diez

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Apenas salieron del Instituto, caminaron al auto de Leo y cuando Hyenim abrió la puerta trasera para subir un brazo se apoyó en el techo del auto. Ella levantó la cabeza, y se encontró con Krystal que le miró con superioridad, llegó Chanyeol a su lado, y le besó el cuello dejándole una marca. Hyenim bajó la cabeza, e intentó subir al auto pero, Krystal tiró de su hombro para que eso no pasara.

Abrió la boca para decir algo pero, al escuchar una puerta cerrarse giraron hacia la derecha, y vieron a Leo parado apoyado contra el auto, mirándoles fijamente. Su mirada era firme, y dura.

Hyenim sonrió de lado, y miró a el hermano de su amiga, este sonrió pero sin quitar la vista de Krystal y Chanyeol.

Ella le miró coqueta, y le habló:

- ¿Eres su novio? -Enarcó una ceja en forma de broma.

Leo negó con la cabeza.

-Te mereces a alguien mejor, y a alguien... que por lo menos tenga un poco de belleza. -Señaló a Hyenim e hizo una mueca con la boca.

La castaña bajó la cabeza.

Le dolió.

-Créeme, Hyenim es mucho más bella que tú... -Dijo Leo, y caminó al lado de Hyenim, la ayudó a entrar y cerró la puerta del auto.

El resto del viaje fue en completo silencio, la mirada de Hyenim permanecía quieta en el espejo delantero, y miraba hacia donde iban. Miró hacia el espejo retrovisor que estaba pegado en el techo, y descubrió al castaño mirándole, desvió la vista en el segundo que ella lo notó. Sus mejillas tomaron un color carmesí.

Hyerin dio media vuelta la cabeza, mirando a Hyenim.

- ¿Qué pasó? -Le señaló la cara. Y Hyenim no entiendo. - ¡Estas sonrojada!
Leo rió, y la volvió a mirar a través del espejo.

Hyenim le miró, y sus mejillas ardieron. Mordió su labio, nerviosa.

Hyerin enarcó una ceja, miró a su amiga, y luego a su hermano.

Abrió la boca, la cerró, y los señaló.

Sonrió, y le guiñó un ojo a Hyenim.

-Solo voy a decir que, no me metan en el medio de nada. -Hyerin sonrió, y le golpeó en el hombro a su hermano para después, sonreír abiertamente.

{...}

Fueron a casa de Hyerin, y Hyenim como era la invitada se ofreció a preparar el almuerzo. Era muy buena preparando pizzas, y eso era lo que haría.

Rin fue a tomar un baño, y dejó a su amiga con su querido hermano.

Hyenim preparaba la masa de las pizzas cuando sintió una presencia en la cocina, pensó en Hyerin y se dio media vuelta.

-No pensé que... -Se interrumpió a si misma cuando vio que era Leo.

- ¿Qué cosa no pensaste? -Se rió.

-Pensé que eras Hyerin, y que ya había terminado de bañarse.

Leo tomó un vaso de la mesada, abrió la nevera, y sacó una caja de zumo de naranja. Le ofreció a Hyenim pero, ella se negó.

-Rin tarda horas en bañarse.

Una sonrisa se expandió en la cara de Hyenim.

Leo caminó hasta ella, y se le paró justo en frente.

Observó su cara detenidamente, y pasó una mano por su mejilla, y otra por su frente.

Hyenim sintió un escalofrío recorriendo toda su espina dorsal.

-Tenías la cara llena de harina. -Dijo, y mordió su labio.

Hyenim se quedó quieta como una estatua mirando sus ojos.

Algo que siempre le atraía sobre chicos eran sus ojos, y su sonrisa. Eso siempre sumaba puntos, pero la personalidad siempre estaba primera... Y la de Leo era perfecta.

Leo acomodó su pelo, y queriendo salir de ese momento incómodo, ayudó a Hyenim a terminar los bollos de la masa para el almuerzo.

-La chica que hoy te molestó... ¿Era Krystal? -Preguntó Leo mirando a Hyenim de reojo.

-Sí.

Leo suspiró, y bufó.

-Sabes que todo lo que dijo es mentira, ¿no? -Dejó todo en la mesa, y se giró para poder mirarla bien.

-Leo...

-No, déjame... Ella, ha de ser una de las personas que te lastimaron. -Le acarició la cara con ternura. -Y una, de las que siempre te molestan y te insultan... Pero, ¿sabes? Eres mucho más hermosa que ella, y tu personalidad es mejor que Krystal... No es necesario conocerte desde siempre para saberlo. -Le sonrió, y Hyenim cerró los ojos, analizando lo que le había dicho.

Nunca nadie, bueno... Nunca un chico, le había dicho cosa tan preciosa.

Negó a las lágrimas que ardían en sus ojos a salir, y cuando los abrió, veía borroso.

Una lágrima rebelde cayó y Leo la secó con su pulgar.

-No llores.

-Gracias.

Hyenim abrazó a Leo por el cuello, y sintió los brazos de él agarrándole la cintura con delicadeza, y apretando sus labios contra su hombro.

Le acarició el pelo del cráneo, y con dificultad se separó de él.

Cuando lo hicieron, quedaron a pocos centímetros.

Hyerin tosió, y ambos se separaron.

-Estoy aquí desde que él dijo que le parecías hermosa. -Hyerin señaló a su hermano, y luego, a su amiga. -Fue como en las películas... Siempre alguien arruina el momento del beso.

-No íbamos a besarnos. -Dijeron al unísono.

-Y en las películas o novelas siempre dicen eso. -Tomó una manzana, y le dio un mordisco.

-Hyerin...

- ¿Qué? -Sonrió. -Yo sé lo que vi, y ustedes... Se llevan mejor de lo que yo pensé.

ººººº

No se hagan los vivos bien que querían besarse ahr. en fin.

Chicaaas, ¿quieren maratón?. Espero les este gustando la novela se acerca lo mejor. Gracias por los votos y comentario, por todo su apoyo.

Rocio

LET ME DIEーP. CHANYEOLWhere stories live. Discover now