A las personas nos gusta justificar que nos compartamos diferente porque las personas cambian. Pero la verdad es que tal vez no cambiamos y solo estamos sacando esa parte de nosotros que siempre intentamos retener...
Tal vez eso es lo que le pasó a...
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—Creo que vienes más aquí que a tu casa—.comenta tan solo verme atravesar las puertas de la cancha.
—No sabias que me observabas tanto.
—Aunque no lo creas, se me hace casi imposible no hacerlo.
—Siempre lo supe—admito con diversión llegando hasta donde está sentando.
—¿El qué?—inquiere haciéndose a un lado para que pueda sentarme—¿Qué te vivo observando a cada segundo?
—Si, eso y que te resultó irresistible.
Suelta una carcajada negando con la cabeza, con su mirada en medio de la cancha como si estuviera observando algo aunque somos los únicos aquí.
—Yo no lo llamaría irresistible, pero si se te pasa—asegura.
—No importa lo que digas—anoto—lo tomare como que te resulta difícil admitir tu realidad.
—No te voy a desmentir solo para que no te sientas mal.
—Que considera—coloco los ojos en blanco.
Baja la cabeza por unos segundos con una media sonrisa en los labios antes de volver a centrar su atención en mi.
—Te ves bien—dice mientras asiente.
—¿Ves?—lo molesto haciendo que ría—no pierdes oportunidad para admitirlo.
—Creo que ahí si tienes razón—concuerda—¿Cómo estás?
Abro los brazos con una gran sonrisa para que tenga mejor vista de mi rostro.
—¿Cómo me veo?.
—No puedo admitir que estés bien solo por como te ves, baby—anota—pero si los estás me alegro mucho por ti y si no, recuerda que siempre podemos dejar nuestras pequeñas diferencias de lado y llamarme en busca de un abrazo.
—Gracias—.musito—¿sabes? Creo que en un mundo paralelo donde lo nuestro hubiera sido diferente, podría a ver sido los mejores amigos.
—O tal vez la mejor pareja.
No puedo evitar volver a colocar los ojos en blanco dejando escapar una suave risa.
—No te puedo corroborar eso, pero ninguno de los dos podemos afirmar como abría sido.
—Ellie—duda un poco antes de continuar—creo que nuca te pedí disculpas y ya que las cosas entre nosotros no están tan cortante como hace unos meses, me gustaría hacerlo ahora.
—Acepto tus disculpas Aksel—me adelanto haciendo que la confusión de apodere de su rostro.
—¿Así de fácil?—pregunta incrédulo.
—Si.
—¿No vas a hacer que me arrodille y te pida perdón delante de todos los que estuvieron involucrados?
