba una tierna sonrisa en su rostro, la cuál fue sustituida por una cara de preocupación al notar las fachas de Justin.

Su pelo caía en su frente mojada, su mirada estaba perdida y sus ojos brillantes, dando la expresión de que iba a llorar. Su mandíbula estaba tensa, y apretaba sus puños con furia a los costados de su cuerpo.

— ¿Estás bien? — fruncio el ceño.

— ¿Puedo pasar? — habló. Su voz sonó más débil que lo normal, y eso preocupó aún más a Thea.

Thea asintió y se hizo a un lado. — ¡Familia, tengo visita! ¡Estaré arriba! — exclamó Thea y tomó la mano de Justin, guiándolo escaleras arriba.

Lo dejó pasar en su habitación y Justin se desplomó en un puff, a diferencia de Thea que se sentó con los pies cruzados en su cama perfectamente tendida.

— Fui a visitar Hailey — la mirada de Justin estaba posada en un punto de la pared.

— ¿Y qué pasó?

— Me terminó — contestó.

Thea asintió, por fin comprendiendo a qué venía su actitud. — ¿Quieres hablar de ello?

Justin no contestó, más bien sacó el disco de sus bolsillos y se lo extendió a Thea. Justin había pasado tres horas buscando cincuenta y ocho canciones con la intención de escucharlas junto a Hailey. Pero las cosas fallaron, y ahora aquí estaba Justin escuchandolo junto a Thea.

— Es que no lo entiendo .. Justo cuando decido hacer lo correcto y ser un buen compañero la chica me termina. ¿Por qué? Pensé que estaba haciendo lo correcto .. Después de todo el esfuerzo — dijo indignado — Y pensar que todo fue una perdida de tiempo. ¡Nunca antes me habían terminado!

— No fue una perdida de tiempo — habló Thea.

— ¿Ah no? — Thea negó.

— Me gusta pensar que no hay perdidas de tiempo ni fracasos, más bien son lecciones. — explicó — Esto es una lección, que te servirá para tú próxima relación — se encogió hombros.

The Way You Make Me Feel de Michael Jackson sonaba de fondo, y Justin estaba bien tentado a cantar aquella canción.

— Te describió a ti — habló Justin. Thea frunció el ceño, y Justin decidió explicar — Me dijo que merecía a alguien mejor, entonces te describió a ti.

— ¿Qué quieres decir con eso?

— Que tal vez tenía razón, y me gustaría intentarlo junto a ti — el corazón de Thea comenzó a latir velozmente, y sus manos estaban sudando de nerviosismo.

— ¿No crees que estás tomando decisiones muy apresuradas? — para su suerte, el nerviosismo no brotaba en sus palabras.

— Sé lo que quiero, y te estoy diciendo que es lo que es. Siempre me escuchas, y me comprendes. Eres hermosa y graciosa. ¿Cómo no te noté tiempo antes?

Thea suspiró — Se llama despecho eso que sientes. Estás tratando de borrar sus pensamientos conmigo, y debo decirte que no es nada caballeroso.

Justin tragó duro, y pasó la mano por su pelo, apartando el que tenía pegado en su frente.

— Tomate un tiempo, y si aún quieres puedes hacerme la petición nuevamente. Yo consideraré mi respuesta — finalizó Thea.

Para la suerte de Justin, Thea tomó la situación con sutileza y calma. No puedo evitar sentir una pequeña satisfacción al notar que Thea no descartó la idea de intertalo del todo.

Justin no contestó, y se acomodó en el asiento dejándose llevar por la música. Mientras que Thea lo veía atentamente desde la esquina de su cama, admirando su belleza.

¿cómo ser un caballero?✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora