Harry Potter : Another Chance (HP:Otra Oportunidad) - 1

Capítulo 76:La Bóveda de la Familia Potter

Descargo de responsabilidad:

Harry Potter y todos sus personajes pertenecen a JK Rowling.

No soy dueño de nada más que de los personajes originales que hago.

"Diálogo"

'Pensamientos'

.

"¿Pero por qué están sus bóvedas aquí? He leído sobre las Once Familias que formaron el Antiguo Consejo de Magos. Y los Fundadores de Hogwarts no se mencionan allí". Dijo Harry.

"Eso se debe a que eran parte del Consejo Original que se creó mucho antes de que existiera Hogwarts. Pero lo abandonaron poco después de que se fundara la escuela . . . o tal vez fueron removidos por la fuerza, es difícil decirlo. Hay poca información sobre esa época. Lo que sabemos es que las Cuatro Familias Fundadoras tuvieron algunos desacuerdos con los otros Miembros del Consejo. Después, fueron reemplazadas por Cuatro Familias que fueron consideradas lo suficientemente dignas . . . Lestrange, Rosier, Malfoy y Parkinson". James explicó.

"Esas cuatro . . . ya veo". Harry podría especular sobre la causa de su conflicto. Dudaba que estas Antiguas Familias estuvieran contentas de que se les enseñara su conocimiento mágico a todos los que asistían a la escuela.

"Más tarde hubo otro sustituto en el Consejo". Dijo Lily.

"El motivo fue mucho más claro esta vez . . . esa Familia se extinguió y desapareció por lo que tuvo que ser reemplazada".

Señaló una puerta distante.

"Esa de ahí". 

Harry se acercó a la puerta con curiosidad. Era raro que una Antigua Familia de Magos se extinguiera por completo. Algo importante, como una guerra, debe haber sucedido.

"¡Eso de ahí es!". El símbolo que se mostraba en la parte superior de la puerta le resultaba muy familiar. Luna y su padre habían pasado muchos años estudiando su historia. Pero nunca esperó encontrar su bóveda aquí. 

"Los Peverell . . . ".

"¡Así es! ¿Sabes algo sobre ellos? No mucha gente lo sabe. No entendemos con certeza qué les pasó. Pero hay una vieja historia relacionada con esa familia". Dijo Lily.

Harry sintió una sensación extraña cuando se acercó a la puerta. Algún tipo de conexión.

'¿Qué es esto?'.

"¡Magos!". La voz enojada del Goblin resonó por toda la cámara.

"Mi tiempo es oro y no aprecio que lo desperdicien".

"Bien, entonces abramos nuestra bóveda, no enojemos más a este buen Goblin". James se dirigió a la puerta con el Símbolo de su Familia. 

El Goblin gruñó algo en su idioma y caminó hacia su bóveda.

"Harry, vamos", lo llamó Lily cuando vio que no se movía.

Harry le dio una última mirada a la puerta Peverell antes de seguir a su madre. Se preguntó de qué se trataba eso. ¿Qué podría haber dentro de esa bóveda?

Llegó a tiempo para ver al duende insertando la llave en el medio del mecanismo y dándole un giro. Los engranajes empezaron a girar pero la puerta aún no se abrió. 

El Goblin sacó un cuchillo pequeño y se lo dio a James. 

Harry vio a su padre hacerse un pequeño corte en el dedo y untar una gota de sangre en un plato negro situado al lado de la llave.

"Este es un paso necesario. La puerta no se abrirá sin la sangre de un Potter". James dijo esto mientras miraba a Harry.

"Entiendo". Harry entendió que su padre quería recordar esto lo suficientemente bien en caso de que tuviera que venir solo la próxima vez.

La sangre desapareció de la placa casi inmediatamente y el mecanismo volvió a la vida.

La puerta crujió y se abrió, dejando una gran entrada circular a la bóveda.  

"Vamos". James fue primero y cuando puso un pie dentro de la habitación, éste quedó iluminado por docenas de antorchas mágicas.

"Wow . . . " Harry nunca había visto una montaña de oro tan grande. Incluso el que vio una vez dentro de la cámara de Lestrange palideció en comparación. 

"Lo sé . . . yo también me sorprendí la primera vez que lo vi". Dijo Lily.

"Nuestros Antepasados ​​hicieron algunas inversiones sabias, el dinero no es algo de lo que tengamos que preocuparnos gracias a ellos. Ahora síganme . . . creo que está por aquí". James caminó alrededor de la montaña de oro y entró más.

Harry caminó mientras miraba alrededor de la bóveda. Había muchas cosas aquí. Cuadros, muebles, ropa y muchas cajas llenas de quién sabe qué se guarda en su interior. Casi le recordaba a la Sala de los Menesteres, pero quien organizó este lugar hizo un trabajo mucho mejor que los Elfos de Hogwarts.

"Oh, antes de que lo olvide. Le prometí a Lyra que le traería algo de aquí. Era la única manera de convencerla de que se quedara en casa con Holly. Ella realmente quería venir aquí y ver la bóveda familiar". recordó Lily.

"¿Qué piensas regalarle?". James realmente esperaba que al menos fuera algo legal. 

"Sólo una bonita pieza de joyería. Tal vez un anillo o algún colgante".

James exhaló un suspiro de alivio.

"Hay cajas llenas de ese tipo de cosas allí". el Señaló.  

Mientras su madre buscaba joyas, su padre se acercó a un gran armario que había sido colocado en una esquina de la bóveda. 

"Harry, ayúdame a mover esta cosa. Y recuerda, aquí no hay magia".

"¿Ni siquiera un poco? . . . eso parece muy pesado". Harry se quedó mirando el antiguo mueble.

"Si no quieres ver esos libros, por mí está bien". James se cruzó de brazos. 

'¿Por qué tengo la sensación de que esto es algún tipo de castigo?'.

"Bien, hagamos esto . . . ".

El armario era incluso más pesado de lo que Harry había pensado inicialmente y, a pesar de sus mejores esfuerzos, sólo pudieron separarlo de la pared arrastrando una esquina.

"E-Eso . . . debería ser suficiente". James se sentía un poco sin aliento.

Harry examinó la pared detrás del armario pero no se pudo ver nada extraño a primera vista.

"¿Estás seguro de que está aquí?".

"Me dijeron que el compartimiento secreto estaba en una esquina, detrás de un viejo armario, así que tiene que estar aquí", respondió James. 

Fue entonces que Harry notó una pequeña imperfección en la suave pared rocosa.

"Hay algo ahí". Señaló con el dedo.

"Mmm . . . déjame ver". James pasó su mano por esa área hasta que sintió que algo se movía.

"¡Aquí lo tienes!". Dijo con entusiasmo.

Aplicó más presión y una pequeña parte de la pared se apartó, dejando al descubierto una abertura de no más de cincuenta centímetros de ancho. 

El espacio parecía pequeño pero era suficiente para esconder algunos objetos importantes.

"Vamos papá, veamos qué hay dentro". Harry instó a su padre.