🍪GALLETAS DE CHOCOLATE🍪

🍪Capítulo 16🍪

A ese hombre le quiero besar la tristeza y el miedo, para ver si así entiende que lo quiero por lo que es y no por lo que pueda esperar de el.
«Narra Jungkook»
«Diecisiete años»

Decidí regresar a casa una semana después ya que Taehyung comenzó a quejarse sobre la ropa sucia, me parecía tonto de su parte, bien podría mandarla a la tintorería, ¿Cuál era el problema? Bueno también debo admitir que su cocina la ocupe como si fuera mia, de eso si me pueden culpar y me declararía culpable.
El taxi se detuvo frente a mi casa, baje y entre en cuanto el chófer familiar abrió la reja, pase de largo hacia la casa, hacia un frío espantoso y eso que estábamos en verano. Abrí la puerta y ahí se encontraba Linda quien al verme sonrió ampliamente.

-¡Niño Jungkook!- sonreí.- Que bueno verle aquí, ¿Cómo está?, ¿Ha comido bien?, ¿Ha dormido bien?

-Si a todo, estoy bien Linda.- dije cuando ella se acercó para darme un cálido abrazo.- No debes preocuparte.

-Pase niño, sus padres han estado preocupados por usted.- Asentí.

-Ire a mi habitación a descansar, diles que no me molesten.- ella asintió tiernamente.- Gracias.

Cuando llegue a la sala mi corazón dio un vuelco pesado y doloroso, en el sillón más grande se encontraban Jimin y Tae-Yul, quienes reían y se veían tan felices, miré especialmente la sonrisa de ese rubio. Cuánto me había costado que me sonriera de ese modo, suspiré frustrado, desgraciadamente el pasado me consumía ahora mismo, ya que no fui una persona tan allegada a el. Era un completo tonto a su lado.
Debía ser sutil ante esto, no debía herir los sentimientos de Jimin, mi prioridad era aquello. Mis sospechas me decían a gritos algo y ahora mismo lo confirmaría.

Me acerque a ellos decidido, tome la mano de Jimin ocasionando que se estremeciera a mi tacto, lo hice levantar y camine hacia las escaleras, pero se detuvo en seco, me gire y Tae-Yul tomaba su otra mano impidiendo su caminar.

-Tae-Yul sueltalo.- dije mirando a mi hermano.- Quiero estar con el arriba.

-Estamos estudiando.- comento el, se encontraba tranquilo. Mientras que yo me encontraba con el corazón agitado.- Después podrás hablar con el.

-Te lo advierto Tae-Yul, sueltalo si no quieres verme realmente enojado.- es cuando Jimin soltó mi mano.

-Me quedaré con Tae-Yul.- la verdad eso era lo que quería, suspire y asentí.- Subiré contigo cuando termine de estudiar.

-No.- eso sorprendió a ambos.- Mejor quédate aquí abajo, es lo mejor.

Me di la vuelta para subir las escaleras, entre a mi habitación y a pesar de que no me gustaba la forma en como se sentía mi corazon debía aceptar las decisiones de Jimin. La felicidad sería enfocada en el y si el era feliz con la presencia de Tae-Yul, ¿Quién era yo para evitar aquello?
Me deje caer en la cama pensando cada detalle de lo que había ocurrido hace unos momentos, sus ojos tenían ese brillo tan hermoso que lo caracterizaba, sus labios formaban una línea media recta ya que eran muy chonchos y eso evitaba tal cosa. Debo admitir que me dolió la forma en la que tomo esa decisión pero ya lo esperaba, Tae-Yul era más importante en su vida que yo. Y era algo que tenía muy presente, acepte esa pequeña derrota, la guerra todavía seguía pero me daría unos días para que Jimin aclarara su decisión. Si no era feliz a mi lado, no sería necesario aceptar el matrimonio y desgraciadamente estaría de acuerdo.