Without control (actualmente en edición)

Capitulo 9

Abrió los ojos. La luz del sol le dio justo en los ojos. Levanto una mano para evitar esto y cuando reacciono se dio cuenta de que tenía a Celia a su lado. Sonrió al recordar lo de anoche. Que bien la habían pasado. Paso un brazo por su cintura y la apego más a él. No podía distinguir si estaba dormida porque ella estaba de espalda. Apoyo su cara en el hueco del cuello de ella y aspiro el aroma de su pelo. Frutas. Deposito un beso en su hombro y la chica comenzó a moverse. Sonrió.

-¿Cómo dormiste?- al escuchar esa voz, se dio vuelta y quedo muy cerca de los labios de Justin.

-Bien.- el asintió y le miro los labios.- ¿y tú?- le pregunto.

-Bien.

Se quedaron en silencio por unos minutos. No sabían que decirse ni de qué hablar, aunque ansiaban conocerse más. Saber que pensaban, que les gustaba, que sentían.

-¿Sabes? Es gracioso pensar que no sabías mi nombre luego de que...- torció un poco su cuerpo para mirarlo. El asomo una leve sonrisa por lo que iba a decir ella. Se calló.

-¿Luego de...?

-Nada, olvídalo.

-Oh no, ahora dime.- le insistió. Metió su cara en el hueco del cuello de Celia. La respiración de Justin chocaba contra este, haciendo que se le erizara la piel.

-Luego de que... ya sabes.

-No lo sé.- siguió insistiendo para que lo diga.

-¿Solo viniste para preguntarme mi nombre anoche?- le pregunto cambiando de tema. Tenía esa pregunta travesada en su cabeza desde ayer. Por alguna razón deseo que la respuesta fuera un "vine a verte a ti" o "quería estar contigo" pero no. El silencio se apodero de la habitación. Volvieron a conectar miradas.

No dijeron nada más. Solo querían estar así. Juntos y relajados. Nunca ninguno de los dos se había sentido así y por primera vez sintieron la necesidad de no hacer otra cosa más que solo mirarse en silencio y disfrutando de la compañía que se daban los dos.

Ella se sentía tan completa. Jo.der.

Justin acerco su boca a la suya y junto sus labios. Celia imito los movimientos que el hacía con su boca. Ya no era un beso exigente, era uno lento y hasta podía llegar a tener sentimiento y ternura. Pero no. Él no tenía sentimientos y no se podía permitir que eso cambiara.

Se separó bruscamente de ella. Celia lo miro desconcertada. Él se levantó de la cama y busco su ropa en el piso para después ponerse el Bóxer y luego los pantalones negros. No la quiso mirar porque sabía que el deseo lo invadiera otra vez al verla desnuda entre las sábanas blancas. Agarro su remera que estaba tendida en el piso y salió de la habitación sin decir más.