Harry Potter : Another Chance (HP:Otra Oportunidad) - 1

Capítulo 141:Bienvenidos a la fiesta

Descargo de responsabilidad:

Harry Potter y todos sus personajes pertenecen a J.K. Rowling.

"Diálogo"

'Pensamientos'

.

"Ten mucho cuidado, ¿Me oyes?". le dijo James.

El día 28, Harry estaba esperando que se activara el traslador en un pequeño claro, 32 kilometros al norte de su casa.

La razón era tomar precauciones adicionales, en caso de que el traslador pudiera de alguna manera almacenar información sobre su punto de salto.

Harry llevaba puesta la túnica negra y plateada que Daphne le había regalado. La túnica ya venía con varios bolsillos ocultos, pero había añadido algunos más para guardar todas sus cosas. Estaba listo para la batalla.

"Harry, si en algún momento tienes un mal presentimiento, quiero que te alejes de allí inmediatamente, ¿De acuerdo?". dijo Lily.

"Sí, lo prometo. Volveré en unas horas". Harry volvió a mirar su reloj mecánico . . . era la hora. La invitación que tenía en la mano se activó y sintió una fuerte sensación de tirón.

Al momento siguiente, se encontró en una habitación poco iluminada.

Las paredes estaban hechas de bloques de piedra y los pocos muebles que había parecían antiguos.

Parecía un comedor, pero estaba completamente vacío y todos los muebles habían sido movidos a los lados, dejando un gran vacío en el medio. '¿Ya es una trampa?', pensó.

Bajo su túnica, Harry activó su funda y su varita apareció inmediatamente en su mano. Estaba a punto de realizar un escaneo del área cuando escuchó una voz.

"Supongo que es el señor Potter".

Los ojos de Harry se movieron rápidamente hacia la fuente de la voz desconocida y encontraron a un Anciano que vestía un traje negro.

"¿Sí?". preguntó Harry, sin estar seguro de quién era ese hombre.

"Bienvenido a la Villa Parkinson, señor Potter", lo saludó el Anciano con una reverencia cortés. "Soy Julian, uno de los Sirvientes de la Familia. Por favor, sígame a la zona principal de la fiesta. Los demás invitados llegarán en el transcurso de la próxima hora".

Fue entonces cuando Harry se dio cuenta de por qué esa habitación estaba vacía. "Esta debe ser la zona de aterrizaje de los trasladores. Deben haberlos colocado en diferentes momentos para evitar accidentes".

Se sintió un poco tonto por no haber llegado a esa conclusión antes, pero era muy inexperto en ese tipo de fiestas elegantes.

Harry caminó hacia la entrada de la habitación mientras el viejo sirviente lo esperaba.

"Sígame, señor", dijo el mayordomo antes de darse la vuelta y caminar a paso constante.

Harry miró los muchos objetos exhibidos en los pasillos mientras caminaban.

Las paredes estaban repletas de objetos lujosos que colgaban de ellas: pinturas intrincadas y artefactos hechos de plata u oro con una variedad de piedras preciosas incrustadas en ellas.

'¿Los Parkinson siempre fueron tan ricos?', se preguntó.

O tal vez Lord Parkinson era el tipo de persona que colocaba sus posesiones más caras justo en el camino que sabía que tomarían sus invitados, como muestra de estatus y poder.

Era difícil decirlo, ya que nunca, en sus dos vidas, había conocido a ese hombre.

Lo único que sabía con certeza era que un día lo iba a matar.

Después de todo, nunca perdonaría a quienes intentaran dañar a su familia o amigos.

Pero no podía simplemente acercarse a él y hacerlo . . . el mundo no estaba en guerra como antes, así que no podía emplear los mismos métodos que hubiera empleado en esa época.

Si actuaba de esa manera, causaría interminables problemas a sus padres y hermanas, y él quería evitar eso.

Tampoco deseaba causar daño al resto de la Familia de Lord Parkinson. A menos que supiera lo contrario, podrían ignorar por completo las maquinaciones de Parkinson y su actuación como el falso Voldemort.

"Ya estamos aquí, señor Potter". El viejo mayordomo abrió la puerta y le mostró una habitación mucho más grande que la que había visto antes.

No sólo era más grande, sino que también estaba mucho mejor iluminado, con innumerables velas unidas a cuatro enormes candelabros.

La sala circular estaba llena de mesas redondas, pero también había un gran espacio vacío en el medio. 'Esto es un salón de baile . . . '. Harry frunció el ceño mientras una sensación terrible lo invadía.

Era una persona de muchos talentos y habilidades adquiridas a lo largo de los años . . . sin embargo, el baile no era uno de ellos.

"¡Potter, por aquí!".

Se giró a su izquierda y vio a Pansy sentada en una mesa con Daphne y Tracey a su lado.

Echó un vistazo al resto de la sala y solo encontró unos pocos grupos de adultos sentados en las mesas mientras un par de chicas con vestidos negros caminaban con bandejas de bebidas.

'Parece que muchos de los invitados aún no han llegado como dijo ese sirviente'.

No pudo identificar a Lord Parkinson entre la docena de Lord's que se encontraban en la sala ya que nunca lo había visto antes, pero sí vio a Lord Greengrass e hizo nota mental de hablar con él cuando tuviera la oportunidad.

Mientras caminaba hacia la mesa de Pansy, se aseguró de observar bien la distribución de la habitación. 

Las puertas dobles por las que entró también eran la única salida, y conducían a un laberinto de pasillos. 'Eso no sirve de nada . . . Ni siquiera sé dónde está la salida, ya que entré a través de un traslador que me llevó al interior de la casa'.

La buena noticia fueron las varias puertas de vidrio al final del salón de baile, que parecían conducir a un balcón enorme.

Entre otras cosas, su Nimbus 2001 estaba encogida y escondida dentro de sus bolsillos, lo que hacía de este balcón su mejor ruta de escape si las cosas salían mal. 'Solo necesito asegurarme de que no esté cerrado . . . '.

"Buenas noches, señoritas". Harry les ofreció un saludo formal, como se esperaba de él. Recientemente había estado aprendiendo a comportarse correctamente en situaciones formales, pero todavía le quedaba mucho por aprender.

Pansy tenía una sonrisa radiante en su rostro. "Bienvenido, Potter. Por favor, toma asiento". Señaló el asiento a su derecha.

Echó una rápida mirada a las otras dos chicas. Tracey no les prestó mucha atención, mientras que Daphne lo miró con una sonrisa cansada.