Mahou Shoujo ni Akogarete - Arcoíris Lunar

Capítulo 45: Utena y Mizuki parte 1

Nota: Gracias a todos los que me acompañan en mis directos en Twitch escribiendo los nuevos capitulos del fanfic, espero que lo disfruten y no olviden seguirme en www.twitch.tv/ouji_sama

Utena se encontraba en su habitación secándose el cabello por la lluvia que todavía caía a las afueras del templo cuando pasó cerca de una habitación con voces en ella.

— ¿En verdad Sayo no ha aparecido en estos últimos dos días?

Era Aoi quien se encontraba en frente de Sora y su esposa Izumi.

— Lo siento mucho Aoi, todo es mi culpa, debí tenerla más vigilada.

— Y-yo también me disculpo Aoi-sama.

Ambas mujeres se inclinaban en el tatami ante la matriarca de las Minakami.

— Ustedes... 

Parecía que Aoi estaba por gritarles pero tras unos segundos se calmó.

— En fin, solo organicen bien la búsqueda, sea donde sea que haya ido Sayo debe haber alguna pista donde esté.

— El último lugar en donde fue vista Sayo fue en la antigua biblioteca del templo, de allí no se la ha visto en otro lugar posteriormente.

— Cierto, me habías contado que ella estaba investigando sobre Minakami Mizuki ¿Verdad?

— Si.

Detrás de la puerta estaba Utena escuchando todo cuando...

— ¿Minakami... Mizuki?

Entonces un Utena pudo escuchar un susurro.

— ¿He?

De pronto las luces de los pasillos se apagaron.

— ¿Hola? ¿Q-que está pasando?

Una sombra pasó por la esquina del pasillo donde estaba Utena.

— ¡Ahhh! ¿Qu-qué fue eso?

La hija de Murasaki dio un paso por error y entro al cuarto donde estaban conversando Aoi, Sora e Izumi pero... no había nadie allí.

— ¿Qué? P-pero hace un segundo ellas estaban...

Al momento de voltearse Utena estuvo frente a frente ante una chica algo mas joven que Aoi pero bastante parecida a Sayo.

— Ragi-sama, bienvenida.

— ¡Ahhhhh!

Utena se cayó hacia atrás por el susto.

— ¿Se encuentra bien Ragi-sama?

— ¿R-ragi...sama?

La joven Hiiragi vio que de repente el cuarto donde estaba había adoptado una forma diferente, un diseño más antiguo pero nuevo a la vez, las ventanas daban hacia un exterior iluminado por el día, ya no estaba lloviendo como antes.

— Venga Ragi-sama, debe estar muy cansada por su ultimo viaje, debe tomar un baño antes de cenar.

— ¿Heee? Pe-pero, te estas confundiendo de per-

La joven mujer tomó de la mano a Utena para dirigirla hacia otra habitación.

— Miku, Mako, por favor.

— Si Mizuki-sama.

— ¿Hee? ¿Qu-que están haciendo? ¡Ahhh!

Las joven sacerdotisas desprendían a Utena de su traje el cual era uno militar, estaba tan avergonzada que no podía moverse hasta que quedó totalmente sin ropa.