Las travesuras de unos niños, pueden llegar a causar muchos problemas, como también cambiar por completo el destino.
El legado de la Casa Targaryen, afirmo que esto era cierto, cuando unos extraños sucesos azotaron su hogar y los hizo conocer...
A L...
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Palabras: 1350
Advertencias: traición.
Comentarios míos: Pobre Cassie 🥺💔
Narnia
Tiempo indeterminado
Sus hermanos la habían llamado para que comiera algo en la mesa con los castores. Se sentó entre Lucy y Peter, mirando de vez en cuando a los jóvenes que aún estaban calentándose junto al fuego. Por alguna extraña razón que desconocía, Rhaenyra y Alicent estaba mirándose con molestia, como recordando hostilidades pasadas. No quiso meterse en ese tema, no le incumbía y tampoco le importaba.
Lo importante eran Luke, Aemond y el Sr Tumnus.
—Aslan está en movimiento —dijo el Señor Castor, mirándolos a todos con una vos misteriosa. Cassie frunció el ceño sin comprender quien era esa persona... O animal. Fue Edmund quien pregunto, causando la risa en el castor— ¿Quién es Aslan? ¡Niño insolente!
La castaña sintió movimiento atrás suyo, al girarse se dio cuenta que Jace y Aegon estaban mirando al castor con curiosidad. Sus madres por otro lado, discutían en susurros irreconocibles.
La señora castor golpeo a su esposo al ver que nadie le seguía la corriente.
—No saben, ¿Verdad? —Pregunto sin comprender.
—Llevamos poco tiempo aquí —respondió Peter.
—Es el Rey de todo el Bosque —informo el castor. Ante la mención de Rey, Rhaenyra y Alicent dejaron de discutir—. El mandamás. El verdadero Rey de Narnia.
Cassie sentía que ese nombre inspiraba mucho respeto y sabiduría.
—Se fue hace mucho tiempo —dijo la señora castor.
— ¡Pero ha vuelto! —Entusiasmado, el señor castor elevo sus pequeños brazos— ¡Y los espera junto a la Mesa de Piedra!
¿Acaso los apunto a ellos? Miro a sus hermanos extrañada. Ellos eran solo cinco hermanos de Londres, no tenían títulos ni tampoco tierras que heredar ¿Cómo un Rey los estaba esperando si apenas los conocía? Podía estar esperando a las personas atrás suyo que si eran de la Realeza, ¿Pero a ellos? No lo creía.
Lucy estaba igual de confundida
— ¡Están bromeando! ¡Ni siquiera saben de la profecía! —Grito molesto.
