Dominio Omega [Omegaverse BL]

Capítulo 50

—¿Qué haces?

—Oh señor —Samantha soltó la pala de metal y suspiró de cansancio. Ella exhalaba aire frio y su rostro, coloreado de un intenso rojo, parecía enrojecerse más con cada segundo que pasaba—. Quería ayudar a remover la nieve ya que todavía no tenemos jardinero, no quería-

—Ese no es tu trabajo —espetó Lior—. Ven, Bretta hizo chocolate caliente.

Asintiendo, Clair caminó sobre la nieve crujiente hasta la entrada de la casa e intentó quitarse las botas. Cuando hizo el amago de agacharse, Lior la detuvo y se acuclilló a su costado.

Mientras que era cubierta por la calefacción de la casa, Samantha recibió una taza de chocolate en las manos y vio al omega dirigirse hasta el fondo de la casa.

—¿Pasaras año nuevo con tu familia? —preguntó Bretta. La rubia volteó a verla.

—Mis padres no viven aquí. Estaré con mi hermana y su novio, pero por suerte habrá la suficiente comida para los dos —Samantha se acarició el estómago y Bretta sonrió, mirando el vientre sobresaliente— ¿Y usted?

—Los pasaré con mis padres y mis hijos  —dijo—, Gregory también tiene planes, a según está saliendo con un hombre alfa.

—¿Qué? pero pensé que a él solo le gustaban las mujeres.

—Ya ves.

Samantha devolvió la vista al lugar en donde el omega se había ido y luego sopló el chocolate, dándole un sorbo.

—...¿Sabes si el señor...? 

Mirándose mutuamente, Bretta suspiró y negó. Todos los años era igual, el personal de la casa se iba y Lior se quedaba solo, y aunque probablemente se reunía con su madre, Bretta realmente no sabía si era así o no.

—¿Crees que debería invitarlo? —preguntó Samantha, al momento se retractó—. No, que cosas digo, que vergüenza seria tenerlo en la casa...y la comida, además el perro...

—No te preocupes por él, estoy seguro de que estará bien.

Samantha asintió y vio al pelinegro dirigirse hacia ellas con un sobre en cada mano. A sabiendas de que le daría, la rubia alzó las manos en negación.

—Recíbelo —Dubitativa, la mujer omega tomó el sobre—. Gracias por tus servicios.

Aun sin ver cuanto era, el sobre se sentía tan sólido y grueso que no tuvo que abrirlo para saber que era mucho dinero. Avergonzada, ella giró su cabeza hacia Bretta y la mujer asintió.

—Señor —Lior alzó los ojos, deteniéndolos en la feliz expresión de Samantha—. ¿Desea que haga algo por usted antes de irme?, siendo que se ira a pasar la noche fuera, quizá necesite que yo-

—Está bien, en todo caso ya es hora de que me vaya —dijo—, Gregory las llevara a su casas cuando me deje en el sitio.

—Que divertido seria ir a una de fiesta de fin de año... —murmuró Bretta, de forma inconsciente—, se debe de pasar muy bien, ¿verdad señor?

—No es para tanto —alegó Conte—. No estas rodeado de personas con las que te gustaría pasar el año nuevo de todos modos.

—¿En así? —Bretta sonrió—. Entonces... ¿con quién le gustaría pasar el año nuevo, señor?

Aunque se esperaban un absoluto silencio, y Samantha ya estaba lista para desviar la conversación, Lior contestó con franqueza.

—De ser posible, con personas que me aprecian —Estirando los brazos, Lior acomodó sutilmente el cuello del abrigo de Samantha—. Quizás el próximo año sea diferente.