Capítulo 46.

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Me encontraba en un ambiente oscuro, sumido en la negrura misma donde no alcanzaba a ver más allá de mi propia nariz.

Abrí los ojos, consternado por lo ocurrido y sintiéndome extrañado por el repentino cambio que sufrí. La oscuridad reinaba. La nula producción de sonido evitaba que, incluso los quejidos que emitía, por el mareo que sufría, no fuesen escuchados.

Toda esta situación ya la había vivido un par de días atrás, cuando Shakti me noqueó al encontrarnos luego de mi visita al distrito del placer y que reconociera el olor a afrodisíaco impregnado en mi ropa. Yo estaba... en el mundo de sueños que era como el preámbulo a la historia que Tristán trataba de mostrarme, ayudándome, de ese modo, a comprender las penas que acarreaba su alma desde que su vida conoció el final.

Tal vez hablé demasiado pronto cuando dije, al llegar al barrio rojo, que me alegraba de que las visiones no se presentaran. Sin embargo, fuera de estar asustado y confundido como en la primera ocasión, flotaba en una paz absoluta que reconfortaba mi alma, calmando el nerviosismo previo a mi llegada.

Fui sacado de combate por esa horrible sapo. Su inconfundible risa y voz grave, al igual que grotesca, fueron lo último que escuché antes de que se me apagaran las luces. Qué mala manera de irse a dormir. A ver si no tengo pesadillas.

Volviendo a lo importante, seguí flotando como si me hallara en un enorme estanque sin luz. La sensación que alcanzaba mi piel era cálida, como un baño de aguas termales.

Esperaba pacientemente por aquella luz naranja que me pediría nadar hacia ella, marcando así el inicio el vistazo al pasado.

Si bien hubo muchas dudas que permanecieron en mi mente luego de la última "incursión" a los recuerdos de Tristán, una en específico continuaba causando ruido en mi subconsciente. Se trataba de aquella oración con la que finalizó la escena en que los cuellos de aquellas mujeres, realmente parecidas a Isolda y Haruhime, eran rebanados en un mar de sangre, un espectáculo escarlata, grotesco y cruel en el que la muerte reinaba.

—El mundo perfecto... la recompensa de los héroes... es falso... todo es falso... ella... ella no está aquí...

¿A qué se refería con "La recompensa de los héroes"? Ahora que lo pienso a detalle, sin tener que preocuparme porque, así me asuste lo que ese sapo y aquella diosa loca podrían hacerle a mi cuerpo, no había nada que puédense hacer para despertar a menos que el propio Tristán decida liberarme.

Era la primera vez que escuchaba aquel término. La "recompensa de los héroes" se trataba de un término totalmente desconocido.

Además... ¿Qué es lo que la convierte en "falsa"? Hay muchas preguntas que surgen y siento que las respuestas están por serme reveladas, por lo que no tenía sentido darle tantas vueltas.

Debería aprovechar esta quietud para pensar en lo que haré tras despertar. Probablemente me amarren o encarcelen como un prisionero. No tengo ni la menor idea de lo que harán o si me llevarán directamente con el líder de Evilus.

Los villanos suelen tener el mismo modus operandi. Si una persona les ha causado problemas y frustrado sus planes, querrán matarlo con sus propias manos de tener la oportunidad. Ahora mismo estoy a la merced de ellos y supongo que pedirá aguardar a que despierte, tratando de sumirme en el miedo y la desesperación para que la tortura previa al alivio de la muerte le sea placentera.

Suspiré pesadamente, arrepentido de mi estúpida arrogancia e ineptitud. Me dejé llevar por el odio hacia esa maldita diosa, por lo que me fue imposible detectar sus intenciones. Le reconoceré que es una gran actriz. Por un segundo me creí su desesperación y miedo. Quizás fueron reales porque dudo mucho que una diosa de la belleza fuese capaz de arriesgar su rostro por el cumplimiento de la misión.

¿Es malo entrar al calabozo sin falna?Where stories live. Discover now