veintisiete

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De esa salida, su padre no se había enterado aunque cuando encontró todo el sistema roto pensó en que su hija se había escapado ese día pero, Hyenim le hizo creer lo contrario.
Las semanas pasaban totalmente lento, y el mes de castigo no terminaba nunca. Chanyeol cumplió con lo que había dicho la última noche que tocó la habitación de Hyenim, a todos lados le seguía, y lo peor de todo es que ella compartía clases con Krystal, y el miedo cuando quedaba sola se apoderaba de su cuerpo... Ella no le hizo nada, nunca le lastimó.

La castaña corría por las puertas del Instituto para salir de ahí lo más rápido posible, pero Chanyeol estaba contra el auto con los brazos cruzados sobre su pecho.
Hyenim bufó, y pensó en la idea de ir caminando hacia llegar a su casa que no estaba lejos pero, el auto era de su padre, y lo necesitaba para ir a trabajar en la tarde así que, lo ignoró.
Le trababa la puerta y por eso, no pudo ignorarlo como su mente le reclamaba aunque, en parte quería que le hablara... Su voz era seductora.

- ¿No vas a decirme permiso?

Ella le ignoró, intentaba empujarlo pero, él era tan fuerte que eso no era posible.

-Oh, vamos... ¡Estuviste todo el día pegado como un gran dolor en el trasero! -Le gritó, y le empujó de nuevo, se movió dos centímetros pero, eso no servía para poder entrar al coche.

-Me gusta saber que soy la razón de tu malhumor.

-Eres un hijo de puta, ¿sabías eso? -Abrió la puerta trasera, y tiró su mochila, buscó la llave del auto y volvió a cerrar la puerta. -Muévete.

Chanyeol negó con la cabeza, y acomodó sus lentes de sol. Era irónico, estaba nublado, no había Sol, el cielo estaba completamente gris, y el chico usaba lentes... Hyenim no entendió si lo hacía para conseguir más chicas porque se veía realmente bien o porque de verdad tenía un gran problema.

-Vale, te resumo esto: Mi papá se tiene que ir a trabajar con el auto, y yo estoy aquí sin poder salir porque un chico -Le señaló. -, está bloqueando la puerta. Así que, permiso. -Chanyeol se quedó inmóvil. Hyenim empezaba a perder la poca paciencia que tenía.

Chanyeol le sonrió, y le corrió un mechón de la cara, la castaña se movió de costado alejándose de él. Fue a la puerta del copiloto, y tiró de la puerta pero, no abrió. La soltó, y tiró de nuevo... Chanyeol tosió, y sacudió la llave del auto en su mano. Hyenim tocó su cintura, y vio que las llaves habían desaparecido.

-Imbécil. -Susurró.

Chanyeol soltó una risa y caminó hacia su coche. Hyenim corrió detrás de él, y le tomó el brazo dándole la vuelta para que lo mirara. Agarró su mano, y tiró de la llave, prácticamente, se la arrebató. Dio media vuelta, y Chanyeol llevó las mismas a la cintura de la chica y la devolvió donde antes. Sonrió de lado, y Hyenim le quitó los lentes y también sonrió.

-No te quejas de esto, ¿o no?

-Suéltame o te los rompo.

[...]

Hyenim terminó de colocarse su perfume y salió de su habitación sin hacer ruido. Quería escuchar la conversación que estaban teniendo, Hyerin era muy buena entablando charla con cualquier persona que estuviera alrededor así que el tema podía ser desde el último partido de soccer hasta las siguientes fiestas de fin de año pero, nada de lo que pensó era el tema del cual conversaban.

-No quiero que mi hija desobedezca, ¿vale? No te llamé a ti para que seas de mala influencia, Hyerin. -Le dijo, y le señaló con el dedo índice. -Y tú, Leo, debes ser más inteligente, sé que Hyenim no se junta mucho tiempo contigo por más que sean "novios" o lo que sea. -Hizo un mohín con la mano derecha, y luego, llevó una mano a su cadera. -Les pago para que ayuden a que tenga una vida de adolescente, pero no de esta forma, chicos. No hacen el trabajo tan bien, ¿sabían?

LET ME DIEーP. CHANYEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora