Capítulo 29: Ecos de un Equilibrio Perdido

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El aire dentro de la casa de la vidente era pesado, impregnado con la fragancia del polvo y la antigüedad. Nox permanecía de pie frente a la anciana polilla, sosteniendo con firmeza el Aguijón Onírico que acababa de recibir. El collar alrededor de su cuello emitía un leve resplandor, pero la vidente no parecía notarlo.

Sin embargo, Elyra, desde su conexión con Nox, podía escuchar cada palabra que la vidente pronunciaba. Su mente se llenó de un cúmulo de emociones cuando la anciana comenzó a hablar, sus palabras despertando ecos de memorias antiguas.

—Ese símbolo... el del collar que llevas —murmuró la vidente, inclinándose hacia adelante con esfuerzo—. Es antiguo. Me trae recuerdos vagos... una historia que escuché en mi juventud, cuando mi tribu aún recordaba los secretos más profundos del reino.

Nox frunció ligeramente el ceño.

—¿Qué clase de historia?

La vidente cerró los ojos, como si buscara en lo más profundo de su mente.

—Había un tiempo... un tiempo muy anterior a la llegada del Rey Pálido y su promesa de perfección. Antes de que el Destello intentara dominar el reino con su luz absoluta. Era un tiempo de equilibrio.

Nox guardó silencio, dejando que la anciana continuara.

—Se decía que este equilibrio no era obra del Destello ni del Abismo, sino de una figura llamada Nyxoria. Una diosa de la dualidad, formada por la unión de la luz y la sombra. Ella no se inclinaba hacia ninguno de los extremos, sino que era el puente que los unía.

Elyra sintió un escalofrío al escuchar ese nombre. Aunque sus recuerdos eran confusos, la mención de Nyxoria resonaba en lo más profundo de su ser.

—Nyxoria... —murmuró para sí misma dentro del collar, su tono lleno de nostalgia y tristeza—. Madre...

La vidente continuó, ajena a la presencia de Elyra.

—Ella creó un reino basado en ese equilibrio, guiado por seres que llamó los Luminarias del Alba. Pero esa es una historia perdida, un eco olvidado por casi todos.

—¿Qué le pasó a Nyxoria? —preguntó Nox, su voz baja pero cargada de interés.

La vidente negó con la cabeza.

—No lo sé. Mi memoria no es lo que solía ser. Pero se decía que Nyxoria era la única capaz de contener las fuerzas que amenazaban con romper el equilibrio. Su símbolo, el Ojo de la Dualidad, era la representación de su poder... y lo llevaban quienes alguna vez fueron sus hijos.

Sus ojos opacos se fijaron en el collar de Nox, estudiándolo con detenimiento.

—Ese collar... el diseño me resulta familiar, pero mi mente está demasiado desgastada para recordar su significado completo.

Elyra observaba a través de Nox, con sus pensamientos corriendo a toda velocidad. Las palabras de la vidente estaban despertando fragmentos de su pasado que había enterrado hace mucho tiempo, recuerdos de un tiempo en el que Nyxoria la abrazaba con calidez y la llenaba de esperanza.

—Eres tú... madre Nyxoria... —susurró Elyra, mientras sus ojos brillaban con lágrimas invisibles para el mundo físico.

Nox, aunque no podía sentir las emociones de Elyra, percibió el peso en sus palabras.

—Si Nyxoria era tan importante, ¿por qué nadie más la recuerda? —preguntó.

La vidente suspiró, bajando la cabeza como si cargara con el peso de siglos de historia perdida.

—El reino de Hallownest cambió. Las promesas de pureza y perfección del Destello sedujeron a muchos. La dualidad que Nyxoria defendía fue rechazada, vista como un obstáculo. Sus seguidores... los Luminarias del Alba... fueron perseguidos y diezmados.

Hollow Knight - La Última Guardiana  T1 y T2Where stories live. Discover now