28 - Un Dios Dolorido Protege, ¡Un Último Adiós!

18 3 0
                                    

Isla de Uzu

Escondite de Nagato

"No... puedo creerlo". Nagato expresó su incredulidad mientras la Kage rubia que tenía delante esperaba su respuesta; sinceramente, nunca se había planteado esa alternativa.

"¿Dices que a través del amor... se puede llegar a la comprensión? Pero..yo maté a nuestro sensei, ¿por qué no me odias?". Naruto dio unos pasos hacia delante y miró a Nagato directamente a los ojos, de sus orbes azules emanaba una ardiente determinación.

"Puede que nunca te perdone por lo que le has hecho a Jiraiya... pero puedo hacerte borrón y cuenta nueva porque comprendo lo que te llevó a hacer lo que hiciste. Comprendo lo que hiciste y lo acepto, estoy dispuesta a renunciar a una búsqueda inútil de venganza si eso significa que puedo propagar la paz, pues ése es mi deseo para el futuro de este mundo, no sólo para mí, sino para mis hijos y la gente de este mundo en su conjunto." Nagato volvió a quedarse sin palabras cuando el chico reforzó su hecho de paz diciéndole que comprendía su asesinato y que, sin embargo, lo aceptaba porque se había hecho por el bien de todos; había escuchado donde otros habían hecho oídos sordos.

Este chico... quizá pueda creer en él... aunque yo ya no pueda creer en mí mismo".

"Ahora lo veo". Konan cambió la vista hacia Nagato, con la sorpresa grabada en su rostro al ver algo que creía que nunca volvería a ver: ¡Nagato estaba sonriendo! "Gracias Naruto Uzumaki... por volver a darme algo en lo que creer".

Naruto sonrió y le tendió la mano, una mano que, por desgracia, el frágil hombre no pudo estrechar con la suya; en su lugar, el camino de Deva, el que había hecho su querido amigo Yahiko, se adelantó y tomó la señal de paz de Naruto con una sonrisa propia.

"Naruto Uzumaki". Naruto se sorprendió cuando Pain empezó a hablar y vio que Nagato hablaba a la vez que él a través de su enlace. "¿Qué quieres que haga Pain para promover esta opción de paz?".

Naruto frunció el ceño y retiró la mano, que ahora utilizaba para rascarse la cabeza. En realidad, aunque tenían la idea, Naruto aún no sabía cómo difundirla. Con el mundo sumido en la sospecha y el miedo, y con la guerra acechando en el horizonte, sería difícil difundir la palabra de paz. Naruto se dio cuenta entonces de que, por mucha comprensión que pudiera dar a una persona, Madara y Sasuke eran causas perdidas.

Aunque odiaba admitirlo, ni siquiera él podía negar que la corrupción de los Uchiha era absoluta, salvo en el caso de Itachi, el único hombre que pudo escapar al destino de autodestrucción dedicando su vida a su hermano; la triste ironía fue que fue asesinado por ese mismo hermano que sólo buscaba el poder.

"Odio parecer contradictorio Nagato, pero me temo que no podremos perdonar ni a Madara ni a Sasuke. Ambos se han permitido ir demasiado lejos y han permitido que el mal se trague sus corazones y sus mentes, me temo que sólo una intervención de la propia muerte podría derribarlos de sus pedestales." El hombre de los ojos anillados reflexionó sobre esto, asintiendo para sí mismo, pues también había observado que las acciones de ambos iban demasiado lejos.

"Debemos acabar con ellos, pero incluso con mi Rinnegan, no soy rival para Madara Uchiha. Él mismo me ha confesado que ha perdido mucho poder respecto a sus días de gloria, sin embargo, no hay que subestimar su habilidad. Sin embargo, he visto a Sasuke Uchiha desde lejos y creo que ya es hora de que acabemos con él. Puedo hacerlo yo mismo, su poder aún no ha superado al mío y mi tiempo me dará la oportunidad de dar un último acto de dios de este dios". Naruto se mordió el labio pensativo, aunque había deseado ser él quien matara a Sasuke, pues creía que era lo correcto, no podía negar el deseo de Nagato de hacer un último acto de bien para el mundo; con este fin, asintió con la cabeza a la petición oculta del hombre.

Naruto - El renacimiento del Clan Uzumaki ✔️Where stories live. Discover now