Lily
El día transcurría lento, pero dentro de mí todo iba demasiado rápido. Dylan había salido un rato para tomar aire, o al menos eso dijo. Yo me quedé en el departamento, intentando calmar el caos en mi cabeza. Todo lo que ha pasado en las últimas horas esta tatuado en mi piel, en mis labios. Su beso, su aliento, su voz diciéndome que lo intentáramos, que no importaba si arruinábamos todo con tal de no rendirnos.
La sensación de sus manos en mi cintura todavía me quemaba, pero no era un dolor físico. Era algo más profundo, algo que me arrancaba las capas que me había puesto para protegerme. Me hacía sentir desnuda, no de ropa, sino de todo lo que había construido para mantenerme a salvo.
Estoy acurrucada en el sofá, mi taza de té fría en mis manos, cuando escucho el clic de la puerta. Dylan entra, su figura recortada contra la luz del pasillo. Lleva las manos en los bolsillos y el cabello revuelto, como si hubiera estado pasando las mismas batallas internas que yo.
Se detiene un momento, mirándome como si no supiera si deba acercarse. Pero lo hace. Lentamente, como si cada paso fuera una decisión meditada.
—¿Has estado bien? —pregunta con suavidad, sentándose en el borde del sofá.
—No lo sé —admito, dejando la taza sobre la mesa— ¿Y tú?
—Tampoco.
El silencio que siguió no era incómodo, pero tampoco es fácil. Es denso, cargado de todo lo que no nos atrevemos a decir. Pero entonces Dylan hace algo que me sorprende. Se inclina hacia adelante, toma mis manos entre las suyas y me mira directamente a los ojos.
—Lily, tienes que hablar conmigo.
Trago saliva, mi corazón acelerándose ante la intensidad de su mirada.
—Estoy hablando contigo.—No así. No de verdad —dice, su voz baja pero firme— Quiero saber qué hay en tu cabeza, qué sientes, qué temes.
Quiero apartar las manos, pero las sostiene con más fuerza, sin hacerme daño, pero dejándome claro que no me va a dejar escapar.
—No sé si puedo hacer eso, Dylan.
—Inténtalo —insiste, su pulgar rozando suavemente el dorso de mi mano— Por favor.
cierro los ojos y respiro hondo. No sé por dónde empezar, pero algo en su tono, en su cercanía, me hace sentir que puedo intentarlo.
—Tengo miedo... de ti —admito, apenas en un susurro.
siento cómo se tensa, pero no suelta mis manos.
—¿Por qué?Abro los ojos, encontrándome con los suyos. Hay algo en ellos, una mezcla de dolor y comprensión que casi me hace romperme.
—Porque tú ves todo lo que no quiero que nadie vea. Lo que intento esconder. Y tengo miedo de que, si ves demasiado, termines huyendo.Él suelta una risa breve, amarga, pero no en burla.
—Lily, ya he visto más de lo que crees. Y aquí estoy.Su respuesta me golpea, derribando una de las barreras que he levantado. Pero todavía hay tanto dentro de mí que duele, tanto que me hace querer retroceder.
—¿Y si te cansas? —pregunto, mi voz temblando—. ¿Y si descubres que no soy suficiente?
Dylan suelta mis manos para tomar mi rostro entre las suyas, obligándome a mirarlo.
—No es cuestión de ser suficiente, Lily. Es cuestión de quererlo. Y yo te quiero, incluso con tus miedos, tus cicatrices y todo lo que piensas que está roto.

YOU ARE READING
Entertainer; Dylan Minnette
Fanfiction❝ Supongo que no sabías que tú eres mi entretenimiento favorito ❞