🐎EL TESTARUDO SR. PARK🐎

21. Que es como un grito

Junmyeon tuvo problemas para conciliar el sueño esa noche. Demasiados pensamientos rondando su cabeza y los sonidos que traía la noche no estaban ayudando.

Recordó como una película los últimos años de su vida, desde que Kris se fue todo estuvo en decadencia, se convenció de que nunca volvería a enamorarse y entregarse de esa manera y se aferró a Chanyeol como tabla de salvación, pero los dos se estaban hundiendo.

Su historia con Sehun fue linda, él era muy amoroso y detallista, un completo caballero, a veces demasiado infantil y eso lo desesperaba, pero siempre lo trataba como lo más valioso del mundo y eso le encantaba. No era difícil enamorarse de él, el problema era estar dispuesto a enamorarse.

La distancia fue alivio suficiente para no caer de cabeza hasta el fondo, verse esporádicamente le había ayudado a mantener sus barreras intactas, o eso creía, ahora estaba confundido. La idea de que Chanyeol encontrara alguien que lo amara y lo hiciera feliz era algo que siempre había deseado, por el bien de su amigo, pero ahora que lo tenía, ese sabor agridulce no se iba.

De todas maneras, sentía que lo estaba perdiendo, que ya nada sería igual y el incidente de ese día se lo confirmo. Chanyeol era pasional e impulsivo, se dejaba llevar por sus emociones buenas o malas, aunque dijera que no. Si estaba enojado era un volcán en erupción que arrasaba con todo a su paso destruyéndolo. Si estaba enamorado era una historia diferente, se entregaba hasta los huesos, se vaciaba por completo para esa persona y la convertía en el epicentro de su vida.

Ya lo vivió con Sooyoung, desde el día que la vio dijo que se iba a casar con ella, era la chica más bonita de la universidad y, aunque fuera un poco presumida, era buena persona, pero tenía aspiraciones de grandeza, casarse y mudarse a un rancho no estaba en sus planes y no fue tan fácil conquistarla. Él se hizo amigo de ella solo para ayudar a su gigante enamorado amigo.

Todo salió bien, por un tiempo, ella estaba embelesada por el atractivo chico que la cortejaba, enamorada de los detalles y el romanticismo de ese príncipe azul, ¿quién no caería con un hombre así? Los problemas vinieron tras la graduación, cuando Chanyeol volvía a encargarse de su hacienda y ella no quería ir.

Fue una lucha en la que él tuvo que ser mediador y bastante manipulador para convencerla de que allá iba a tener una vida maravillosa... Él tuvo que hacer cosas no muy decentes para cerrarle algunas puertas y que ella finalmente lo hiciera, ceder a esa vida de esposa y madre. Ahora que lo piensa, si ella no hubiera muerto en ese accidente, tal vez habrían terminado divorciados porque querían cosas diferentes de la vida y eso tarde o temprano los hubiera separado.

Por eso se negaba a darse una oportunidad con Sehun, era lo mismo, un hombre perfecto de esos que quieren casarse y tener muchos hijos, que esperan una pareja amorosa que lo cuide y Junmyeon no era eso, no podría dejar su vida para hacer eso. Él amaba su trabajo, que era mucho, podrían llamarlo loco, pero encontraba un enorme placer en ganar, en organizar cosas, en solucionar problemas, en tener el control, él era eso, y era muy bueno.

¿Qué pasaría si lo intentaba con Sehun? El chico no se conformaba con una relación como la que él podía ofrecer, eso ya estaba comprobado, él quería todo el cuento de hadas. ¿Y si cedía? ¿Y si se casaban? ¿Qué seguía? Junmyeon no se sentía capaz de ser padre, si tuviera un hijo, lo amaría, no era un monstruo, pero no era una prioridad en su vida y definitivamente no quería dejar su trabajo.

Estar en ese lugar al mismo tiempo era un azar del destino, pero Sehun se iría en unos meses a otro lugar, con otra obra, era un nómada y su vida estaba centrada en esa hacienda, su vida era Chanyeol. ¿En qué momento se desdibujaron los límites? ¿Cuándo fue que Chanyeol se volvió el centro de su mundo?

Bien dicen que las mentiras son como una bola de nieve, crecen y crecen sin parar y tras el accidente él se concentró tanto en que no se descubriera lo que debía permanecer oculto que para tapar un hueco iba abriendo otro y cuando se dio cuenta ya estaba lidiando con una avalancha imposible de frenar.