Lillith, Capítulo XXV. La misión en Egipto.

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A lo lejos vi la ciudad representada por tres imponentes pirámides tan firmes como montañas y una majestuosa esfinge. El ser me habló de la ciudad y lo primero que me dijo es que sólo alaban ídolos, imágenes o dioses paganos además de esclavizar a los Israelitas y luego me dijo que la misión era esta; El Señor envió plagas de todo tipo para apaciguar al faraón y éste liberase al pueblo de Israel tales como: Las aguas se convierten en sangre, invasión de ranas, piojos y moscas, peste mortal al ganado, úlceras y salpullido incurable, plaga de langostas y tinieblas pero faltaba una y tal vez la peor de todas que aún no envía, la muerte de los primogénitos de los egipcios ya sean hombres y mujeres de cualquier edad en una noche. Me dijo que esa sería la misión que debo llevar a cabo y me advirtió que no tocara las casas en las que hubiese sangre de carnero impregnada en las puertas o ventanas que la tuvieran.

Me quise reusar a matar a las mujeres pues amo a las mujeres menos a los hombres.

-¿¿¡¡Matar mujeres, yo!!?? ¡¡Jamás!!

-Sabes como El Señor castiga la desobediencia y la rebeldía, ¿verdad, pequeña?

Al oír esto, me dolió el alma matar mujeres pero no quiero volver a pasar por una expulsión tan agresiva así es que acepté a regañadientes pero pensaba vengarme por hacer esto pero no sabía cómo hacerlo y por eso le pregunté:

-¿Cómo se supone que... mataré a tanta... gente en una noche?

-El Señor te dará el poder de hacerlo, tú sólo caminas desde la entrada hasta la salida de la ciudad y verás que una neblina vendrá detrás de ti ésta se extenderá conforme vayas caminando por la calle pasando al frente de todas y cada una de las casas y también el palacio del faraón el hijo de éste también debe morir. Sé que puedes hacerte transparente hasta casi desaparecer, hazlo y así pasas desapercibida...

-¿Cuándo lo haría? Dime ser de luz...

-Será hoy a la media noche, verás que la luna se pondrá de repente de color roja. Cuando esto suceda, empiezas esa será tu señal. ¿Alguna duda?

-¡Sí! -Le contesté.- ¿Puedo ir a conocer la ciudad? Tengo mucha curiosidad...

-Está bien pero no hagas nada, no te metas en líos, pequeña...

-No soy una niña, "ser" de luz y dime, ¿cómo te llamas, ser?

-No te lo puedo decir pero sabrás más de mí, créeme pequeña...

Y después de decirme esto, los tres seres desaparecieron acto seguido fui a conocer la ciudad la cual era majestuosa. Observé a sus habitantes y tienen un color de piel parecido al mío sólo que un poco más oscuro y otros la tenían más clara. También pude ver a los esclavos y el maltrato que recibían. La verdad ni un animal es tan maltratado como lo eran ellos.

Como siempre los hombres, ¡hombres...¡hombres...! Haciendo estupideces. La única ventaja de nosotras las mujeres reprimidas en éste machismo es que no cometimos estos errores de éstos ingenuos que para mí son sólo ganado.

Cerca de un templo una bella y joven mujer me hizo señas para que la siguiese así lo hice. La seguí hasta uno de los salones de oración donde había dos mujeres más y nueve hombres; al parecer me esperaban.

-¿Quiénes son... ustedes? -Pregunté sorprendida.-

-Sabemos quién eres y que has hecho pero no sabemos es que haces aquí... -Me preguntó la joven mujer.- Somos los dioses de éste poderoso e indestructible país, Egipto... Yo soy Isis, Reina de los dioses, "Fuerza fecundadora de la naturaleza", "Diosa de la maternidad y del nacimiento".

-Soy Osiris, dios de la resurrección...

-Soy Horus, dios celeste fundador de la civilización... -Éste con cabeza de pájaro y cuerpo de hombre.-

-Soy Amón, padre de todos los vientos; dios único que se convierte en millones...

-Yo soy Mut, diosa madre, origen de todo lo creado, diosa del cielo...

-Soy Khonsu, dios de la medicina y protectora de los enfermos... -Otro con cabeza de pájaro.-

-Soy Ptah, dios "Maestro constructor", inventor de la albañilería, patrón de los arquitectos y artesanos...

-Soy Hathor, divinidad cósmica, diosa nutricia, diosa del amor, de la alegría, la danza y las artes musicales...

-Soy Ra, dios del cielo, dios del sol y del origen de la vida... -Otro pájaro me decía yo.-

-Soy Seth, divinidad patrona de las tormentas, la guerra y la violencia... -¿Con cabeza de chacal? No es Caín...-

-Soy Thot, dios de la sabiduría, la escritura, la música, los conjuros, hechizos mágicos y símbolo de la Luna... -¿Otro pájaro? Esto parece pajarera.-

-Y yo soy Anubis, dios funerario del antiguo Egipto, maestro de las necrópolis y patrón de embalsamadores...

-¡Ah, son dioses! Y, ¿quién los declaró deidades?

-¡Nosotros mismos! ¿Te importa? -Me gritó Ptah.-

-¡No seas grosero, Ptah. Lillith no sabe nada de nosotros pero nosotros de ella sí. -Reclamó Isis en tono amable.- Te diremos el por qué somos dioses de Egipto y has de saber que no sólo aquí los hay sino que en otras partes del mundo incluso en las no exploradas por el ser humano. Tienes derecho a saberlo.

La historia que me contaron es sorprendente, y ustedes también la sabrán...

Lilith, la primera mujer.Where stories live. Discover now