Enzo Fernández

73 7 0
                                    


Jealous








Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.











     Voy camino a buscar otra copa de vino mientras me alejo un momento de Enzo, quien se queda hablando con los demás chicos. Aprovecho para recorrer un poco el salón en el que se estaba llevando a cabo el casamiento tan lindo de un amigo en común que casi todos tenemos.
   Todo había estado hermoso, así que ahora estaban todos de sobremesa, seguramente preparándose para luego comenzar a descontrolarse en la pista de baile.

Al llegar, me río porque pequeños pensamientos de los chicos bailando vienen a mi mente, por aquella forma extraña que tenian de hacerlo. Y también, sabía que se reirían de aquellos quienes preferirán no hacerlo, llamandolos "viejos".
Me apuro en la barra esperando que alguien pueda ayudarme, pero igualmente veía la carta preparada.


—buenas noches. —escucho a mi lado y me doy vuelta rápidamente mientras sigo sonriendo, el chico se apoya en la barra.

— ¡oh, hola!

— ¿qué te ofrezco? —dice mientras sonríe de una manera muy grande y feliz, así que supongo es él quien esta a cargo del servicio de las bebidas.

—sólo quería un poco más de vino, pero al ver todas estas cantidades de tragos pienso que soy bastante básica, lo cual está genial, pero... acepto recomendaciones. 

    No deja de sonreír así que se acerca más a mi lado mientras toma la carta que estaba en mis manos para mostrarme.
Pienso que está bastante elegante como para solo ser quien esté a cargo, parecía mas un invitado con aquellos accesorios que, parecían bastante caros, y que tenía puestos.


—bueno, el vodka te lo podes reservar casi para lo último si queres ir de a poco. Creo que este estaría bien por ahora. Fruta y solo tres cucharadas de ron, pequeño.

—oh, no lo conozco. Pero está bien; no soy tan buena con las bebidas blancas. —digo y ríe.

—entonces es una gran elección. —sonríe. —por favor nunca tomes este. —me señala un vaso lleno de un líquido bastante anaranjado con algunas decoraciones raras. —la última vez que lo tomé solo tengo un recuerdo de estar en una piscina desconocida y bronceado por de más. —explica y me río ya que había sido gracioso.

—anotado. —digo y asiento mientras río.

—bueno, entonces creo que debería pedirte tu... — no termina ya que un empujón lo toma desprevenido, veo a Enzo llegar y ponerse a mi lado mientras está serio.
Pienso que había ido un poco lejos al empujar a quien solo está haciendo su trabajo.
   Ambos se miran así que me siento algo incómoda.

—Bruno.

—Enzo.

—creo que mi novia puede seguir con mi ayuda, chau, nos vemos después. —dice y lo quiero matar por hablarle así de mal.
Aquel chico sonríe burlesco, lo mira y luego se da vuelta algo desafiante.
Enzo lo sigue con la mirada, da algunos pasos hacia adelante mientras sigue mirándolo, finalmente se da vuelta y queda frente a mi.

—Creí que venías a buscar algo para tomar, ¿por qué estabas hablando justo con él?

—bueno... ¿tal vez porque es quien está a cargo de este lugar? ¿por qué le hablaste así de mal?

— ¡no trabaja acá! Es Bruno Zuculini el jugador de Racing, y lo que menos quiere es servirte un trago. No puede ser que te dejo unos minutos sola y ya quieren venir a acercarse a vos.

— ¡ay, que...! —iba a hablar pero hago silencio, me mira extrañado porque clavo mi mirada en él analizándolo, está serio, no enojado pero había llevado esto a un nivel de gravedad que no había. Entonces me doy cuenta. Sonrío mirándolo. — ¿estás celoso?

— ¡¿qué?!

— ¡estás celoso! Mientras estaba allá estabas bien, sonriendo, feliz; de repente estas serio y reprochándome por alguien a quien nisiquera sabía quien era, ¡estas celoso!

—me parece que tomaste un poco de más esta noche, mi amor, o quizás te mareaste por el perfume que tenía, estaban tan cerca que habrás sentido el aroma muy bien.


— ¡ay, qué exagerado que sos!

— ¡Ey, yo solo estoy diciendo lo que ví! Al parecer es muy divertido, menos mal que llegue sino...

—No puedo creer que estés celoso de él, amor, no sé quien es y tampoco me interesa, ¿bien? ¡mirate, estas hermoso, con ese peinado tan tuyo, vestido de una manera hermosa, todo en vos es hermoso—digo y me acerco a él hasta apoyarme en su pecho, levanto la cabeza para mirarlo a los ojos, lo beso y rodea sus brazos en mi cintura. Me besa rápidamente también mientras sonríe. Dejo otro beso en sus labios y lo rodeo con mis brazos por su cuello. 

—bien, estoy celoso. Es que sos la mujer más hermosa, ¡mirate! Quien no estaría detrás tuyo.

 Lo beso y me separo de él mientras sonrío. Tomo su mano para comenzar a caminar nuevamente hasta los demás.

—te amo amor. Sos el mejor y más genial en el mundo. —digo y levanta mi mano para besarla.

—te amo también bebé, sos lo mejor que tengo. Sos linda, y muy libre, vos podés hacer todo. Confío en vos siempre. Y perdón, es que la idea de ese tonto acercándose, me cegó unos segundos.

—gracias por confiar en mi, te elijo cada día amor.

—es que soy hermoso y genial. —dice y me río por aquello asintiendo.  
    Caminamos nuevamente hasta nuestro lugar y allí nos quedamos, sin dudas, cada parte de él era hermosa para mí.
Y tenía toda la razón.

Historias cortas 2 //futbolistas//Where stories live. Discover now