Capítulo 47

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Ricardo se bajó los lentes oscuros y dejo al descubierto sus ojos azules profundos. Un escalofrió recorrió su espina dorsal. Atrás de él se encontraban los mismos tipos de la otra vez. Los dos monos vestidos de negro. El canoso sonrió falso, como siempre lo era.

-Jonathan no está.- se apresuró a decir ella esperando que buscaran a John, pero no era a él a quien querían. Ricardo negó con la cabeza aun con la sonrisa en su rostro.

-No lo busco a él.- la sonrisa fue desapareciendo poco a poco.- Te busco a ti.- ella frunció el ceño. No le gustaba nada que ese hombre la estuviera buscando. Sabia de lo que era capaz y si estaba ahí no era para nada bueno. Trago saliva.

-¿A mí?

-Si, a ti.

-¿Para qué?- la mirada del canoso recorrió toda su anatomía al igual que los otros dos tipos de atrás lo hicieron.

-Veras...- empezó a decir.-...quiero que trabajes conmigo, Celia.- escuchar su nombre salir de los labios de ese hombre, le erizo la piel.

-No entiendo.

-Eres una chica muy... como decirlo... inteligente, rápida, tienes astucia y eso es lo que estaba buscando hace demasiado tiempo. Necesito a alguien como tú para realizar algunos trabajos.- ella soltó una risa sarcástica y negó con la cabeza.

-¿Qué te hace pensar que aceptare trabajar contigo?

-Sabes lo que te conviene.- Extorsionó. El tono de su voz había cambiado a uno más intimidante y filoso.- No quiero tener que lastimarte, linda...- hizo una mueca rara con la boca.-...o lastimar a alguien que quieras...- La chica apretó los puños, su sangre se congelo y su corazón se paró por un segundo. Este hombre era totalmente repugnante.- piénsalo.- dicho esto se dio media vuelta y ella pudo observar como entraba a un auto negro de vidrios polarizados. El mismo que la había estado persiguiendo desde ayer y las ideas se acomodaron en su cabeza. Si él era quien la espiaba, ahora sabía que ella tenía trato con Justin. Y eso... eso era algo muy malo. Que no ponía en peligro solo a ella, sino también a él.

Entró a su casa con los pensamientos revoloteando por su mente. ¿A qué se refería con que le haría daño a quienes quería? A Jonathan no podría, ya que trabaja para él y si no era a John podía ser a... Justin. Además de que se odian mutuamente. Se asomó por la ventana y vio como el auto en el que se encontraba el canoso, desaparecía y se alejaba. Suspiro profundo. Si pensaban en hacerle daño a Justin, ella no lo permitiría.

...

-Hey.- Elliot palmeo el hombro de Justin con una sonrisa. Detrás de él venía Dylan con cervezas en ambas manos y una sonrisa pícara.

-Hace mucho que no te veo, gili.pollas.

-Ya sé que no puedes vivir sin mí, maricón.- Bromeo Justin provocándolo. Dylan negó con la cabeza y entro a su departamento. Elliot se tiró en el diván y abrió una cerveza. Le tiro una a Justin y este la atrapo en el aire con facilidad.

-Te estuvimos llamando toda la pu.ta tarde ¿Dónde estabas?- le pregunto su mejor amigo con una mirada picara. Levanto ambas cejas lo que hizo que los tres hombres rieran.

-Estuve ocupado.

Dylan y Elliot se miraron sabiendo que había estado haciendo toda la tarde.

-¿Cómo se llama la chica? Así algún día nos presta sus servicios.- sus dos amigo rieron, pero el solo sonrió levemente.- danos su número.

-Lo siento, pero a ella no la presto.- Elliot borro su sonrisa, comprendiendo que Justin todavía seguía viéndose con ella y que nunca dejaría de hacerlo por lo cabeza dura que era. El único que aun sonreía ahí era Dylan, quien no tenía idea de nada.

-¿La sigues viendo?- le preguntó su mejor amigo mirándolo fijo.

-Si.- contestó sin importancia y de lo más normal aunque sabía que a Elliot no le gustaba. El morocho negó con la cabeza y tomo otro trago de su botella aun sin dejar de mirar a Justin.

-No viniste más a las carreras.- le dijo Dylan a Justin haciendo que dejara de mirar a Elliot.

-No me avisaron cuando había.

-Oh, vamos ca.bron, antes ibas todos los días. Todos preguntan por ti...- esbozó una sonrisa pícara antes de seguir hablando.-...y más las mujeres de ahí. Están como locas preguntándose cuando iras a verlas.- alzo ambas cejas, divertido.

-Él no tiene tiempo para otras ¿no es así?, ni para nosotros.- dijo Elliot lanzándole una mirada venenosa. El ambiente se había puesto tenso.-...solo se dedica a acostarse con el enemigo...

-¿Qué?- pregunto Dylan sin entender el porqué de las cosas que Elliot le decía a Justin.

-Elliot...- intentó captar su atención, para que su amigo se callara y no provocara otra pelea, pero hizo todo lo contrario.

-Así es, Dylan... Justin se acuesta con una de Ricardo.

-No trabaja con el.- negó. Su amigo se rio sarcástico y se levantó del diván.

-¿Por qué tienes tanto interés en ella?- le pregunto sin entender cuando había sido que su mejor amigo le prestaba tanta atención a una mujer.-...si lo único que hace es abrirse de piernas como cualquier otra...

-Cállate.- gruño Justin. Sus puños estaban apretados y duros como dos rocas. Se estaba controlando pero no por mucho si seguía provocándolo.

Elliot rió. Una risa profunda que salía desde el fondo su garganta. Su amigo era otro.

-¿Por que? Es la verdad ¿Sabes a cuantos se habrá folla.do? tu eres un idio.ta más...- y eso bastó para que el puñe.tazo de él chocara contra la mandíbula de Elliot, haciendo que este se tambalee un poco. Dylan abrió los ojos de par en par y enseguida corrió a interponerse. La bronca se había apoderado de Justin. No soportaba que hablara de Celia de esa manera. No soportaba pensar que ella pudo haber estado con otros antes que él.

Dylan sostuvo los brazos de Justin para que se separara de Elliot. Su amigo, mejor dicho su ex amigo lo miro confuso. ¿Lo había cambiado por una mujer de cuarta?

Lo único que sabían ambos era que su amistad había terminado allí. Y todo por ella. Por su ella.


Without control (actualmente en edición)Where stories live. Discover now