Minako Uzumaki, ¿Cómo podríamos describirla?... siempre trae consigo diferentes tipos de aventuras y sorpresas, pero tal vez, hay una palabra que le vaya como anillo al dedo. "Genio"
primera temporada terminada
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EL CUERPO DORMIDO sobre la camilla respiraba tranquilamente, sus manos estaban a cada lado de su cuerpo, completamente frágil.
La ventana estaba abierta y en la orilla de esta, había una silueta recargada, manteniendo un rostro serio; cargando una mochila con sus cosas.
-Minako...
Su voz era profunda, pero era una voz que reconocería en cualquier lado. La silueta bajó y caminó tranquilamente a un lado de la pelirroja, quien respiraba tranquilamente. De su bolsillo sacó una mini bolsa, con unos tomates y los puso en la mesita de al lado.
Arrugó el rostro al ver los regalos de las demás personas, pero sabía que ella reconocería los suyos de inmediato, no era algo que se regalaba normalmente, pero el no era bueno para eso. Suspiro y después volvió su vista a Minako.
-Sé lo que me sucede, y sé lo que estoy sintiendo, pero no quiero expresarlo... No soy bueno para nadie, mi destino seguirá fuera de esta aldea, incluso si eso significa sacrificar mis lazos...-Relató, no muy seguro si la chica escuchaba o no.- Sacrificarte a ti.
Sus manos subieron por el brazo de la chica hasta su cuello, donde la sujetó con algo de fuerza, y de su pantalón sacó un kunai. Sus ojos mostraron inseguridad, mientras el Sharingan se exhibía en todo su esplendor.
-No importa si me gustas o no... Debo hacerlo, ¡Debo hacerlo!-Bajó el kunai con fuerza pero el pico del cuchillo solo quedó a pocos centímetros del cuello de Minako, quien ni se inmutó.
Pero no pudo, no tuvo el coraje para hacerlo. Retrocedió y se pasó las manos por el rostro mientras suspiraba pesadamente. No lloró, pero si sentía un hueco en el estómago.
-Me parece tan cobarde hacerlo de esta forma, tengo más lazos, eso es seguro... cuando todo termine, volveré por ti.
Dicho eso, finalizó la "conversación". Se acercó nuevamente, y su Sharingan detalló cada faccion de su rostro, hasta sus labios. Se mojó los suyos, con su lengua y comenzó a acercarse. Dejo un pequeño pico en los labios de la pelirroja, quien solo pudo soltar un suspiro entre sueños.
El chico se enderezó de nuevo y terminó por salir del hospital sin ser visto.
Todo se puso borroso y de repente despertó, dando una bocanada de aire.
Miró a los lados, estaba en su nueva habitación y simplemente se sentó en su cama, descubriendo su camisón que usaba para dormir. Sus manos quitaron los mechones de su rostro, que habían salido de la trenza.
-Otra vez...-Tapó su rostro, ¿Por qué siempre sentia que soñaba lo mismo, pero solo escuchaba la voz distorsionada?
Se levantó tambaleante, aún dormida y abrió el cancel que daba a su balcón.
El frío de la mañana le puso los vellos de punta y se abrazo a si misma, mientras el viento removia sus ropas, junto con su pelo. La puerta del balcón vecino se abrió y soltó una risa cuando escucho ese bostezo característico.
