Memories [Marco Reus]

Capítulo 17

Seguimos besándonos.

- Siento ponerme tonta por eso... si hago esto por esa... imagínate si me dejas... - susurro entre sus labios.

- Eso no pasará nunca – susurra.

- Por qué? – pregunto.

- Porque nunca te voy a dejar – vocaliza antes de volver a fundir nuestras bocas en un dulce beso.

- Parejita! – grita Mario – vamos? – pregunta una vez que le prestamos atención.

Asentimos y salimos de casa. Andando, pasamos por el jardín en el cual Marco y yo jugueteamos con el helado, y automáticamente, una sonrisa se dibuja en mi rostro. Marco se da cuenta y me da un corto beso en los labios. Mario y Sandra son hermosos juntos. Mario tiene su mano apoyada en sus caderas, mientras Sandra apoya su cabeza en sus hombros. Decido quedarme un poco más atrás, y sin que se den cuenta, les saco una foto. Se la enseño a Marco sin que se den cuenta y este sonríe. "Súbela al Instagram" me susurra. Accedo a su propuesta y la comparto con la aplicación.

"Tortolitos #Mandra" y añado un emoticono con la cara de enamorado.

De nuevo se lo enseño a Marco y este se empieza a reír. Segundos después de colgar la foto, los móviles de Mario y Sandra comienzan a vibrar. Ambos se paran y desbloquean sus respectivos móviles. El primero en ver la foto parece Mario, y poco después Sandra.

- Mandra? – pregunta Mario extrañado.

- Mario y Sandra, da Mandra – explico.

- Idiota – comenta Sandra.

Entre risas llegamos a un parque, en el cual decidimos sentarnos. Durante el camino, Mario y Sandra pensaban en el nombre para Marco y para mí. Salieron muchas tonterías, pero al final de decidieron por "Maura". Sandra y yo nos sentamos en un banco, pero los estúpidos de nuestros novios no aguantaron las ganas de hacer el tonto como unos niños pequeños en el parque. Marco intentaba bajar por el tobogán, pero no le cabía el culo, literalmente.

-No me cabe el culo! – grita.

-Culo gordo! – río.

- Si te encanta – comenta.

- Calla bobo – contesto.

Entre movimientos de cadera, al final se da tirado por el tobogán. Mario decide tirarse por una barra de metal. Por su altura, según salta, toca el suelo. Sandra y yo nos miramos a la vez, y apuesto que estábamos pensando lo mismo. Salimos corriendo del banco y nos subimos encima de los juegos.

- Luego somos nosotros los infantiles... - comenta Mario.

No le hacemos caso, y seguimos con nuestras cosas. Hago el mismo recorrido que Marco e intento tirarme por el tobogán. A la primera, logro deslizarme tranquilamente, hasta acabar en los pies de Marco.

- No vale, tu eres una enana – sonríe.

No contesto, me levanto pareciendo enfadada y echo a andar. Marco se cree mi intento de enfado y sale detrás de mí. Como veo que se acerca mucho, empiezo a correr. Poco a poco se va acercando, debido a su gran velocidad, y justo cuando está a centímetros de mí, hago un finta y lo dejo tirado en el suelo. Se queda con cara de asombro. Me pongo a su lado y me siento encima.

- Que decías antes? – sonrío.

- Que eres una enana -explica – pero eres mi enana – comenta recalcando la palabra "mi".

Apoyo mis manos a los lados de la cabeza de Marco, y acto seguido, le beso. Puedo escuchar de fondo el sonido de la cámara de fotos del móvil. Me aparto rápidamente y veo que Sandra nos ha sacado una foto. Segundos después, me vibra el teléfono, aunque me imagino que es el Instagram. Cuando desbloqueo el móvil, me encuentro con todo lo contrario.