Capítulo 15

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Agarró la taza que era para ella y una vez que la tenía entre sus manos, giro sobre sus talones quedando frente a frente con él. Dio un trago a la chocolatada. Estaba deliciosa y calentita, para ese día de frio.

Se hizo a un costado y se dirigió hasta la mesa de la cocina. Se sentó. Justin se giró para poder verla.

-Está deliciosa.- le dijo él. Ella sonrió leve.

-Gracias.- se levantó para corroborar que las ventanas estén cerradas, ya que tenía frio.- hace frio ¿verdad?- el asintió. Oh, nena yo sé que hacer para que se te pase el frio. Se fijó en su trasero. No podía dejar de mirárselo. Era tan bonito y redondito. Dejo la taza apoyada y camino a paso lento a donde estaba ella, acomodando la cortina de la ventana. Celia se dio vuelta y al hacerlo choco con el torso de él. Soltó un grito ahogado por la sorpresa. No lo había escuchado colocarse detrás. Miro sus ojos miel que ahora estaban más oscuros y no tardo en saber cuál fue la razón, ya que se dio cuenta cuando Justin la apego a él, haciendo que sienta su erección en su bajo vientre.

No aguantó más y se inclinó para atrapar los finos y delicados labios de ella y así fundirse en un beso desesperado. Estaba hambriento de sus labios. Esos que no había probado en una semana entera.

Agarro sus caderas, hundió sus dedos en esta y la apretó más contra él. No tenía escapatoria. Estaba entre Justin y la fría ventana.

La chica subió ambos brazos hasta colocarlos en su nuca y tocar el pelo corto que tenía en ese lado. Los subió más y despeino la maraña de cabello que tenía arriba. Amaba su corte. Lo hacía más sexy de lo que ya era.

El castaño acaricio su muslo derecho para que ella enredara sus piernas en su cintura y así lo hizo. Sus largas piernas lo rodearon. Otra vez sintió la enorme erección, pero ahora en el punto justo. Gimió en medio del beso. Justin camino con ella encima, hasta que se toparon con la mesada de la cocina. La sentó allí. Se separó de sus labios y la miro. Tenía el pelo alborotado y la boca hinchada y roja. Muy roja. Parecía una fruta roja y deliciosa. Dirigió su vista a sus bonitos ojos color verde que también lo miraban analizando su rostro. Volvió la vista hasta sus labios y los devoró otra vez. Fue bajando mientras dejaba un camino de besos desde su mentón hasta su cuello.

Su erección comenzaba a crecer.

Pero algo los interrumpió. El teléfono celular de Justin sonó en sus pantalones, haciendo que ambos se sobresalten. El gruño.

-Ignóralo.- le pidió a Celia, quien hizo lo que él le había dicho. Siguió mordisqueando y succionando su cuello. Explotarían los dos. Se necesitaban.

Otra vez el pitido del celular. Justin se separó bruscamente y dio un golpe a la mesada, a un costado de ella con el puño. Sacó el aparato de su bolsillo y atendió.


Without control (actualmente en edición)Where stories live. Discover now