-Narra Violeta-
Estoy decidida a solucionar esta auténtica mierda porque, si llega a pasarle algo a Chiara o al bebé, no me lo perdonaría en la vida. Tengo que arreglarlo para que Kiki me perdone. Cuando, ayer dejó el anillo y se fue, me partió el alma. Ella tenía toda la razón, no confíe en ella y debí hacerlo, me superó el miedo y no pude hacerlo. Soy una estúpida. La he estado llamando desde que se fue pero, como ya me esperaba, no contesta y la entiendo. Me lo merezco.
He decidido volver a ir a la discográfica para que me hagan caso de una puta vez, estoy cansada de ser ignorada. Quiero hablar con Vanessa, la directora de la discográfica, y no voy a parar hasta convencerla de ir a la policía a denunciarlo y que me ayuden a encontrar al culpable.
Al llegar a la discográfica, me dirijo a su despacho sin hablar con nadie previamente, no he llamado, no sé si está en alguna reunión o si está fuera, pero me da igual. Entro en su despacho esperando encontrarla ahí, y por suerte, sí está. La encaro muy enfadada.-Vanessa, tienes que hacerme caso. Tenemos que ir a denunciar esto. (Le tiro el sobre con las fotos a la mesa) ¡Me llegó esta mierda ayer! Le han estado siguiendo a Chiara, es demasiado. Tenemos que hacer algo ya, y no acepto un no por respuesta. ¿Me has escuchado bien? Con ella no, Vanessa. Esto ha llegado a un límite y no lo soporto más.
-A ver, Violeta.
-¡No! Joder, no. Llevo un mes angustiada, haciéndoos caso pero ya no más. Como le pase algo a Chiara me muero. Así que, vamos ahora a la policía. Y si no quieres acompañarme, iré yo sola... que es lo que debería haber hecho desde el principio.
-¿No te llegó nada más? ¿Algún mensaje con las fotos?
-No, sólo las fotos. Las habían dejado en el buzón de mi casa. Chiara lo vio todo, está enfadadísima... y con razón. Necesito ir a denunciarlo ya, Vanessa.
-Venga, vamos. (Se levanta).
-¡Por fin! Gracias. (Le digo).
-Te prometo que vamos a solucionarlo, ¿sí?
-No hace falta que me lo prometas. Ya me he prometido a mí misma que no voy a parar hasta arreglar esto.Vamos en mi coche, todo lo rápido que podemos, a la comisaría de la policía nacional. Esperamos un poco a que nos atienden y, cuando finalmente lo hacen, le cuento al policía todo lo ocurrido sin dejarme ni un mínimo detalle. Él me escuchaba con atención mientras anotaba ciertas cosas en una pequeña libreta y me preguntaba otros detalles.
Tuve que darle nombres de personas de las que yo sospechaba, pero no pude darle muchos, ya que no tenía ni idea de quién podría estar interesado en hacerme daño. Así que, le di los nombres de mis ex parejas y poco más. Me dijeron que iban a ponerse a investigar en ese mismo momento, ya que la situación había llegado a un punto preocupante y crítico.
Cuando llegué a casa, llamé a Kiki varias veces de seguido, sin éxito. Así que, como necesitaba contarle las novedades sí o sí, le mandé un audio con la esperanza de que, al menos, lo escuchara.2 días después...
He estado toda la mañana en el estudio, pero no me ha cundido todo lo que quería porque no estaba nada concentrada y, mucho menos inspirada. Al salir, me entra una llamada y veo que es de la policía. Contesto de inmediato:
-Hola, buenos días. ¿Alguna novedad? ¿Habéis encontrado algo? (Pregunto en cuanto descuelgo).
-Hola, buen día. Lamentablemente, no hay nada que nos pueda ayudar a avanzar. Los nombres que nos dio de sus ex parejas, no han servido. Hemos hablado con ellas y ellos, y todos tienen cuartada. También, hemos investigado sus últimos movimientos este pasado mes y está todo correcto, nada fuera de lo normal.
