Capítulo 24: Contrastes
Hernán Cohen
9 años atrás
Mi padre mira con desagrado a la familia de mi prometida que se encuentran al otro lado del salón. Es la fiesta de graduación y compromiso de Leticia García y Stefan Anderson.
El motivo de disgusto de mi padre, es que el presidente se negó rotundamente a que Pamela vaya a la universidad para esposas de la mafia.
—Se nota que es una malcriada, no aguantará ni un día en nuestro mundo con esa actitud, ¿qué tiene García en el cerebro? —escucho farfullar mi progenitor—. Pablo García será otra piedra en tu zapato, deberas tomar medidas si deseas la presidencia, Hernán.
Tal vez.
Mis ojos escanean el lugar en busca de Pamela. Cuando llegué, me saludo tan efusiva como siempre, pero no la he visto desde entonces y ya ha pasado más de media hora.
¿Dónde estará?
—Busca a Pamela —le ordeno a mi primo, quien tiene su misma edad.
A mi todavía me da reparo acercarme a ella. Nuestra diferencia de edad es la causa principal. El año que viene estaré cumpliendo 20 años y ella 15. Tener cualquier contacto con ella, por más inocente que sea, me hará sentir como un degenerado. Es la chica con la cual me casare, me la follare y la preñare. Es difícil no pensar en esas cosas cuando la veo y me hace sentir asqueroso porque sigue siendo una niña. Y no estoy dispuesto a cruzar ese límite, ya estoy bastante jodido de la cabeza.
Mi primo se acerca a mi, ahuyentando mis divagaciones.
—Esta llorando —dice cuando llega a mi lado.
Frunzo el ceño y camino desde la dirección que el vino. Mi primo se adelanta señalando el camino. Llegamos a un pasillo de habitaciones, mi primo abre la segunda puerta y se aparta para dejarme entrar.
Ahí está sentada en un sillón, con la cabeza apollada en el brazo de este y las manos cubriendo su rostro.
A pesar de su corta edad, puedo deducir que Pamela no será muy alta. Siempre se comenta que de los tres hijos del presidente, Pamela es la que más se parece a la difunta primera dama, quien era una mujer de baja estatura, al contrario de Pablo y Leticia García que son relativamente altos como su padre.
Los delgados hombros de Pamela tiemblan por su llanto. Mantiene una figura esbelta porque se dedica a la danza y al modelaje como pasatiempo. Su cabello castaño claro está desordenado, mechones se escapan del prolijo moño que tenía antes cuando la vi.
—Pamela —la llamo.
Levanta la cabeza bruscamente. Su ojos azules llenos de lágrimas me impactan como la primera vez que la vi, recuerdo que también lloraba ese día.
ESTÁS LEYENDO
Mob Wife - [Libro 1]- [Imperio de la Mafia]
ChickLitEl crimen y la justicia pueden ser antónimos. Pero no son enemigos. No hay justicia sin crimen y no hay crimen sin las leyes que impone la justicia. En este mundo, los políticos se reúnen con criminales a las puertas cerradas del V.I.P de un bar...