Capítulo 37

13.5K 629 357
                                    

Anastasia

Él deja escapar un largo suspiro que no me gusta nada como evita mi mirada, se supone que deber estar feliz que esté recordando nuestra historia, yo estoy feliz que cada día parece que se arma más el rompecabezas de estos tres años y sobre todo recordarlo a él que es lo mejor, aun cuando tengo horribles recuerdos de Nicolás, vale la pena si recuerdo por completo a Diego.

—Es solo que no siempre me porté bien contigo, mi bella, te hice mucho daño a propósito—confiesa con voz de arrepentimiento.

Mis ojos se abren con horror porque me debe estar mintiendo, no lo veo capaz de hacerme daño a propósito, pero luego pienso en Nicolás como tampoco nunca vi venir ese golpe hacia a mí. Él intenta tocarme, pero me alejo de su contacto para protegerme, no puedo evitar el nudo que se instala en mi garganta y las lágrimas en mis ojos.

—¿Es en serio? ¿Qué tanto daño me hiciste? —Pregunto con voz ronca—. Dímelo Diego.

Él se aclara la garganta nervioso y se pasa una mano por el pelo para transmitirse confianza.

—Tienes que entender que nuestra relación no tenía la mejor comunicación, Anastasia. Tú eras una persona super cerrada y casi no me contabas nada, no era fácil para mi conocerte y entiendo que tenía ese muro para protegerte y yo tampoco era el mejor en tener paciencia—dijo con sinceridad y asiento con mi cabeza porque sí soy una persona muy cerrada—. Teníamos una bonita relación de verdad, pero siempre nos faltó la comunicación y fue nuestro peor error.

Me limpio una lágrima que se desliza en mi mejilla.

—Por eso siempre quieres hablar conmigo y que tenga confianza en ti, ¿verdad? No quieres repetir nuestro inicio de relación.

Dejó escapar una gran bocanada de aire.

—Sí, Anastasia, por eso siempre quiero que me cuentes como te sientes para ser tu apoyo porque cometí esos errores por la falta de comunicación—él toma mi mano y le da una suave caricia que me hace temblar por completo—. Ambos hemos cambiado desde que inició nuestra relación, mi bella, pero quiero ser sincero contigo porque fui un gilipollas contigo cuando más necesitaba.

Eso me duele, pero quiero escuchar su versión porque me conozco y sé que soy muy difícil, sobre todo me cuesta decir lo que me está pasando y debo dejar de fingir que estoy bien, según mi psicólogo no es sano guardarse todo y fingir que no pasa nada, a veces es bueno llorar todo un día para sacar todo, segundo ella, yo aún no le veo el sentido, pero si lo dice una profesional tengo que creerle.

—Por favor, Diego, dímelo—le suplicó con voz rota.

—Me besaba con diferentes chicas frente a ti e incluso te hice creer que me acostaba con ellas cuando me intentas advertir sobre Nicolás—confiesa con vergüenza y agacha la mirada—. Tú me estabas pidiendo ayuda, pero yo simplemente te cerré la puerta en la cara cuando más me necesitaba.

—¿Estábamos juntos?

—No, llevamos meses separados, pero eso no me quita mi responsabilidad en hacerte daño y más cuando me pedías ayuda, pero estaba enojado contigo, muy enojado contigo, mi bella, no pensaba en nada más que en intentar odiarte—dijo en voz baja.

Me quedo unos segundos en silencio asimilando sus palabras porque me duele escuchar que me intento odiar cuando yo necesitaba su ayuda, pero algo más pasó para que él me diera la espalda en esos momentos, necesito seguir escuchando su versión para entenderlo mejor.

—¿Qué hice para que me intentaras odiar? —Pregunto alzando una ceja—. Diego, sé que soy complicada, ni yo misma a veces me soporto, entonces sé qué santa no soy y que puedo acabar con la paciencia de las personas con facilidad por mi personalidad.

Hermosa DestrucciónWhere stories live. Discover now