Louis llegó a casa tambaleándose, con el olor del alcohol aún pegado a su piel, y sus pasos vacilantes llenaban el pasillo oscuro. Harry, que lo esperaba en la entrada, lo miró con ojos llenos de preocupación. Al verlo en ese estado, su corazón se detuvo por un segundo.
—¿Louis? —dijo Harry, casi en un susurro, acercándose rápidamente. Louis le sonrió de manera torcida, demasiado ebria, demasiado desorientada.
—Hey, Harreeh... —murmuró Louis, su voz un poco apagada. Intentó sostenerse, pero Harry lo tomó de inmediato para evitar que cayera.
—Por Dios, Louis ¿cómo es qué terminaste así? ¿Dónde estabas? —le preguntó, su voz tensa y preocupada—. ¿Dónde está Zayn?
Louis soltó una risa amarga, y con un suspiro profundo, dijo casi sin pensar:
—Está con Liam... —la revelación salió de sus labios con una tristeza oculta. No miraba a Harry, sus ojos se perdían en algún lugar lejano—. Con su ex novio que lo golpeaba como saco de boxeo. ¿Te acuerdas de él? ¿El que querías matar?
Impactado de escuchar eso, Harry se quedó en silencio, procesando las palabras. Zayn estaba con ese maldito. La mirada en los ojos de Louis era errática, y su comportamiento lo hacía sentir más vulnerable que nunca. En un impulso, Louis se acercó más a Harry, su aliento etílico pegado a su rostro, y sus labios apenas rozaron la mejilla de Harry.
—Perdón... —murmuró Louis, su voz rota, una disculpa que no entendió Harry. El contacto lo hizo sentirse... asustado sin saber por qué.
Harry se quedó quieto, completamente congelado. No podía dejar de mirarlo, sentía que Louis contenía muchas explicaciones en esa sola palabra. Louis, por alguna razón, no estaba siendo él mismo. Se aclaró la garganta y, con una suavidad temblorosa, lo apartó ligeramente.
—Vamos a la habitación, Louis —dijo, su tono ahora más sereno. El castaño apenas reaccionó, dejándose guiar por su esposo, mientras sus pasos tambaleaban.
En la habitación, Harry lo ayudó a acostarse. Louis se dejó caer sobre la cama con un suspiro pesado, casi como si no tuviera fuerzas para mantenerse despierto. Sin embargo, antes de que Harry pudiera dar un paso atrás, Louis lo tomó de la muñeca, arrastrándolo hacia él.
—Harry... —susurró Louis, acercándose demasiado, sus ojos empañados y apagados por el alcohol—. Perdón, de verdad, perdón... —y trató de besarle los labios.
Le tomó por sorpresa tal acto a Harry, sin embargo, intentó corresponder al beso, pero algo en su interior le gritaba que no era correcto. El dolor en los ojos de Louis, la vulnerabilidad en su gesto, lo hizo detenerse. No podía, no con él así. No era el momento adecuado. Sin decir nada, decidió recostarlo suavemente sobre la cama.
Louis cayó en la almohada como un peso muerto, la calma de su respiración lo delató: ya estaba completamente dormido. Un "Perdón" escapó de sus labios en un murmullo casi imperceptible, como una última disculpa.
Al verlo allí, se quedó parado junto a la cama, observando cómo su esposo se sumía en el sueño. Y entonces, sin previo aviso, sintió el nudo en su garganta. Las lágrimas comenzaron a caer, silenciosas, mientras la incomodidad y el miedo lo invadían. Lloró sin saber por qué. Solo sabía que ver a Louis de esa manera lo destrozaba.
Estaba preocupado, estaba confundido, y, sobre todo, estaba asustado. Y, sin embargo, no sabía a qué le estaba temiendo tanto.
*
*
Al día siguiente, la casa se siente cargada de tensión, como si el aire hubiera cambiado. Louis, a pesar de la resaca de la noche anterior, se prepara para ir a trabajar. Harry, en silencio, lo observa mientras se viste. Durante el desayuno, rodeados por el bullicio de los niños, Harry le comenta que Zayn aún no ha llegado. Louis, con una mirada ausente, deja escapar una respuesta fría, casi sin inmutarse, como si lo que su esposo decía sobre su hermano no le importara realmente.
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Life After You / Larry Stylinson + Zouis Malikson
RomanceEl matrimonio de Louis y Harry es perfecto, hasta que un pequeño accidente cambia las cosas. Tras el accidente, el hermano de Harry decide ayudar a su cuñado, ayudando en la casa y cuidando de sus hijos. Las consecuencias de esta decisión sacudirán...