XXVII

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La selección de sirvientes había finalizado. ¡Felicidades a los ganadores! Posiblemente terminen muertos, heridos, quemados o decapitados...

O eso era lo que Meng Yao pensó al ver las caras estupefactas de los nuevos sirvientes.

No tardó mucho en llegar Huaisang Aga para recibir la resolución de Meng Yao. Entró y saludó. Sin embargo, notó una figura de pie al lado de la cama donde estaba sentado el muchacho.

Huaisang rio nervioso y dijo —Aaa ja, ja... joven Meng, ¿qué hace este chico aquí?— refiriéndose a Cai Si, quien aún estaba un poco pálido por el susto y permanecía con las manos sobre su regazo, como corderito inofensivo.

—Ah, ¿Cai Si?— se hizo el tonto. —Él será uno de mis sirvientes... ¿Hay algún problema?— Y alzó sus pupilas mas no su rostro.

El encargado desvió la mirada de esos ojos y miró a Cai Si. No tuvo remedio, el Sultán había pedido que se hiciera como Meng Yao quisiera. —Está bien— concluyó con apatía. —¿Y del resto?

Entonces Meng Yao dio la primera orden a Cai Si. Ladeó la cabeza en su dirección y dijo —Indícale quienes serán tus compañeros

Y dicho y hecho, el doncel reverenció y se desplazó hacia la pequeña habitación de sirvientes, de la cual salieron dos mujeres.

—¿So-sólo ellas?— se extrañó Huaisang, ya que había llevado a un grupo y sólo se quedaron dos.

—Sí, sólo ellas dos— respondió el castaño. Hizo un gesto con la barbilla y Cai Si regresó a su lado para acercarle una taza de té.

Huaisang se cuestionó por qué el tan buen comportamiento del doncel. Él recordaba que Cai Si era independiente y se reusaba a ser mandado por alguien. Pero reconocía que se había acercado a uno de los peces gordos. Tal vez sólo estaba esperando al que le pudiera conceder su deseo.

—Los demás que trajiste...— prosiguió el castaño, mientras quitaba la espuma del té en la taza con la tapa. —Los chicos los conozco, no muy agradables sujetos... y las chicas, son sirvientes de Lan Qiren, ¿acaso los trajeron para espiarme o controlarme?

¡KBOOM!

Huaisang se quedó atónito. ¿Cómo era posible que dedujera el plan de Su Majestad Qiren? Sabía de Su She que Lan Qiren quería tenerlo controlado, por supuesto, no esperaba que Meng Yao fuera tan agudo para descifrar el complot.

—Ellas dos son suficientes, también tener muchos sirvientes no es bueno— concluyó el castaño.

Detrás de abanico se cernía una sonrisa nerviosa. —Muy bien— cerró el abanico después de regresar a su rostro serio. —Retiraré al resto. Por favor, póngase cómodo. Mi Señor está por llegar para presentar al pequeño príncipe ante el harén.

Reverenció y salió de la habitación, totalmente impactado.

—¿Viste eso, Cai Si?

El sirviente inclinó la cabeza hacia su nuevo amo. —¿Qué?

—Mis conjeturas fueron correctas. Sólo reconocí a una de ellas como sirvienta del viejo Lan y resulta, por la reacción de Huaisang Aga, que todas ellas tenían esa misión— curvó los labios y se rio suavemente.

—¿Entonces por qué eligió a dos de ellas?

—Porque las que se quedaron conmigo no sabían qué hacer... Fueron entrenadas por Qiren, pero no le son fieles a él... Estaban asustadas, por lo tanto, cambiar de bando sería demasiado fácil. Su lealtad está asegurada hacia mí, ¿no lo crees, Cai Si?

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⏰ Last updated: May 18 ⏰

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