-Vaya, joder. ¿Y entonces, qué hacemos? Se puede hacer algo, ¿verdad?
-Vamos a investigar en el ámbito profesional. Dime nombres de gente con la que has colaborado y con los que hayas rechazado trabajar o puedas haber tenido algún roce.
-Vale. (Le digo los nombres que se me ocurren en este momento).
-Muy bien, muchas gracias. Seguimos en contacto, Violeta.
-Ahora, cuando llegue a casa miro más gente y se lo digo, ¿sí?
-Perfecto.
-Hasta luego. (Cuelgo).Voy a mi piso rápidamente, me pongo ropa cómoda y llamo a Raquel para que me ayude a pensar en artistas o productores con los que rechacé trabajar en el pasado. Un rato después, tengo todos los nombres apuntados y llamo al policía encargado del caso, para informarle de ello y que los pueda investigar.
Más tarde, me llama un número desconocido, descuelgo y pregunto quién llama pero no responde nadie. Así que, cuelgo extrañada, ya que esta mañana me pasó, también. Por eso, decido ir a la comisaría a contarle esto al policía porque esto no puede ser una causalidad.
Al comentárselo, decide ponerse en contacto con un colega suyo que se jubiló el año pasado. Por lo visto, es experto en tecnología y sabe utilizar la triangulación de las torres celulares para, así rastrear las llamadas que he recibido en mi móvil. Y, con suerte, saber quién es la persona que está detrás del número desconocido.Al día siguiente...
-Muchas gracias. Vamos a ver lo que podemos hacer. (Me dice el colega del policía, al darle mi móvil).
-Gracias a usted.
-¿Cuántas llamadas dices que fueron? (Me pregunta).
-Dos.Felipe, que así se llama el hombre, ha estado bastante tiempo rastreando las llamadas y haciendo cosas de esas, que no entiendo, la verdad. Me lo ha ido explicando, pero como si me hablara en chino, vaya.
-Ya está, lo tengo.
-¿Quién es? (Pregunto impaciente).
-Al rastrear las llamadas, he accedido a la ubicación desde dónde se hicieron y luego he mirado en el registro quién vive allí.
-¿Quién?
-Lara Fernández Castrelo. ¿Te suena?
-Es Judeline. Es una cantante española con la que rechacé colaborar el año pasado.
-Pues en ese caso, muy probablemente, sea ella quién esté detrás de todo pero para asegurarnos, hay que pasarle esta información a la policía y que investiguen cuáles han sido sus últimos movimientos.
-Vale, muchas gracias, en serio. ¿Se encarga usted?
-Sí, yo les pasó toda la información.Esa misma noche, me llamo el agente de policía Rodríguez, para informarme de que han estado viendo las cámaras de seguridad de las oficinas de correos de Valencia, la ciudad desde dónde me envió todas las amenazas. Efectivamente, la han visto entregando la cartas y, dichas cartas enviadas a las direcciones donde yo me encontraba, el pasado mes. Así que, como ya sospechaba, Judeline es la responsable de todas las amenazas.
La verdad, es que no sé que pensar de todo esto. ¿Qué motivo puede tener para hacerme algo así? Simplemente, no quise colaborar con ella. De todas formas, no me importa. Sólo quiero, que después de tomarle declaración, salga culpable y pague por lo que ha hecho.
Intento llamar a Chiara para comentarle lo sucedido estos últimos días. Pero, como me imaginaba, no me contesta. Así que, igual que el otro día, le mando un audio a Whatsapp para contárselo. Tengo la esperanza de que lo escuche, ya que el sí lo hizo con el anterior.
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Más allá de una colaboración
Teen FictionChiara y Violeta son cantantes españolas. Chiara, queda embarazada accidentalmente tras una fiesta de celebración post concierto. La discográfica les propone a Chiara y Violeta colaborar juntas, y éstas aceptan. Durante las sesiones de trabajo la c...