Capítulo 18

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Lo prometido es deuda espero y lo disfruten

Maratón 1/?

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Ahora si continuamos

Pov Jennie.

- Wow, tu consultorio es lindo - le digo a Nay mientras entramos en el.

- Gracias, algunos piensan que es una locura trabajar en casa, pero cuando tienes una esposa e hija se te es difícil estar mucho tiempo lejos de ellas - dice con una sonrisa.

- Yo creo que fue buena idea - dije y pensé que yo también podría trabajar desde casa una vez que le cuente la verdad a Chu, bueno eso si ella no se va por haberle mentido.

- Excelente idea - dice guiñándome un ojo - bueno, ahora acuéstate ahí y dime que atormenta tu mente - dice mientras me señalaba un sillón. Me acosté ahí y vaya que era muy cómodo, puse mis manos en mi estómago y cerré los ojos.

- Yo... no, no puedo hacer esto, lo siento - dije y me levanté del sillón dispuesta a irme.

- ¿Estas segura qué quieres irte? ¿Estas segura qué quieres seguir sufriendo por lo que te atormenta? - pregunto sentada en una silla que estaba cerca de sillón y apuntaba algo en su libreta.

1) Indecisión. 

Eso fue lo primero que apunto Nay en su libreta.

- Claro que si, además los psicólogos no sirven para nada, dicen que te van a ayudar para que ya no te duela un suceso, pero ¡siempre te duele! No puedes olvidarlo - dije gritando un poco al recordar todas las promesas que me hizo Joy, promesas vacías eran, nunca puede olvidar el dolor por la pérdida de Ella.

- Jennie respira un poco, los psicólogos no hacemos olvidar un suceso, simplemente hacemos que las personas los superen y que deje de dolerles, déjame ayudarte, yo solo quiero ser tu amiga de... - estaba diciendo tranquilamente Nay pero la interrumpí.

- ¿Ser amiga? Eso es solo una líneas más, todos los psicólogos son igual de embusteros - dije enojada.

- Siéntate, sé que esto es difícil, vamos el primer paso de algo siempre lo es - dijo con una mini sonrisa - yo de verdad quiero ser tu amiga, no tu psicóloga. - dijo mirándome a los ojos.

- Vuelvo y repito, ¡eso dicen todos! - le dije viendo para otro lado, me encaminé a la puerta dispuesta a abrirla y salir de aquí de una vez por todas.

- Cuando tenía 17 años descubrí que estaba enamorada de mi mejor amiga, nos conocíamos desde los 5 años - escuche que dijo, me volví hacia ella y me estaba viendo - yo...yo no quería hacerlo porque mis padres eran muy religiosos, pero todo lo que ella me hacía sentir me hacia ceder, siempre que me besaba en la mejilla rogaba porque lo hiciera en mis labios, siempre que me abrazaba me acercaba tanto a ella, quería fundirme contra su cuerpo, una noche...una noche estábamos en mi cuarto haciendo una pijamada y no sé como terminamos en el suelo, ella cayó encima de mi, ambas nos reímos y de pronto la besé, al principio ella estaba en shock, pero me devolvió el beso, fue tan dulce, tan placentero que tardamos unos cuantos minutos, lo suficiente para que mi mamá entrara y nos viera, esa noche fue la mejor y la peor noche de mi vida, mi madre grito y empezó a ofender a Jeon, luego entro papá y mi madre le contó lo ocurrido, ellos la corrieron no sin antes mi madre darle una cachetada, después mi padre me pegó, me pego tanto que fui a parar al hospital, me hicieron prometer que nunca volvería a ver a Jeon y me llevaron a la iglesia a confesarme, todos los días en la mañana y en la noche, tenia que rezar y pedir perdón, cuando volví a la escuela Jeon me intercepto y me dijo que me amaba, que siempre lo había hecho, me dijo que le había contado a sus padres y que ellos nos apoyarían, solo tenia que irme con ella, pero por estúpida no lo hice, ese día recordé la golpiza de mi padre y todo lo que había leído en la biblia, le grite, le dije que ni la amaba y que solo era un demonio enviado a tentarme, le dije que la odiaba, estaba tan enojada, no con ella pero aun así la eleji eleji a Jeon para desquitarme, estaba tan enojada que no vi el daño que le estaba haciendo, no vi como temblaba del dolor, no vi su corazón romperse, un mes después de eso, nos mirábamos de lejos, ella no podía sostenerme la mirada y apartaba la cara, unos días después mis padres me obligaron a salir con el hijo de un pastor, Daniel, no lo amaba, no lo quería, ni siquiera me gustaba, pero creí que era lo correcto, ya sabes hombre y mujer, al principio el se portaba muy bien, mis padres lo amaban, en la noche hasta lo dejaban quedarse a dormir en el cuarto de invitados, una noche entro a mi cuarto y me hizo creer que si tenia relaciones con el dejarían de gustarme las chicas, no fui tan tonta y le dije que no, sentía que estaba traicionando a Jeongyeon, ya suficiente tenía con besarlo, no iba a estar con él, no lo haría, pero el me forzó, se subió arriba de mi cuerpo, como yo era mas pequeña que él me inmovilizó en la cama, puso su mano en mi boca para que no gritara, yo dormía con shorts holgados, así que solo los hizo a un lado junto con mi ropa interior, se saco su miembro y me penetro, el dolor que sentí cuando rompió mi himen fue espantoso, por suerte no tardo ni 5 minutos cuando acabo y sin decir nada salio de mi cuarto, llore todo lo que le restaba a la noche, le conté a mis padres y dijeron que él no haría algo como eso, él también lo negó, salí corriendo de la casa y me senté en el parque a llorar, me sentía sucia, usada y todo por un chico disque religioso, empecé a dudar lo que decía la biblia, no de Dios, creí, creo y creere en él siempre, pero no creí todo lo que decía la biblia. No sé como pero en la noche Jeongyeon me encontró, sin decir nada solo me abrazo, me acariciaba la espalda y depositaba leve besos en mi cabeza, Jeon era la mejor persona que conocía, y me pregunte ¿cómo puede ser más delito amar a alguien de tu mismo sexo que una violación?, Jeongyeon me llevo a su casa y les conté todo lo que me hizo Daniel, recuerdo que tuve que agarrar a Jeongyeon para que no lo fuese a buscar, tenia miedo que la lastimara, pero tenia más miedo de que ella lo matara porque iba a arruinar su vida por mi culpa, sus padres me ayudaron a poner la denuncia y un meses después Daniel estaba en la cárcel, con una condena de 80 años por agresión sexual, lo peor de todo es que se descubrió que yo no fui la primera, fui la ultima, él ya había violado a 7 chicas más, todas entre las edades de 13 y 17 años, su padre lo ayudaba y se descubrió que él también las violaba, mis padres nunca me buscaron, gracias a los padres de Jeon pase con una psicóloga y entendí muchas cosas, acepte mi amor por ella pero no fue sino hasta que mi niña nació que empecé una relación con ella, eso fue hace 10 años y hoy soy la mujer más feliz del mundo, mi niña tiene dos madres que la aman a muerte y dos abuelos que darían su vida por ella, sufrí pero ahora soy feliz ¿no quieres eso? ¿No quieres ser feliz? - me pregunto. 

Fate Or Coincidence?  //  Jensoo G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora