Dios del omniverso (2)

Capítulo 239: Un mal necesario Parte 5

A medida que se corrió la voz sobre múltiples ataques en algunas de las ciudades más densamente pobladas, el gobierno no tuvo más remedio que iniciar un estado de emergencia. Desde la aparición de los metahumanos, lo que calificaba como terrorismo interno había cambiado.

Después de todo, ciertos supervillanos podrían nivelar pueblos pequeños si alguna vez se enfrentan, con casos que han ocurrido con villanos como Giganta, Gorilla Grodd, Solomon Grundy y muchos más.

Pero para que varias ciudades fueran atacadas más o menos al mismo tiempo, esto era algo que el gobierno no podía dejar que los héroes lo manejaran.

Minutos después de que se declarara el estado de emergencia, el personal militar comenzó a inundarse y a correr hacia ciudades cercanas a sus bases o cuarteles, equipado con equipo que los protegía de las esporas.

Entraron en las ciudades para ayudar a los necesitados mientras pedían a los que no se vieron afectados que se quedaran en sus hogares y mantuvieran las ventanas cerradas. El gobierno ya estaba trabajando rápidamente para lanzar drones que volarían a través de las ciudades y filtran el aire, al tiempo que pedía a los distribuidores y fabricantes locales de máscaras cercanos que los ayudarán a garantizar que el mayor número posible de ciudadanos estuvieran protegidos de las esporas.

Esta fue una respuesta aterradoramente rápida para un país que actualmente estaba sufriendo problemas en su administración, pero Arias esperaba esto de la mayor potencia militar del mundo.

Pero debido a algo que obtenía de los recuerdos de Lex, Arias vino a recoger algo en Star City. Mientras los soldados se acercaban más a la ciudad y los oficiales de policía ordenaban a los civiles que entraran en sus hogares, se podía ver a Arias envuelto en un atuendo casual negro con una pequeña bufanda que cubría parte de su cara.

No fue para nada extraño ver a alguien hacerlo dadas las circunstancias. Sin ojos puestos en él, Arias entró casualmente en un callejón.

Hacía frío y estaba decrépito, y el único sonido que se podía escuchar eran las sirenas distantes de los vehículos de la policía y las ambulancias. Arias caminó por este tranquilo callejón hasta que llegó a la mitad del camino, donde se detuvo abruptamente. Mantuvo su mirada hacia adelante con las manos apoyadas en ambos bolsillos, como si estuviera esperando algo o a alguien.

Luego, de la nada, los vientos en dicho callejón comenzaron a levantarse, con envoltorios y papeles cercanos volando en el aire de manera circular. Inmediatamente después de esto sucedió, apareció un pequeño y diminuto agujero en el suelo a pocos metros de Arias.

Era completamente negro y comenzó a expandirse ominosamente hasta que fue aproximadamente del tamaño de un coche pequeño. Casi de inmediato, las figuras de Raven y Chesire se alejaron del círculo oscuro y se cerraron al suelo antes de que el círculo desapareciera.

La atmósfera volvió a la normalidad, con las envolturas cayendo hacia atrás, revelando a Arias frente a ellos. Cheshire sonrió maliciosamente y se puso la mano en la cadera mientras inclinaba ligeramente la cabeza de una manera coqueta antes de decir: "Podría acostumbrarme a este tipo de transporte si siempre eres el destino, jefe".

Arias respondió: "halagador".

Cheshire luego se casó y estaba a punto de decir algo, pero Arias la cortó. "¿Hubo algún problema?"

Raven simplemente sacudió un poco la cabeza, mientras que Cheshire respondió provocativamente: "Oh~ nada que mi nuevo amigo y yo no pudiéramos manejar".

Arias no se molestó en preguntar más sobre el tema porque, a pesar de toda su alegría y carácter bastante excéntrico, Cheshire era profesional y sabía que nada mejor que deslizarse. Con eso, Arias se puso a la obra de inmediato.

"Bien, esperemos que puedas manejar esta siguiente parte".

Cheshire se sopló el pecho con confianza mientras mantenía la mano en la cadera, arqueando ligeramente la espalda mientras respondía: "Puedo soportar cualquier cosa que me des, jefe".

Arias no respondió y comenzó a caminar, señalando con las manos que se alejaban de su camino.

Al pasar entre ellos y comenzó a caminar hacia la otra salida del callejón, Cheshire inmediatamente comenzó a caminar por su lado derecho mientras escaneaba el callejón en busca de cualquier ojo no visto.

Raven, por otro lado, fue más casual mientras se cernía a su izquierda, siguiendo este ritmo lento pero constante mientras mantenía su mirada hacia adelante, preguntándose qué era lo que Arias estaba planeando.

Ignorando cualquier pensamiento que estuviera pasando por la mente de las dos damas detrás de él, Arias comenzó a explicar.

"Al inicio, el plan habría terminado después de que Gotham, Star City y Metrópolis hubieran sido atacadas cada una. Sin embargo, debido a la aparición de un nuevo factor, hice que Ivy y Enchantress apuntan a dos ciudades más. Para dispersar al personal de los militares".

Después de que Arias terminara de hablar, Raven sintió que tenía una pieza en el rompecabezas, pero todavía no podía pensar en lo que se relacionaba. Cheshire sintió lo mismo, pero en lugar de permanecer en silencio, preguntó directamente: "¿Tenemos que matar a alguien importante?"

Arias se rió de esto y negó con la cabeza, respondiendo: "No, tenemos que recoger a alguien importante".

Mientras Arias decía esto, se metió en la larga gabardina que llevaba puesta y sacó una pequeña carpeta antes de entregársela a Cheshire.

La carpeta estaba manchada con un poco de sangre y estaba marcada como "clasificada" en la parte delantera. Cheshire levantó una ceja en esto, antes de darle la vuelta. Luego mostró una mirada perpleja al ver las palabras escritas en la parte posterior;

"Proyecto Galatea".