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Oía como sonaba mí celular inmediatamente me levanté y lo tomé en mis manos, antes de contestar mire la hora eran eso de las 4:50 de la mañana.

-Buenas madrugadas ¿quien me habla?- pregunté

-Me llamó Liss ¿estoy hablando con Lemuel?- contestó ella

-¿Liss? ¿Como conseguiste mi número?- le dije

-Ah, es que ayer en la tarde llamaste a el restaurante y pues tome tu número.- me dijo ella toda emocionada.

-Okay ¿y a que se debe tu llamada?- pregunté

-¿Crees que puedes venir a casa en la tarde?-

-Veré si puedo, ya que tengo una sesión de fotos. Yo te llamaré y te dejaré saber. - contesté

-Claro, si no me envíes un mensaje texto.- dijo ella con tono de decepción.

-Si eso es mejor, te dejó tengo que hacer cosas.- sí, claro, no sé que cosas.

Buena excusa Lemuel buena excusa. Me repitió mí conciencia.

Luego de haber terminado aquella llamada. Me dirigí a la cocina.
Puse hacer el té y tomé una revista que estaba en la cantina de mí cocina.

"Chicas, ¿que pasa si tienes un profesor de matemáticas modelo? ¿Crees poder concentrarte mejor en la clase?"

Hasta en las revistas tengo que salir yo, esto es horrible. Ser celebridad no es tan hermoso como todos creen. Pero como quiera me veo hermoso en esa foto.

Escuché a lo lejos mí alarma sonar y me dirigía rápido a la habitación para apagarla.

Eran las 5:00 de la mañana. ¿Tan rápido? - pensé

Fui a la cocina para chequear aquél té que habia colocado para que se hiciera. Allí estaba haciéndose el más delicioso té, echo por este dichoso galán.

Lo empecé a vertir en mi taza favorita y comencé a soplar un poco para poder dar el primer sorbo.

¡Ahh! Que bien se siente.- pensé cerrando los ojos y dejando me llevar.

Luego de eso habia echo unos ejercicios en casa y me fui a dar un baño.

En la ducha no podía concentrarme, no dejaba de pensar en aquella chica gordita en especial su hotpants rojo que hacía resaltar su piel trigueña preciosa.
Me volvía loco sentía que tenía que tocarla, que nuestras piel se rocen, que nuestras manos estén entrelazadas, que el aliento se nos una y que las palabras sobren pero los gemidos valgan.

No quiero tener esta fantasía con una alumna no quiero tocarme. Mire a mí pene.

-Hoy no amiguito.- dije

Había terminado aquél baño, decidí salir de la ducha y me dirigía a la habitación.

En una mano tenía la toalla secandome el cabello y con la otra abriendo mi closet.

¿Que me pongo hoy? Mire fijamente una chaqueta negra y ya que hacia frío pues aproveveche de ponérmela.

Me vestí rápidamente, me fui al garage, me subí al auto, acto seguido de encenderlo y dirigirme a la universidad.

Estando ya en la Universidad estaba caminando por el pasillo hasta la oficina. Cuando estaba ponchando y la secretaria supongo que estaba preparándose para su ataque la directora me hizo sobresaltar mencionando mí nombre.

-¡Profesor Lemuel a mí oficina de inmediato!- dijo

-Enseguida directora.- contesté

Cuando entró estaba la estudiante que se me insinuó en el día anterior. Ella se voltea a mirarme y sonríe inmediatamente que me ve.

Atraido a una gorditaWhere stories live. Discover now